tag:blogger.com,1999:blog-14188688962996484972024-03-17T12:34:51.329-07:00BLOG LITERARIO DESDE PARÍSBLOG LITERARIO DESDE PARÍSEduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.comBlogger682125tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-24260060060894161932024-03-16T14:06:00.000-07:002024-03-17T12:34:19.615-07:00ESTOS DIEZ AÑOS (1984)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6NJqagI9MAr-wBMUToFEfcTfBnyp3n6Z0x_LhlGaBKpvkJ8cM-p9wBKCSRxN_3KDc21xjn2DFWYgli3gu_vvzdq3XxQH09g0RzrWe4vKA7H8-UMIHTHldTiluiIEmkoNAV-gw426-B_T_OGQgknAkJRA5KORTYqKG1pIw6_qNap8VXMmptKTGLAlaHLRN/s2000/GPgrand-palais.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1125" data-original-width="2000" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6NJqagI9MAr-wBMUToFEfcTfBnyp3n6Z0x_LhlGaBKpvkJ8cM-p9wBKCSRxN_3KDc21xjn2DFWYgli3gu_vvzdq3XxQH09g0RzrWe4vKA7H8-UMIHTHldTiluiIEmkoNAV-gw426-B_T_OGQgknAkJRA5KORTYqKG1pIw6_qNap8VXMmptKTGLAlaHLRN/s320/GPgrand-palais.jpg" width="320" /></a></div><br />Por Eduardo García Aguilar<p></p><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Hace
diez años llegábamos a París, como cumpliendo el rito de un sueño
adolescente. Hacía frío, pero un extraño fuego parecía encendernos
frente a los viejos monumentos cubiertos por el óxido verdusco del
hielo. Por primera vez irrumpíamos de súbito en un mundo que no se
detenía desde nunca, ni habría de detenerse durante nuestra estadía o
después de la ausencia. Percibíamos el olor novedoso de una ciudad cuyas
casas y templos habían albergado durante tantos siglos la fe o la duda
de muchos habitantes. Los cementerios, como comprobaríamos después,
estaban repletos de esos seres que otrora vibraran por sueños y
batallaran hasta la muerte por paraísos que nunca cumplieron. Aquella
tarde, hace diez años, vimos revelado el resplendor implacable de la
vida, la triste insignificancia de las generaciones, el fluir aciago de
la materia perecedera que nos conforma y de la que solo somos un
accidente.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Tres
días antes había muerto el presidente de Francia Georges Pompidou. El
país se aprestaba a un nuevo cambio, pero la incertidumbre no se
reflejaba en esas caras blancas, lívidas, de los transeúntes, que en
abril, cubiertos por pesadas gabardinas, expelían de sus bocas un
aliento humeante. Después de bordear el Sena y mirar la amplia explanada
de Invalides, nos acercamos a la estación del Metro, que mucho tiempo
después supimos llevaba por nombre Chambre de Deputés. Abajo preguntamos
por donde introducir el boleto amarillo que el esposo de una actriz
antillana nos había regalado en el aeropuerto. Fue como introducirse al
tren fantasma de la infancia, cuya oscuridad era sorprendida a veces por
algún monstruo o una aparición levitante. El tren era verde, de madera,
y viejo.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Llegamos
a la gare Saint-Lazare, en donde sin duda el poeta José Asunción Silva
había deambulado como tantos románticos moderrnistas de nuestro
continente, maravillado del progreso y la magnificencia de la
arquitectura moderna. Nosotros también sufrimos la impresión que nos
provocaron los amplios hangares, las vastas techumbres de hierro, los
frisos art-decó, las enmarañadas marquesinas que aquella tarde parecían
cargar ellas solas con la fuerza de mil nubes eternas. Marcamos en un
aparato el mombre de Argenteuil, la de los impresionistas, la de Sisley,
la del viejo Marx, la de los vecindaros de emigrados árabes. Luego
viajamos en el tren hacia suburbios interminables, siempre acompañados
de esos hombres pálidos, protegidos con bufandas y esas mujeres
ojerosas que cargaban bolsas de grandes almacenes y así llegamos hasta
una estación nueva, aun más moderna, y desembocamos en largas avenidas
rodeadas de edificios de apartamentos, cuyos nombres eran Boulevard
Lénine, Avenue Maurice Thorez, Avenue Marcel Cachin, etcétera...</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">No
siempre son acertadas las periodizaciones de la historia, pero estos
diez años si han significado un cambio trascendental en el rumbo
inconmovible de la historia. En estos diez años los hippies y los
revolucionarios racionalistas se volvieron viejos y pasaron de moda. De
los primeros quedan algunos especímenes que semejan a viejos patriarcas
protestantes barbudos y canosos, expresiones de una extraña bondad
fatigada, incomprendida en las nuevas escalinatas del templo. De los
segundos también quedan especímenes, sobre todo en el Tercer Mundo, pero
tienen los ojos como llamas de furia y de amargura. En estos diez años
se acabaron los sueños de Mao y los maoístas se quedaron sin patriarca.
China se modernizó y dejó atrás el viento medieval que su viejo tirano
había querido imponer. En estos diez años Vietnam cayó en manos de un
enemigo débil y ganó una guerra que parecía interminable. Después los
vietnamitas y los chinos se trenzaron en la primera guerra entre dos
países marxistas. Camboya vivió la amarga experiencia que Conrad
vislumbrara en el <i>Corazón de las tinieblas</i>. Portugal derrotó a la
dictadura y se volvió una democracia europea. España vio morir al
tirano Franco y después se dio la convivencia impensable años antes,
entre la monarquía y el gobierno socialista. Mitterrand llegó al poder
después de buscarlo durante largas décadas. Un presidente americano tuvo
que renunciar acusado por ágiles periodistas y otro perdió después de
querer imponer el lenguaje de los derechos humanos. El shá de Irán dio
paso a una de las más espantosas dicturas retardatarias de todos los
tiempos. Murió Sartre y con él toda una época. Murió Malraux. Murió
Neruda. Murieron Lennon, Buñuel, Miró, Berlinger, Jorge Guillén, Pierre
Mendes France, Raymond Aron, dos papas, Brejnev, Marcuse, Ingrid
Bergman.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Son
solo algunos datos, pero son suficientes para establecer el fresco de
un cambio muy importante. A costa de tantas informaciones periodísticas
sobre revoluciones promisorias que se chocan contra la realidad y se
convirtieron en tristes parodias del sueño, los que nacimos después de
la muerte de Stalin y vimos niños frente al televisor la llegada del
hombre a la luna, parecemos cargados prematuramente de muchos
acontecimientos. A ninguno no es extraña la droga, vivimos el amor de
otra manera; si vamos a una manifestación lo hacemos con una sonrisa; no
nos convencen las banderas ondeantes y no creemos en las teas
incendiarias. De repente, aplazados durante una década entre tantos
cambios, clasificando apenas la vejez de las glorias del rock y de
algunas grandes luminarias del pensamiento que, como Sartre, Malraux o
Neruda, creían en causas nobles y paraísos obligatorios; cerrando con
cemento los mausoleos en donde descansan las ideologías, pese a que
éstas parecen florecer en nuestros trópicos con el mismo carácter que
tienen los productos no biodegradables que ya no sirven en los imperios
y que nos venden baratos; nuestra generación está signada por el
realismo, por otros juguetes que nos hacen enormes niños con la cabeza
repleta de noticias archivadas. Somos realistas que sueñan.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Vimos
a Julio Cortázar deambulando en Toulouse, hombre que no envejecía,
soñando, luchando con entusiasmo por un sistema en el que no hubiera
querido vivir. Ahora está muerto. Vimos a Sartre, sucio y babeante,
caminar en un cementerio del brazo de Simone de Berauvoir y desmayarse
casi ante la memoria de Pierre Goldman, uno de los últimos idealistas:
el que había querido tener un hijo que además de ser judío fuera negro.
Todos ellos están muertos. Vimos las grandes manifestaciones de
"Solidaridad", pero la verdadera Solidaridad apareció en un pueblo donde
se ejercía la dictadura sobre el proletariado. Nuestros mayores parecen
más dispuestos a entender que en este juego de ajedrez hay regiones
enteras, como Europa central, que está siendo ahogada por un imperio,
sin que denunciarlo ya lo incluya a uno en las listas de miembros de la
CIA. La propia guerra que vemos arder en nuestro continente no nos
convence como tal vez hubiera convencido a muchos jóvenes entusiastas
hace cinciuenta años. Se trata de una guerra metálica, fría, de
profesionales, en donde los que pierden son los ciudadanos escépticos.
La jerga de los revolucionarios se volvió tan estéril, macilenta, como
la de los vendedores de Samuel Smiles o Dale Carnegie.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">De
pronto, al final del túnel de los diez años aparece uno por aquí, en el
trópico, más convencido que nunca de la realidad del continente
latinoamericano, seguro de estar viviendo en ciudades maravillosas en
donde bulle el futuro mansamente, por debajo de las ideologías.
Descubrimos que hay que estar con los ojos abiertos observando la fusión
de nuestras pasiones, de nuestra lengua, de nuestras calles repletas de
basuras y de hombres hambrientos. Mirando y escribiendo el reino del
caos. Lo que no morirá será la palabra de quienes han preferido la
trinchera de sus máquinas, de sus lápices. Dándole la espalda a los
vendedores de paraísos obligatorios y a los tecnócratas del tedio, a los
rabinos, obispos o imanes que predican vanas doctrinas, podemos mirar
el horizonte y saber que pese a la sudorosa penuria de nuestros
suburbios y de nuestras calles, a la algarabía de nuestros mercados, a
la tropical barahúnda de nuestras carreteras, o tal vez no pese, sino
gracias a todo ello, podremos seguir escribiendo la verdad de un rincón
maravilloso del mundo.</div><div data-setdir="false" dir="ltr">----<br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr">Publicado en el suplemento Sábado de UnomásUno. Ciudad de México. 28 de julio de 1984.<br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-47879316872519950012024-03-16T10:54:00.000-07:002024-03-16T10:55:39.765-07:00LOS TAMBORES DE GUERRA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQCT1Hyfl0bADHSXIGwSssHXT_Tyr1g_3FIH3XoDsE6MJjSnOFZ9Kh-0rxbGmkEjyLSI-5EL2i9qVts1CSXEXAaMt4TkA2jLjQuNumREsmDnQCWXFGvHmKQ7vaU6zSZJnFsMGIbVm0BnHNlDbxGm3MZ69o8E3JegjKMaWEt0J5pcj4XczWsf93Zar1uw40/s299/Gindex.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQCT1Hyfl0bADHSXIGwSssHXT_Tyr1g_3FIH3XoDsE6MJjSnOFZ9Kh-0rxbGmkEjyLSI-5EL2i9qVts1CSXEXAaMt4TkA2jLjQuNumREsmDnQCWXFGvHmKQ7vaU6zSZJnFsMGIbVm0BnHNlDbxGm3MZ69o8E3JegjKMaWEt0J5pcj4XczWsf93Zar1uw40/s1600/Gindex.jpg" width="299" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">Las
generaciones se suceden de manera vertiginosa unas a otras para repetir
el ritual de la vida y la muerte con sus entusiasmos y derrotas, por lo
que es absurdo pensar que todo pasado fue peor o mejor y que el mundo
irá al despeñadero o será radiante cuando los nuevos lleguen al poder. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eso
lo sabían ya hace miles de años los grandes sabios desde la atalaya de
su senectud, cuando sentados en el Ágora veían pasar a los jóvenes y los
interpelaban con bromas o imprecaciones, como Diógenes. O cuando, como
Sócrates, ya entonados por el vino y rescostados en sus literas, pasaban
la tarde arreglando el mundo y escrutando el futuro. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cada
nueva generación descubre el agua tibia que fluía en los imponentes
baños romanos donde multitudes de ciudadanos conversaban, coqueteaban y
se dedicaban al chisme, la intriga y la maledicencia, refiriéndose a los
gobernantes de turno, a cortesanos y preferidos, que tarde o temprano
terminaban por morir de muerte natural o asesinados en medio de
revueltas y cambios súbitos de destino.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A
veces había periodos de relativa paz y estabilidad celebrados por los
viejos que experimentaron jóvenes los dolores de la guerra y llevaban en
sus pieles o mutalaciones los estigmas de la conflagración. Esas épocas
de relativa paz eran disfrutadas por los ancianos, aunque en las nuevas
generaciones ardiera ya el ineluctable deseo tanático de la adrenalina
que es la materia de los héroes y el cimiento de la gloria militar. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Espléndidos
teatros y estadios a donde acudía la muchedumbre a divertirse y recibir
su cuota de pan y circo, ágoras griegas y palacios de emperadores
asirios, tabernas romanas o pompeyanas donde acudía a libar la gente del
común, bibliotecas, mansiones y edificaciones de varios pisos, casernas
militares lejanas, sólidas vías, murallas, faros y acueductos, son
prueba de que ya todo existía más o menos como hoy desde los tiempos del
Minotauro o Moisés, excepto que no cruzaban aviones por el aire ni
satélites por el espacio ni existía la bomba atómica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Uno
imagina a Paulo de Tarso viajando por todos los países de la cuenca
mediterranéa tratando de ganar adeptos para su causa, conocedor como
pocos de todos los rincones del imperio donde tenía amigos, y de la
capital Roma, la metrópoli donde reinaba la algarabía, la pobreza, el
lujo, la violencia y el vicio.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Gracias
a tabletas sumerias, jeroglíficos egipcios, escritos griegos o latinos,
códices mayas o archivos chinos, tenemos conocimiento de esas complejas
sociedades que a lo largo de los milenios tenían escuelas, sabios,
sacerdotes, matemáticos, médicos, escribas, estrategas, administradores y
funcionarios especializados en hacer la guerra o mediar en conflictos e
incluso practicar la poesía o la astronomía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por
eso no es extraño que al terminar el primer cuarto del siglo XXI
escuchemos tambores de guerra en casi todo el mundo, que poco difieren
de los anuncios de Alejandro Magno, Darío, Julio César, Trajano o
Adriano, Gengis Kahn, Atila, Soleimán y tantos otros gobernantes que
repitieron de generación en generación el ritual de la guerra y la
destrucción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cada país del
mundo sin falta puede hacer la cronología milenaria y centenaria de sus
desgracias y guerras, como lo atestiguan las estatuas de sus héroes, los
nombres de las plazas o los monumentos que alimentan el orgullo
nacional y patriótico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace
apenas 80 años terminaba la Segunda Guerra Mundial y ahora las
potencias muestran los dientes y no descartan usar el arma nuclear,
argumentando unos y otros que están en peligro "existencial", por lo que
a veces uno se imagina como en la película Casablanca, corriendo a
buscar un tren hacia las costas del Atlántico y un barco para huir hacia
donde no haya bomba atómica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo
extraño entre los líderes de las potencias mundiales actuales es que
nadie habla de paz y todos, ancianos y jóvenes, sacan el pecho por la
guerra como los gorilas. La gran potencia occidental y sus adláteres
europeos solo hablan de invertir en tanques, ametralladoras, misiles,
municiones, aviones, helicópteros y drones, que facturan con alegría las
empresas nacionales. Igual lenguaje es usado por las potencias del otro
lado del planeta, también dotadas con el arma nuclear y otros países
ricos y pobres de Oriente Medio, Asia y África que viven entre asonadas y
amenazas, comandados por dictadores que escogen uno u otro bando. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Asombra
que miles de años después estemos en las mismas y que en plena era
interconectada por las frágiles redes de internet, la actualidad
televisiva y la noticia al instante, estemos escuchando en todo el mundo
los mismos anuncios de guerra. Pueblos asediados, hambruna
generalizada, cementerios de soldados anónimos y decenas de miles de
muertos civiles, niños, madres y ancianos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo
más extraño es que hablar de paz en estos tiempos es visto con sospecha
por quienes detentan el poder mundial y los ideólogos y medios que los
secundan. Quienes abogan por la paz son vistos ahora con desconfianza o
perseguidos y hasta el papa Francisco, que pidió esta semana a los
beligerantes sacar la bandera blanca y negociar, recibió duras críticas e
imprecaciones por decirlo, como si fuera un peligroso subversivo.</div><div style="text-align: justify;">------</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 17 de marzo de 2024.<br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-36540050869740045612024-03-10T10:57:00.000-07:002024-03-10T10:57:48.065-07:00LA PROLIFERACIÓN LITERARIA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi81Vf0aS9mZ5xADEm_Dx9ApV6wZKbelupqKTHTWObp_7b6nY9rtBeMyXky7QhiY-ZxWE7FX1hay8dhFzVKxBxVSIKxQvfPyj-4ipi1esIXT9tL4mkG8iskARMsRovW287cp-dej3ocPLYv8v4tvBCF5BZU0eWwoQXX19pmi4sGPTAF2VFgJKwYYYNPqbKc/s300/GG2images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi81Vf0aS9mZ5xADEm_Dx9ApV6wZKbelupqKTHTWObp_7b6nY9rtBeMyXky7QhiY-ZxWE7FX1hay8dhFzVKxBxVSIKxQvfPyj-4ipi1esIXT9tL4mkG8iskARMsRovW287cp-dej3ocPLYv8v4tvBCF5BZU0eWwoQXX19pmi4sGPTAF2VFgJKwYYYNPqbKc/s1600/GG2images.jpg" width="300" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">Uno
de los fenómenos más interesantes en los usos literarios en América
Latina y el mundo en este siglo XXI, décadas después del inicio de la
era digital, es la creciente proliferación literaria, inimaginable en el
siglo pasado, cuando ser escritor era un desdeñado camino riesgoso y
minoritario, que podía llevar a la miseria y a la soledad en capitales y
provincias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La llegada de
las computadoras facilitaron la tarea, que antes era ruda con las viejas
máquinas de escribir Underwood y Remington que obligaban a repetir la
plana cuando se cometían errores y exigían gran fortaleza dactilar, por
lo que alguna vez Juan Rulfo dijo que se debía comer mucha carne para
enfrentar el reto físico de ser escritor. Además desde hace más de dos
décadas los magníficos programas automáticos anuncian y corrigen los
errores de ortografía y redacción y pronto la Inteligencia Artificial
redactará los libros de los aspirantes a la gloria. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Salvo
unos cuantos escritores, en su mayoría varones, que lograban gran
reconocimiento y con frecuencia se desempeñaban en altos cargos
gubernamentales y diplomáticos, la mayoría de los escribidores, poetas,
cuentistas y narradores del siglo XX eran marginados a los que casi todo
el mundo les sacaba el cuerpo, como si estuvieran afectados por la
peste.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando alguien
comunicaba a la familia su deseo de convertirse en poeta o novelista,
las madres irrumpían en llanto, al saber el viacrucis que el pobre
muchacho tendría que recorrer a lo largo de la vida, y lo imaginaban
mendigando en los cafés como gotereros o tratando de vender sus pequeños
poemarios a los amigos o conocidos, que al verlo llegar con la precaria
mercancía lírica se escondían o huían. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al
propio García Márquez de joven lo apodaban "Trapoloco" y lo
consideraban "un caso perdido" y en México, cuando llegó a la capital
muchos con poder literario se burlaban de él por su apariencia, no le
auguraban ningún futuro y no comprendían como su amigo Alvaro Mutis lo
recomendaba con tanto entusiasmo.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">El
propio Nobel relató con generosidad sus penurias infantiles y juveniles
en Vivir para contarla, como cuando iba a vender estampas o duleces en
el mercado de Cartagena de Indias para ayudar a su mamá, encargada sola
de una enorme prole. Y eso sin incluir la miseria vivida en París cuando
recorría las calles en invierno en espera de hallar una moneda perdida
en el suelo o tocaba la guitarra y cantaba en los bares y cavas
existencialistas para ganar unos francos al lado de su amigo el artista
venezolano Soto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero su
consagración y triunfo milagroso después de años de dificultades ejerció
sin duda un efecto favorable para el cambio en la percepción general de
los escritores en ambientes donde antes los aborrecían y desató la
codicia de quienes pensaron repetir la proeza y así volverse famosos,
millonarios y adulados como en los cuentos de hadas en un abrir y cerrar
de ojos. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Empezaron
entonces a proliferar los talleres literarios y más tarde las prósperas
carreras académicas de escritura creativa que se convirtieron en
rentable negocio en los campus universitarios estadounidenses y luego
fueron clonadas con éxito en el resto del continente latinoamericano.
Ahora estudiar para escritor se volvió una carrera de moda como antes el
derecho, la sociología, la antropología o el periodismo y los
estudiantes presentan ahora como tesis novelas o libros de cuentos con
la esperanza de que sus maestros o los contactos obtenidos tras pagar
costosas matrículas y mensualidades, puedan llevarlos a la gloria y la
fama. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También al lado
de esas carreras universitarias, han proliferado editoriales
especializadas en publicar los libros que no encuentran editor y venden
el sueño de la gloria a cambio de pagar la edición o comprar centenares
de ejemplares. Los pudientes o las pudientes que tienen para pagar
publican cada año varios libros como conejos o conejas y quienes no
tienen recursos se quedan para siempre con sus manuscritos engavetados
en el limbo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El editor
Guillermo Shavelzon calcula que en todo momento hay en circulación en
América Latina al menos 3.000 manuscritos de novelas correctas que nunca
hallarán editor y la cifra de poemarios debe ser casi infinita como las
estrellas del cosmos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero
todo esto en fin de cuentas es una buena noticia para la literatura,
pues las carreras universitarias de escritura creativa propician la
formación sólida de muchos nuevos lectores, editores, corectores y
redactores y eso es mejor a que estudien para mafiosos. Es seguro que
los miles y miles de aspirantes a escritores no lograrán jamás la gloria
de García Márquez, porque eso es un fenómeno de otra época e
irrepetible, pero al menos gozarán de los libros y soñarán escribiendo
como antes de la invención de la imprenta, cuando se usaban las tabletas
sumerias y los papiros egipcios. </div><div style="text-align: justify;">-----</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. 10 de marzo de 2024 <br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div> Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-47548546926180895602024-03-03T13:42:00.000-08:002024-03-03T13:42:42.577-08:00LA POTENCIA CULTURAL MEXICANA<p> </p><div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYVk7-0hd3nRoJJqksbg57x213y7bIHMNOy8uBiMqEO9bJGdUdYBcp4EJOvs5bhHyXzJIUFBxbpLCtIopq6sbNTf17HbKpsgWSQ9F_CmN2o8qwMWM_gFjRzTrFy7HXZ2LF2oRIN1YwH42GAdCyKdl5CI9J2XI7JWhz72mAS71TOGCMtc4IodzJMMVmFc87/s295/EVUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="171" data-original-width="295" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYVk7-0hd3nRoJJqksbg57x213y7bIHMNOy8uBiMqEO9bJGdUdYBcp4EJOvs5bhHyXzJIUFBxbpLCtIopq6sbNTf17HbKpsgWSQ9F_CmN2o8qwMWM_gFjRzTrFy7HXZ2LF2oRIN1YwH42GAdCyKdl5CI9J2XI7JWhz72mAS71TOGCMtc4IodzJMMVmFc87/s1600/EVUntitled.jpg" width="295" /></a></div><p>Por Eduardo García Aguilar</p><p style="text-align: justify;">Cuando
llegué a México, en septiembre de 1980, lo primero que hice fue
presentarme a una leyenda de la literatura mexicana, amigo de Juan
Rulfo, don Edmundo Valadés (1915-1994), autor del libro de cuentos La
muerte tiene permiso y quien dirigía entonces la sección cultural del
prestigioso y poderoso diario capitalino Excélsior. Después de hablar un
rato, le dije que deseaba colaborar en el periódico.<br />
Valadés, que era un caballero de adarga antigua, me dijo que le llevara
dos artículos para leerlos y decidir, pero yo ya los traía en mi carpeta
y se los dí. Me dijo que mirara el diario en los próximos días y si
aparecía alguno publicado, ya podía considerarme columnista de ese gran
diario. El jueves siguiente vi el artículo publicado y desde entonces
fui un colaborador habitual con la columna semanal y con entrevistas o
reportajes varios que le presentaba y siempre me publicaba y por los que
pagaban una buena suma de dinero. Los colaboradores debíamos
presentarmos en un piso alto del señorial edificio de Reforma ante el
administrador, don Juventino Olivera López, quien firmaba siempre en
presencia del autor el documento con el que uno iba después a cobrar a
la caja.<br />
Durante tres años colaboré estrechamente con Don Edmundo, una de esas
figuras humanistas y generosas de otros tiempos que ya desaparecieron
para siempre, nacidos a principios del siglo XX y que trabajaron y
lucharon a lo largo de la centuria por la cultura, que en México tuvo
gran protagonismo desde la Revolución y la gestión de José Vasconcelos
como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y ministro de
Educación. México es en definitiva un gran país milenario y sin duda el
hermano mayor de los países latinoamericanos. Posee grandes
instituciones culturales y universitarias, editoriales de alto rango
apoyadas por el Estado, alimentadas con el trabajo de maestros y
eminencias del exilio español, internacional y latinoamericano a lo
largo del siglo.<br />
En varias oleadas de migración cultural, México acogió a los
latinoamericanos en su seno y les facilitó vivir, crecer y prosperar en
esa tierra como profesores o periodistas y a eso se agregó a lo largo
del siglo la presencia de figuras de la cultura mundial como el
cinesasta ruso Einseinstein, León Trotsky; los novelistas ingleses D.H.
Lawrence, Malcolm Lowry y Graham Greene; los franceses Antonin Artaud,
Jacques Soustelle y J.G.M. Le Clézio, o los beatniks norteamericanos
William Burroughs y Jack Kerouac.<br />
Trabajé con Edmundo Valadés durante tres años de gran fertilidad y
cuando él tuvo que salir del periódico, me dijo que me quedara, pero
decidí irme también, con tan buena suerte que poco después me acogieron
en el otro gran diario mexicano Unomásuno, cuyo suplemento literario
Sábado era el principal del país y estaba dirigido por Huberto Batis,
otra gran figura de la cultura literaria con quien trabajé varios años.
Por esa redacción pasaban sin falta todas las figuras de la literatura y
la cultura mexicana y latinoamericana que iban a dejar sus artículos en
persona, antes de la era digital.<br />
Llegué a México deseoso de calentar motores literarios en el momento
preciso, pues solo faltaban dos años para que le dieran el Nobel a
García Márquez y estaban vivos y presentes ahí Rufino Tamayo, Juan
Rulfo, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Álvaro Mutis, Elena Garro, María
Félix, Cantinflas, Tongolele, Dámaso Pérez Prado, Ninón Sevilla y miles
de figuras del arte, el saber y el pensar. <br />
Para cualquier escritor mexicano o latinoamericano, México ha sido como
un paraíso, pues hay poderosas editoriales de carácter federal como el
Fondo de Cultura Económica o la de la UNAM y en cada estado existen
otras patrocinadas por universidades e instituciones locales. También se
otorgan cada año becas y decenas de premios literarios y artísticos muy
bien dotados, por lo que tarde o temprano todo autor o artista recibe
uno de ellos. Y esa generosidad cultural es tan sagrada que a nadie se
le ocurriría hacer desaparecer esas canonjías a las que se agregan las
de instituciones como el Colegio Nacional o las becas del FONCA, que
pagan a veces con carácter vitalicio abultados sueldos a los letrados
miembros de la clerecía cultural. Muchos escritores listos o bien
conectados han podido vivir así parte de sus vidas, y a veces toda la
vida, financiados por las instituciones.<br />
No se si eso sea bueno o justo, pero tales privilegios han existido en
México para escritores y artistas como remanente de la política cultural
instalada por la revolución institucionalizada en la primera mitad del
siglo XX. Y por eso los autores y artistas mexicanos son tarde o
temprano homenajeados a nivel nacional o regional hasta su deceso,
cuando algunos reciben los altos honores en el Palacio de Bellas Artes,
como ocurrió con María Félix, Cantinflas y Gabriel García Márquez, entre
otros. Aunque durante décadas las canonjías fueron acaparadas por
élites endogámicas capitalinas blancas de origen europeo, después se han
abierto y democratizado hacia las minorías étnicas y los provincianos.
Un ejemplo a seguir en el resto del continente. </p><p style="text-align: justify;">------</p><p style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 3 de marzo de <br />2024. <br /></p></div>
<div class="nd-pub-desktop contextual-region block block-block-content block-block-content7b3083ad-6ad5-4ae7-881c-61ce2d47749a" id="block-block-content-7b3083ad-6ad5-4ae7-881c-61ce2d47749a">
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</div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-40816872060491949152024-02-25T10:20:00.000-08:002024-02-25T14:18:39.840-08:00EL LEGADO DE GERMÁN ARCINIEGAS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_sIYw3DVF9XsaZo6fc9Uxut0IO-ckeHNaI8cmoUIua6g5Jy98MWV4mZRjecwLVYyX-WAkYkCKLDpozFLNJ9XKIbUTwJMoyP8fj0WFWIAPM6OPzCifLTiuNbZOZRuetrHDzbCdr6w-ZeW1JmAtIxjRbk-eHh7yTIG0uQ7CvSq3ZPKEQU9euF8ZDU_vciG1/s233/GAUntitled.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="233" data-original-width="216" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_sIYw3DVF9XsaZo6fc9Uxut0IO-ckeHNaI8cmoUIua6g5Jy98MWV4mZRjecwLVYyX-WAkYkCKLDpozFLNJ9XKIbUTwJMoyP8fj0WFWIAPM6OPzCifLTiuNbZOZRuetrHDzbCdr6w-ZeW1JmAtIxjRbk-eHh7yTIG0uQ7CvSq3ZPKEQU9euF8ZDU_vciG1/s1600/GAUntitled.jpg" width="216" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar <p></p><div class="yiv1746676506ydpa654df6epost-body yiv1746676506ydpa654df6eentry-content" dir="ltr" style="line-height: 140%; margin-bottom: 1em; margin-top: 5px; text-align: justify;"><div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item"><p>En
tiempos de recrudecimiento de la intolerancia en las diversas
trincheras latinoamericanas del siglo XXI, es refrescante celebrar la
obra de Germán Arciniegas (1900-1999), un viejo demócrata, caracterizado por el ejercicio generoso del
diálogo y la polémica. Este patriarca viajero perteneció a una amplia
generación de latinoamericanistas liberales que, desde diversos matices y
temperamentos, lucharon por la implantación de la democracia en un
continente que vivía desde la independencia anegado en pobreza, luchas
fratricidas y caudillismo.</p>
<p>Marcados en el norte por el entusiasmo generado por la Revolución
Mexicana y las acciones culturales del ministro José Vasconcelos, y en
el sur por la rebelión estudiantil de Córdoba o el ideario de Víctor
Raúl Haya de la Torre, se caracterizaron por una creatividad desbordada
al servicio del continentalismo bolivariano: Mariano Picón Salas y
Arturo Uslar Pietri en Venezuela, José Vasconcelos y Alfonso Reyes en
México, Pedro Henríquez Ureña en República Dominicana, José Carlos
Mariátegui y Luis Alberto Sánchez en Perú, Baldomero Sanín Cano y Jorge
Zalamea en Colombia, y Aníbal Ponce y Enrique Anderson Imbert en
Argentina, fueron algunos de esos nombres que inundaron las páginas de
diarios y revistas con esa fe latinoamericanista que ahora se cambió por
la polarización y el insulto.</p>
<p>Creían entonces que era posible conducir al conjunto de naciones del
área hacia la convivencia pacífica, en el marco del renacimiento
cultural y el diálogo abierto entre opiniones diversas sobre los rumbos a
seguir. Surgidos al calor del auge periodístico, algunos de esos
hombres trataban de seguir las huellas de antecesores modernistas como
el colombiano José María Vargas Vila y el guatemalteco Enrique Gómez
Carrillo, los más grandes bestsellers idolatrados de la época y de
quienes hoy pocos se acuerdan. Arciniegas tiene del primero el gusto por
el escándalo, y del segundo una redacción más pulida y llena de color,
aunque comparte con ambos la ligereza y la imaginación desbordada.</p>
<p>Ya Bolívar, en sus últimas cartas, entre la amargura del desprecio,
expresó con lucidez escalofriante sus dudas sobre la posibilidad de
redención del continente, convirtiéndose así en el primer decepcionado y
único visionario apocalíptico. Estos buenos hombres íntegros y
discretos que eran civilistas, universitarios, funcionarios,
diplomáticos, editores, capitalinos de sombrero Stetson, bastón,
chaleco, corbata negra y cuello duro, florecieron en la primera mitad
del siglo XX en todo el continente y hoy por hoy nos parecen extraños
animales en vías de extinción, porque para el mundo actual no hay hombre
más bobo que uno íntegro. Después de muchas décadas de aventura
romántica, signada por la angustia de vivir entre la civilización y la
barbarie, hombres como éstos constituyeron el primer esfuerzo
latinoamericano por pensar desde las universidades sin complejos frente
al Viejo Mundo. La mayoría, como el derrotado Vasconcelos, un prosista
notable y cuyas Memorias son lectura fundacional para todo
latinoamericano, terminarían vencidos, en el exilio, apedreados,
pateados, salvo Arciniegas, que siguió longevo fiel a su entusiasmo.</p>
<p>A través de los libros de Arciniegas, muchos entraron al mundo
ficticio del pasado continental lleno de Coatlicues y príncipes de
taparrabos y plumas, virreyes de peluca y zapatillas, bucaneros tuertos y
con pie de palo, reyes lejanos, mercaderes, esclavos negros y bellas
cortesanas, inquisidores, fantasmas, vírgenes, monjes y libertadores, en
lo que constituía el catálogo barroco de los abalorios históricos del
continente a lo largo de 500 años de colisión con el Viejo Mundo. Él
supo captar con sus relatos la atención de varias generaciones de
estudiantes y autodidactas, convirtiéndose en documentalista de las
tragedias y hazañas de héroes y anónimos. Con él, los adolescentes
descubrieron las maravillas de El Dorado, siguieron las gestas de Tupac
Amaru y Los Comuneros, conocieron a Bolívar, Flora Tristán y José Martí,
y siguieron las proezas de película de los bucaneros del Caribe.</p>
<p>Durante muchos años El estudiante de la mesa redonda (1932) y
Biografía del Caribe (1945), desde sus sólidas ediciones argentinas,
circularon por encima de las fronteras y fueron traducidos a varias
lenguas, convirtiendo al bogotano en clásico continental.</p>
<p>Es posible que la obra de Arciniegas haya sacrificado el rigor en
aras de la difusión, alejado de la prueba documental en vez de cotejar
archivos, y dando voz especial a la anécdota para sentarse en los
laureles de la amenidad periodística, pero es innegable que sus libros y
miles de artículos encendieron y animaron a muchos.</p>
<p>En sus mejores libros, América, tierra firme (1937), Los comuneros
(1938), Este pueblo de América (1945), Biografía del Caribe (1945),
Entre la libertad y el miedo (1952), Amérigo y el Nuevo Mundo (1955), El
mundo de la bella Simonetta (1962), El continente de los siete colores
(1965) y América Mágica (1959), Arciniegas reivindica el derecho de los
millones de aventureros pobres que, según él, poblaron América a través
de los siglos, y predica la solidificación de esa mezcla de razas en
busca de una nueva tierra. Rescatemos a Arciniegas, desempolvemos sus
libros y volvamos a leerlo con entusiasmo.</p><p>-------</p><p>Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 24 de febrero de 2024. </p><p>*Versión condensada de un texto más amplio sobre Germán Arciniegas. <br /></p></div>
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</div><span style="font-size: 100%;"><span class="yiv1746676506ydpa654df6eApple-style-span" style="color: #3366ff;"> </span></span></div><div class="yiv1746676506ydpa654df6epost-body yiv1746676506ydpa654df6eentry-content" dir="ltr" style="line-height: 140%; margin-bottom: 1em; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span style="font-size: 100%;"><span class="yiv1746676506ydpa654df6eApple-style-span" style="color: #3366ff;"> </span></span></div><div class="yiv1746676506ydpa654df6epost-body yiv1746676506ydpa654df6eentry-content" dir="ltr" style="line-height: 140%; margin-bottom: 1em; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span style="font-size: 100%;"><span class="yiv1746676506ydpa654df6eApple-style-span" style="color: #3366ff;"> </span></span><span style="color: #3366ff;"><div class="yiv1746676506ydpa654df6epost-body yiv1746676506ydpa654df6eentry-content" dir="ltr" style="line-height: 140%; margin-bottom: 1em; margin-top: 5px;"><div><span class="yiv1746676506ydpa654df6eApple-style-span" style="color: #555544; font-family: tahoma; font-size: 13;"><div><span style="color: #3366ff;"><div class="yiv1746676506ydpa654df6epost-body yiv1746676506ydpa654df6eentry-content" dir="ltr" style="line-height: 140%; margin-bottom: 1em; margin-top: 5px;"><div><span class="yiv1746676506ydpa654df6eApple-style-span" style="color: #555544; font-family: tahoma; font-size: 13;"><div><div><div><div><div><div><br /></div></div></div></div></div></div></span></div></div></span></div></span></div></div></span></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-52862300172304534702024-02-10T05:10:00.000-08:002024-02-10T05:11:37.357-08:00EL GUATEMALTECO LUIS CARDOZA Y ARAGÓN<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBW_fyYHU3f3mlCYtiRzdPhiehvcSosGpPJJzN95mJUfcLChDaUwUqh1FVdl_V8krafAOKKk5lVZp4n7V5QQmM0e-_5Dc1Son6gwNZByPV2iBaEdD_uAxi_zf_kgNmhHYA-qBkBgkov4YK0RSh9K-pGdu8TitjQVTk3WYBTwvXNBhqw6K4JroPu9YD1EG7/s300/LCYUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBW_fyYHU3f3mlCYtiRzdPhiehvcSosGpPJJzN95mJUfcLChDaUwUqh1FVdl_V8krafAOKKk5lVZp4n7V5QQmM0e-_5Dc1Son6gwNZByPV2iBaEdD_uAxi_zf_kgNmhHYA-qBkBgkov4YK0RSh9K-pGdu8TitjQVTk3WYBTwvXNBhqw6K4JroPu9YD1EG7/s1600/LCYUntitled.jpg" width="300" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">El
guatemalteco Luis Cardoza y Aragón (1904-1992) cruzó el siglo XX sin
perder el aire de fronda juvenil dadaísta y vanguardista que vivió
cuando fue adolescente viajero. Participó en el dadaísmo, el futurismo y
el surrealismo y compartió en París habitación con el peruano César
Vallejo en los años locos de entreguerras. Autor precoz, publicó Luna
Park (1923), Maëlstrom (1926) y El sonámbulo (1937) y ya al final de su
vida El río: novela de caballerías (1986), su vasto volumen de memorias
irreverentes, que tuve la alegría de presentar en la Ciudad de México en
el Museo Tamayo. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span>Era
contemporáneo de Jorge Luis Borges y Pablo Neruda, o sea que nació
cuando una extraña división internacional de la actividad literaria
imponía a los latinoamericanos el oficio de hablar de
dictadores, muchedumbres hambrientas, cocodrilos y serpientes
tropicales. Mientras menos ideas tuviera un
texto, mientras más subrayara el carácter supuestamente animista y
folklórico de nuestras tradiciones, más aceptación y regocijo entre los
buscadores de exotismo occidentales. Borges y Cardoza y Aragón se
rebelaron contra eso. Miguel Ángel Asturias y Neruda jugaron un poco el
juego.<br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span><br /></span></div><div style="text-align: justify;">Cardoza
y Aragón destruyó su propia estatua e invitó a incendiar los mausoleos y
los ataúdes donde los incrédulos sepultan las palabras y las ideas. Su
vida y obra nos invitan a perdernos en el bosque encantado, a no
conceder jamás ante a las tentaciones que la realidad tiende para
atrapar y apagar a los poetas. El escritor rebelde debe lanzarse
gritando al otro lado del espejo, para llegar a un mundo de donde jamás
habrá retorno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes, otros
latinoamericanos intentaron rebelarse como José Asunción Silva, el
mexicano José Juan Tablada, el barroco uruguayo Julio Herrera y Reissig y
el chileno Vicente Huidobro, pero pocos lograron desaparecer al otro
lado del espejo y la mayoría de sus contemporáneos se guardaron una
llave para regresar al redil. Por eso lo que nos seduce de Cardoza y
Aragón es su creencia en el poder de las palabras en una época que las
perseguía. Y su obra fue incisiva y terrible, porque siempre dijo lo que
no se debía decir. Por eso no le dieron grandes premios. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La
generación modernista, tan criticada por "europeísta" y
"aristocratizante" fue la primera en dar voz universal al continente.
Llevando hasta sus últimas consecuencias el deseo de comerse al mundo
entero, los poetas y prosistas modernistas de fines de siglo XIX y
comienzos del XX se arrogaron el derecho de hacer exótico lo civilizado y
civilizado lo exótico. Viajando por conventos medievales, rocosas dunas
israelitas, bogando por el Mar Rojo, visitando la isla de Rodas, el
nicaraguüense Rubén Darío y el guatemalteco Gómez Carrillo conquistaron
un derecho al que otros renunciaron después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luis
Cardoza y Aragón, hijo de la señorial ciudad de Antigua, cruzó
silencioso el siglo XX como portaestandarte, médium, brujo, alquimista
de nuestra verdadera esencia latinoamericana: el viaje. Somos el fruto
de mil viajes y nuestro mundo es un puerto imaginado en cuyos muelles
atracan los barcos perdidos. Existimos en una dimensión que bien podría
estar al otro lado del espejo, donde el firmamento es el mar reflejado.
El autor de Pequeña sinfonía del nuevo mundo no hizo escuela y escribió
solitario en esa dimensión abstracta que pocos se atrevieron a
conquistar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al leer la
Poesía completa o El Río, ambos publicados por el Fondo de Cultura
Económica, uno descubre que entregó su vida a jugar con las palabras
convocando con ellas lo no dicho o lo inexistente. La obra del
guatemalteco brilla porque obdedece a dos pulsiones escasas: el deseo de
iluminarse, descubrir los goznes, tuercas, tornillos del misterio, y
por otro lado dejar pruebas del incendio y suscitar un destello en los
lectores que compartan el riesgo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No
se puede catalogar a Cardoza y Aragón. Lo único que podríamos decir es
que está tan cerca de lo antiguo como de lo nuevo. Pudo sentarse en la
misma mesa con Safo, Virgilio, Ronsard, Breton o Maiakovski. A la
revolución de los modernistas agregó la conciencia cósmica que las
trompetas y los clarines del ritmo diluyeron y a la irreverencia de los
vanguardismos, a veces tan calculados y superficiales, le otorgó la
conciencia de la nada. A la pastelería de los alejandrinistas, para
quienes lo profundo es una congoja de payasos, le tiró un bote de
basura. A los poetas "comprometidos que escribían para el pueblo y otros
hastíos similares", como su amigo Pablo Neruda, los invitó a dejar de
negociar con el estómago vacío de los otros para llenar el suyo. Por eso
reivindicó a los derrotados y dijo: "admiro a los desconocidos que
crearon bien o mal, los diarios intimos que nadie leyó, las memorias
desaparecidas, los cuadros que nadie vio, las sinfonías nunca tocadas,
los poemas nunca leídos".</div><div style="text-align: justify;">----------</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. 11 de febrero de 2024. </div><div style="text-align: justify;">* Versión condensada de un texto más amplio.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-57057382004780070772024-02-09T06:30:00.000-08:002024-02-09T06:31:30.492-08:00¿QUO VADIS GARCÍA AGUILAR, ESFUMADO DEL DISTRITO FEDERAL HACIA EL PARÍS DE NUEVO SIGLO?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqHYX3C4UdaClOEmKHpUEH9gTSvWVGLwD1Fo4nc5QZWk47Rw6yeVMlg7swgLIyuZxYb4zfVjoY9sNCP0e4Ujomh7sPyr0f7Gfi6AMMexcaKQ95Ii8Er90KIhPPhIWJQJfZdiKdv3Z5knV-UNhyphenhypheneZ9UMpr-jc8PnHUxdcEl_CNHb2kpFsiyxyXfudRGvOpK/s960/EGA101658634_10158461917899592_4438303797915156480_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="638" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqHYX3C4UdaClOEmKHpUEH9gTSvWVGLwD1Fo4nc5QZWk47Rw6yeVMlg7swgLIyuZxYb4zfVjoY9sNCP0e4Ujomh7sPyr0f7Gfi6AMMexcaKQ95Ii8Er90KIhPPhIWJQJfZdiKdv3Z5knV-UNhyphenhypheneZ9UMpr-jc8PnHUxdcEl_CNHb2kpFsiyxyXfudRGvOpK/s320/EGA101658634_10158461917899592_4438303797915156480_n.jpg" width="213" /></a></div><strong>POR CARLOS FRANCISCO ELÍAS</strong><br />In Memoriam: Teresa Velo, alumna del Centro de Capacitación Cinematográfica, Distrito Federal, México. Clase 80 – 81.<p></p><p><strong>SECUENCIA PRIMERA: DISTRITO FEDERAL, MEXICO, EXTERIOR REVENTON…</strong></p><p>En
los años que el Distrito Federal dicen era habitable, dicen los
nostálgicos de México en los años 80, cuando la mugre y el humo de
ciudad se hacía todo una pasta que se alojaba dulcemente en los hoyuelos
de nariz limpia de todo polvo maligno y resacón, había una escuela de
cine situada entre General Anaya y Río Nazas, bambúes erguidos y todo
eso, era el CCC (para los alumnos más nihilistas, la primera C era de
dónde la espalda pierde su anatómico nombre, la segunda de Cara por lo
costosa y la tercera C era la primera letra del diccionario mexicano
popular por excelencia Chingue su madre Guey)…</p><p>La descripción
anterior podría ayudarnos a detectar la mezcla de alumnos y alumnas que
esa escuela de cine tenía, siendo en su tiempo la más sofisticada y
pequeño burguesa de todo México.</p><p>Allí en el Centro de Capacitación
Cinematográfica, allí mismo en el bullicio de Qué hondón Ramón, en la
fuerza de la rebeldía de la inteligencia y la sed de saber, allí,
repito, donde el cielo tenía que pedirle permiso al ollín, para dar un
poco de azul, estaba con todos nosotros Eduardo García Aguilar,
colombiano nacido en Manizales, que hacia esos tiempos ya había estado
en París y habíamos coincidido en México iniciando aquella década en que
Peggy Sue, o Kathleen Turner, llenaba las pantallas con gringas y
bellas pantorrillas de rosi, rosi sin bom bá, y el resto era una sonrisa
de muchacha a lo Fitzgerald, sanota y de ojos grandes como la tierra,
Peggy Sue se quería casar…</p><p>Eduardo García escribía en el
Excelsior, tenía una de esas columnas matutinas cada dos días, que en
América Latina suelen alegrar la mañana, porque a decir del resto de las
noticias, como siempre, eran tragedias diarias ya imaginadas en las
calles entre tacos callejeros y voces infantiles al sonsonete de señor
deme para mi camión, que no era otra cosa que eso que nosotros llamamos
la guagua, que en ese rico laberinto de la lengua latinoamericana, para
los chilenos es el transporte de la mujer grávida…</p><p>Él siempre
tuvo la disposición de ser un buen escritor, aún recuerdo las agradables
conversaciones entre quien iba a ser uno de los narradores jóvenes de
México (Héctor Perea, entonces en el CCC con nosotros) y Eduardo García
Aguilar: las conversaciones eran de arcas perdidas, de sueños no
negociados, de añoranzas fílmicas y literarias entertenecidas, de
vocación y lirismo en pleno VIP del Patio de la antigua Cineteca
Nacional de México, aspiraciones sobraban y rebeldía había de sobra.</p><p>Porque
todo aquello era una transición latinoamericana, vivida junto a las
ideas de grandezas de López Portillo, con su política sobre el Caribe,
Castañeda padre obliga, que hizo llegar a nuestras costas el único Padre
Montesinos Rastafarian, que bien alguna vez conmoviera a Antonio
Zaglul.</p><p>Aquel México que ya no existe más donde bien podías
encontrarte en una casa de los viejos generales o emparentados de la
Revolución, troncos apellidos, reventón obligaba también: eran los
tiempos de Campestre Churubusco, la fiesta todos los días, lunes,
martes, miércoles y jueves habían perdido nombre, se llamaban viernes y
sábado y la vida del mundo exterior transcurría desde los cielos de
México en rebeldía por ser visto y parir colores.</p><p>En la escuela,
entre argentinos (uno de Cordoba y otro de Buenos Aires) colombianos,
salvadoreños, brasileños, dominicanos y mexicanos, el CCC buscaba un
nivel insólito que generó un gran viraje en aquella escuela modocita
hasta que nosotros llegamos, todos, y la pusimos patas hacia arriba
(Pepito de la Colina, español, mala leche y profesor no muy querido aun
debe recordarse de quienes le curaron aquella amargura manchega que el
aula no tenía por qué pagar) para que pudiera respirar de los tabúes y
estrecheces, para que fuera Scola libera, entonces nadie puro parar todo
aquello: galope de manzanas a trote en plena pendiente, desborde de
curiosidad y fascinantes discusiones, nombres en claves que no
necesitaban ser descritos, utopías latinoamericanas, en fin, mientras
Reagan regaba lo único que sabía: hambre, miedo y luchadores de
libertades americanas en toda Centro América, obviamente en este tema
estábamos divididos: porque algunos si bien rechazabamos la dictadura de
la dinastia Somoza, el cuento Sandinista del poder y su transformación,
era una cosa, aunque respetábamos lo que había significado la guerra de
liberación contra la dictadura.</p><p>El resto de la historia, nos daría la razón a algunos, lamentablemente…</p><p>Pero
era un tiempo de mucho tránsito por México, su ubicación geográfica, su
frontera con Guatemala y los vientos que soplaban le obligaban a ser
una discreta frontera de tolerancia, porque Guatemala era una sola nota
de desaparecidos.</p><p>De ese México habrá siempre un nombre memorable:
Alaíde Foppa, la campaña por su aparición viva, la movilización por
aquella mujer brillante, excelente poeta, dulce en sus añoranzas
silenciada por el servicio secreto del ejercito de Guatemala; se perdía
en las tinieblas del oscurantismo militarista una voz, esa Alaíde era la
misma que tenía un excelente programa en Radio Educación llamado Foro
de Mujeres, Susan Sontag, por cierto por esas ondas había pasado,
haciendo dúo de voz con Alaíde Foppa con una ironía en las ideas que
solo la gran agudeza puede mostrar sin banalidad…</p><p>Mientras todo
esto pasaba, en el corazón de los años 80, Eduardo García Aguilar
mostraba una peculiar sensibilidad para mirar todo lo que como grupo
vivíamos, indiferencia no había, pero tampoco existía aquel aferramiento
a esas revoluciones de boquitas pintadas y café, de tedio en mesa y
bostezo dorado de no compromisos.</p><p>Entonces cuando el chauvinismo
mexicano afloraba, enfermizo y letal el arma del desarme era no ponernos
nacionalistas y todo se neutralizaba de inmediato, en este punto
Eduardo García Aguilar era clave, para hacer entender que los
nacionalismos necios no tenían razón de ser, en más de una ocasión fue
su tema polémico y la conclusión era la misma: que valorabamos y
queríamos a México porque su historia permitía reunirnos en aquella
tierra hermosa y sufrida, noble y digna, como su gran pueblo, el
fantasma del artículo 22 se alejaba de inmediato, que creo era el de la
expulsión con el cual hacíamos bromas todos los días y todas las noches
en los inmensos y maratónicos reventones de ciudad grande me he
perdido, trágame, estrújame, tiéndeme y avísame cuando llegue el lunes…</p><p>De
ahí el título de este apartado: Exterior Reventón, o lo que es lo mismo
fiesta ciega latinoamericana contra la guitarra de las 10 de la noche,
que suele sacar en todo buen mexicano el amargue a lo Jorge Mistral.
Exterior Reventón, cuando la calle se hacía grande el viernes en la
escuela, cuando las luces del cine se apagaban en historia del Guión en
el Cine mudo, el profesor Pérez Turren, sabía que algo pasaba, porque el
exceso de ginebra en la oscuridad impedía pronunciar el nombre de F. W.
Marnau correctamente, el Exterior Reventón, nombre en clave mexicana de
la fiestas, apenas se iniciaban allí, aquello era…</p><p>Y en el
espíritu de toda aquella gente interesante, de humor y profundidad
cuando era necesario, de fascinación por libros y películas, de
adivinadores de claves en cintas y libros complicados, de polémicas
amistosas, el Exterior Reventón era la clave de una bohemia fértil, el
futuro así lo demostraría.</p><p>Porque era imposible vivir el Distrito
Federal sin aquellas convocatorias, sin mirar el mito popular del Santo
luchando contra las Momias de Guanajuato y las mil operaciones en los
ojos de Rigo Tovar a ritmo de música cachaca, ritmo retozón muy lejano
de los corridos de polka norteño, mientras Elena Poniatowska, sonrojada
nos contaba cómo había conocido a Gaby Brimmer, eso que luego fue
reducido a: Gaby a True Story.</p><p>Sabíamos que era demasiado, se
vivía más de lo que suponíamos y entre ficción y realidad, entre la
inmensidad de librerías fabulosas, entre análisis de marxismo
transnochado, Bartra y sus cruces, interpretaciones agrarias y agrias
aparte, los penkos cuerpos de las chicas de Ghandi y Polanco, una
especie de Gazcue en sus albores, Exterior Reventón, possssssí, no había
de otra, estudiar el cuete, cuete, que era como decir cohete,
definición atinada y espacial mexicana, lo que para los domicanos es el
jumazo glorioso, que suponemos en este caso muy tricolor…</p><p>Aquel
México ya no existe más, en el sortilegio que es siempre volver a
México, designio piramidal aún sin descrifar, espacio poseído de una
historia invisible todavía no narrada, irrupción de un deseo que se
convierte tortuoso e inevitable, hasta que se cumple, para comprender
que hay un solo México y cada uno de nosotros lo lleva tatuado por
dentro, porque aquel México ya no existe más, fue un momento, un tempo
de nuestras vidas, atesoramiento en la ilusion en la que el sueño del
maguey gigante que te persigue se detiene cuando el avión vuelve y
aterriza en el Distrito Federal, ahí fue la útima vez que vi a Eduardo
García Aguilar…</p><p><strong>SEGUNDA SECUENCIA (Y ULTIMA): <br /></strong><strong>PARIS EN LE DANTON 2004. EXTERIOR <br /></strong><strong>QUARTIER LATIN…</strong></p><p>Mortecino el año 2004 no prometía grandes cosas en un París repasado y recorrido, con un frío nada habitual.</p><p>En
el mismo mes de diciembre en la Habana había preguntado a unos
mexicanos por Eduardo García Aguilar, alguien lo recordó y acotó que no
vivía ya en México…</p><p>Al llegar a París para el fin de año, había
pasado por allí en el 2000, no podía evitar cruzar por Odeon, por el
Barrio Latino, entrar a Le Danton y de repente observar una cara
conocida, a discresión.</p><p>Si esta secuencia se ubica como Exterior
Quartier Latin, es porque allí sin buscarnos, nos encontramos con
Eduardo García Aguilar y repasamos en París todos los sueños mexicanos,
los mismos que casi están narrados más arriba.</p><p>Luego de una larga
conversación de café, paseo por Luxemburgo, maravillados de nuevo por
esa forma de arte público más que centenario, Eduardo se confesó devoto
de París a morir, yo no pude compartir aquella idea, me reservé el
entusiasmo, pero tampoco le hice sentir mal, lo importante era que esta
ciudad nos había reunido y que eé estaba contento con autografiarme su
novela Tequila Coxis, donde nuestro grupo del CCC de México era
protagonista de espíritu, rebeldía y estampa.</p><p>Eduardo García Aguilar ha sido la sorpresa que diciembre guardaba,
descubriendo desde el lugar de los mundos perdidos (allí donde un ángel
guardián todo lo mira y lo guarda) aquel encuentro entrañable esculpido
desde el alma misma de una ciudad fría, angustiosa, que se inquietaba en
su frenesí de espera al año nuevo que fue el 2005.</p><p>--------------------</p><p>Publicado en Hoy, República Dominicana. 5 de marzo de 2005. <br /></p><p> </p><p></p>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-85432115246568347642024-02-09T05:20:00.000-08:002024-02-09T05:21:20.124-08:00EL VIAJE LITERARIO DE SALAZAR PATIÑO<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-tw7nhLppw3k_7-ObquDVigOR-vJXHUQhvCfHpDd1lhwmxOYVIJBBOawimJ2vBCq3BXHxzTUd1pdFrcnf1luQAjg5ujisG5VC6_1xW-bObSbJFBoGru7y_Gpu4CbwEgcHDOEbBNPKD_l8FFYfLApIdsyJsX_Az2N5AryxRusQSw-9LceczbpzUHklSv5x/s229/HSUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="229" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-tw7nhLppw3k_7-ObquDVigOR-vJXHUQhvCfHpDd1lhwmxOYVIJBBOawimJ2vBCq3BXHxzTUd1pdFrcnf1luQAjg5ujisG5VC6_1xW-bObSbJFBoGru7y_Gpu4CbwEgcHDOEbBNPKD_l8FFYfLApIdsyJsX_Az2N5AryxRusQSw-9LceczbpzUHklSv5x/s1600/HSUntitled.jpg" width="229" /></a></div> Por Eduardo García Aguilar<p></p><p></p><div style="text-align: justify;">Poco
antes de la pandemia el polígrafo y polemista manizalita Hernando
Salazar Patiño vino a París en el marco de una larga gira por varias
ciudades europeas, que lo llevó a Roma, Viena y Madrid, entre otras
capitales. Instalado en un apartamento cerca de la famosa plaza de la
Bastille, donde estuvo preso el Marqués de Sade, vino para quedarse solo
unos días, pero al final extendió su estadía, pues sin duda esta ciudad
lo estaba esperando desde hace tiempos y quería atraparlo con sus redes
misteriosas.</div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">La
prueba es que cuando fuimos al cementerio Père Lachaise ocurrió algo
que parecía surgido de la novela fantástica de Michel Bulgákov El
maestro y Margarita. Apenas ingresamos, llegamos de frente y por azar a
la tumba de su admirada escritora Colette y a su alrededor un grupo de
teatro ataviado como en la época representaba aspectos de su vida y
obra.</div><div style="text-align: justify;"> <br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">Salazar
Patiño, quien además tiene talento de actor, interactuaba con los
comediantes, asombrados de verlo tan emocionado en medio de las tumbas
de las grandes celebridades que pueblan la ciudadela de los poetas
muertos donde reposan Molière, Proust, Oscar Wilde, Balzac, Miguel Angel
Asturias, Rufino J. Cuervo, Alain Kardec y Jim Morrison, entre otros.</div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">Seguimos
al grupo teatral, que se detuvo después en la tumba de Proust para
escenificar aspectos de su vasta obra En busca del tiempo perdido y así
saltamos como saltimbanquis de una tumba a otra siguiendo a los actores y
a su selecto público, como si estuviésemos en un sueño literario o
embrujados por el gato misterioso de Bulgákov. He ido decenas de veces
al Père Lachaise con amigos, pero solo con Salazar Patiño podía
sucederme algo tan fantástico, digno del teatro del absurdo de Eugène
Ionesco. </div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">E
igual me ocurrió con él cuando paseábamos por la famosa calle de Lappe,
cerca de la Bastille, sitio malevo famoso a comienzos de siglo XX y
escenario de filmes, poblado por decenas de bares como el famoso dancing
Club Balajó, además de otros antros de música caribeña o de rock. Ahí
también la simpatía y elocuencia del escritor manizalita cautivó a los
dueños de uno de los bares icónicos de rock, Le Bastide, que desapareció
tras la pandemia, manejado por unos viejos ex hippies y donde se
escuchaban en discos de vinilo todos los clásicos del género. Ellos
querían homenajearlo y cerraron expreso el bar para eso, pero había
tanto humo adentro que nuestro autor no pudo resistir e hizo mutis. <br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">La
primera vez que vi al autor de Herejías (1983) y otros libros fue
cuando para promocionar la revista cultural Siglo XX, en compañía de
otros estudiantes de la Universidad de Caldas pasó por los salones del
Instituto Universitario, donde yo cursaba, antes de que me expulsaran,
el tercero de bachillerato. Después coincidimos en el legendario recital
de Pablo Nerurda en el Teatro Fundadores, como lo atestigua la foto
icónica de Carlos Sarmiento, y más tarde, a lo largo de las décadas, nos
encontramos en ferias del libro, fiestas, conferencias y coloquios,
pero nada como esta afortunada visita suya a la ciudad luz, llena de
milagros.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">París sabía que
Salazar Patiño ha sido uno de los más fieles lectores y conocedores de
la literatura francesa en Colombia. Por sus manos han pasado los grandes
autores de este país, antiguos y modernos y además de Baudelaire,
Rimbaud, Colette, François Mauriac, André Malraux, Simone de Beauvoir,
Jean Paul Sartre y Albert Camus, él conoce otros escritores secretos. <br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">Por
eso la ciudad de Santa Genoveva y Baudelaire lo recibió con sorpresas y
guiños teatrales en cada esquina para agradecerle su fiel viaje de más
de medio siglo por las letras francesas. Y no solo su viaje por las
letras de la tierra de Montaigne y Rabelais, sino su pasión por la
literatura de todas las lenguas y épocas y en especial la de su propia
tierra, Manizales, a la que ha dedicado libros y minuciosas
investigaciones sin fin, a veces muy polémicas. <br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">Durante
su visita hablamos mientras caminábamos hacia el Père Lachaise o
Bastille de sus grandes amigos manizaleños de su generación Hector Juan
Jaramillo y Jaime Echeverri, quien fue su vecino en la adolescencia, y
evocamos figuras inolvidables de la cultura de Manizales como Fernando
Mejía Méjía, José Vélez Sáenz, Dominga Palacios, Edgardo Salazar Santacoloma, Jorge
Santander Arias, Beatriz Zuluaga, entre otros muchos. <br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><div style="text-align: justify;">Éramos
dos manizaleños perdidos en estas calles lejanas, pero cercanos a
nuestra tierra y su literatura, porque al final uno es de donde nació y
estudió la primaria y el bachillerato. En esos segmentos de la vida
inicial uno ya es el que será y el "ingenio inagotable" de Salazar
Patino, como dice su amigo Jaime Echeverri, siempre se ha manifiestado
en la plaza de un viejo pueblo caldense como Salamina, Riosucio o
Anserma o en Viena, Roma o París. </div><div style="text-align: justify;">----</div>Publicado en La Patria, Manizales. Colombia. Domingo 4 de febrero de 2024. <br />Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-17264949920465025092024-01-24T08:44:00.000-08:002024-02-18T11:39:12.215-08:00EL PRISMA POÉTICO DE ALEJANDRO CALDERÓN<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0urGNrfXnVNVcDC1Lc1zJ_WLk1l6RRLE6v85ay2qLBo6WtsRATJwQ_DOGxq_ZHqW8BbvqWzLeVDOrO9wzwWrUtF0i4L6FbzQ_iDAR9r-4WQ6KEEqk7zsRkFkyyaChD1mWtQDYiDxL5AC9Qf1h3uDJwaPlOncE0tsnR7OvOoI5RvfBMEcoATZqz7i-tZkC/s247/ACUntitled.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="204" data-original-width="247" height="204" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0urGNrfXnVNVcDC1Lc1zJ_WLk1l6RRLE6v85ay2qLBo6WtsRATJwQ_DOGxq_ZHqW8BbvqWzLeVDOrO9wzwWrUtF0i4L6FbzQ_iDAR9r-4WQ6KEEqk7zsRkFkyyaChD1mWtQDYiDxL5AC9Qf1h3uDJwaPlOncE0tsnR7OvOoI5RvfBMEcoATZqz7i-tZkC/s1600/ACUntitled.jpg" width="247" /></a></div><span style="font-size: small;"><span>Por Eduardo García Aguilar</span></span><p></p><div style="text-align: justify;">Siempre me he encontrado en París con el poeta peruano Alejandro
Calderón (1960) en lugares inesperados y lo he visto aparecer como un
ave súbita, alerta y fabulosa, ataviada de plumas de colores intensos
como los que cubren sus palabras: el rojo, el amarillo o el verde
prismáticos de la selva amazónica o de los arcoíris, el ocre de las
columnas del palacio del Minotauro en Creta o de los frescos mayas, el
dorado de los orfebres prehispánicos de las cumbres andinas, el gris
pétreo y brillante de los muros milenarios peruanos.<br />
Una vez en Palais Royal entre los muros dieciochescos y las columnas
modernas de Van Buren, otra la misma noche cuando se incendió Notre Dame
y veíamos desde la otra orilla del Sena las llamas que amenazaban con
derruirla para siempre. Hemos seguido luego a una barra de bistrot a
brindar el vino rojo que nos gusta. Pero también nos hemos citado en
invierno a las seis de la tarde en punto en Le Vieux Châtelet, frente al
Palais de Justice, donde libamos sintiendo el paso de las aguas del
Sena, cerca del cual tanto tiempo ha vivido el poeta Calderón en París.<br />
Porque París ha sido durante tantas décadas nuestra casa, como en otros
tiempos lo fue de otras generaciones de escritores latinoamericanos que
llegaron aquí como los modernistas de Ruben Darío y José Juan Tablada, o
la de los años de entreguerras, de César Vallejo, Miguel Angel Asturias
y los hermanos García Calderón y después los que charlaban con Breton,
como Luis Cardoza y Aragón, Renato Leduc y Octavio Paz, o los del boom
latinoamericano, liderado por Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y
Gabriel García Márquez en los espléndidos y liberadores años 60 y 70.<br />
Ahora los latinoamericanos no estamos de moda en París, pero ahí
seguimos presentes los que nacimos a mediados del siglo pasado y
recalamos aquí siguiendo el periplo de nuestros ancestros desde los
tiempos de Miranda y Bolívar hasta los actuales, en el siglo XXI. Nada
hay que hacer, somos avatares de esa energía continental latinoamericana
de la cordillera y el Amazonas, sin fronteras, que siempre irrigó y se
nutrió de estas calles. Los fantasmas de nuestros increíbles ancestros
nos vigilan ocultos entre la neblina.<br />
He leído con asombro Los dioses en crepúsculo, un libro que reúne medio
centenar de textos macerados y añejados en las últimas tres décadas,
desde el invierno de 1988 a la primavera de 2018. El poeta guarda sus
textos sin prisa y los deja madurar en los odres o las vasijas del
tiempo, hasta que refulgen desde lo profundo del infinito, en el
misterio de girar siempre en torno a un sol lejano, al interior de una
enorme galaxia que solo es un grano de polvo ígneo en el universo, como
las luciérnagas en los bosques andinos o alpinos. <br />
Dice el poeta en el poema Prisma que se trata de “alcanzar lo que los
antiguos llamaban cosmogonía”, para “sentir que ocupamos un lugar único
donde la luz penetra”, y comprender que “todo centro es transparente
para quien hizo de su ser un prisma”. <br />
Y eso es lo que pienso cuando me encuentro por azar con Calderón, que él
es un poeta-prisma, que en su poesía hay un misterio de minerales
generados en el alambique del enome misterio de estar todos aquí entre
la llama y el hielo, la luz y la sombra. Los poemas de este libro llevan
nombres como Arbol de la sabiduría, Letra fúlgida, Prisma, Milagro,
Folios de bruma, Pluma de incienso, Espejo de sombra, Los dioses en
crepúsculo, títulos magníficos que condensan ya lo que adentro halla el
lector en el silencio de su noche.<br />
De la vasta obra del poeta peruano se destacan Transmigración (1992),
Aparición de Nazca (1994), A través de la penumbra (1996), Pestañeo de
la nada (2000), Tsunami de luz (2017), algunos de los cuales fueron prologrados por el
hispanista Claude Couffon y el crítico Américo Ferrari y fueron
traducidos al francés y otras lenguas.<br />
Cada uno de sus textos de este gran poeta contemporáneo surge de
manantiales que irrumpen de las cumbres y se desprenden hacia los
abismos como nuestras propias vidas. Leerlos, releerlos, tocarlos,
sentirlos en esta bella y cuidada edición de Paracaídas editores,
realizada en Lima en 2023, nos acerca al milagro de la poesía, o de eso
que un día dijo el gran Joë Bousquet en Carcassone: “la poesía es la
lengua natural de lo que somos sin saberlo”.<span style="font-size: small;"><span> </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><span>-------</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><span>Publicado en La Patria. Manizales. Colombia, Domingo 28 de enero de 2024. <br /></span></span></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-62083231307649337292024-01-14T08:59:00.000-08:002024-01-16T12:02:03.661-08:00ALAIN DELON: MITO Y TRAGEDIA <p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7U7gSnV0snnQ0kUIUqap1txBY_yjjBS3fV9H5xRKwRQVlh2uukTkWaltZTigKY7h_FhX3To1hlWVqnorgdRRdXfMmKGDNPtP1S8qWP81r5TejtZGrZmF2sLoolWApdqGLX-YGKOueoZWdvQ0UA1IsPDEGryGc9zWw3QtwjMg036yG5Zqh5-u7wL9Fcyph/s250/AD1images.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="202" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7U7gSnV0snnQ0kUIUqap1txBY_yjjBS3fV9H5xRKwRQVlh2uukTkWaltZTigKY7h_FhX3To1hlWVqnorgdRRdXfMmKGDNPtP1S8qWP81r5TejtZGrZmF2sLoolWApdqGLX-YGKOueoZWdvQ0UA1IsPDEGryGc9zWw3QtwjMg036yG5Zqh5-u7wL9Fcyph/s1600/AD1images.jpg" width="202" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">A
los 88 años de edad la gran estrella Alain Delon (1935), ídolo mundial
durante décadas y considerado junto a Brigitte Bardot uno de lo dos
símbolos vivientes de la cinematografía francesa, está inmerso ahora en
una tragedia familiar pues sus tres hijos se destrozan entre ellos por
intermedio de la justicia, sin duda en torno al reparto de la herencia, y
él mismo demanda a su hijo mayor por difamación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como
en las viejas tragedias griegas se ha declarado la guerra cruzada entre
sus hijos Anthony y Alain Fabien contra Anouchka, la preferida,
mientras el otrora adonis agoniza en una enorme propiedad que hace parte
de una inmensa fortuna acumulada en más de medio siglo de triunfos en
el cine, el teatro y los negocios. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo
parecía indicar que el clan estaba unido cuando hace meses los tres
hijos decidían demandar a una sexagenaria de origen japonés que habría
sido amante del actor durante décadas y desde hace años vivía con él en
Douchy, una de sus grandes propiedades cerca de Fontainebleau, encargada
de cuidarlo y animarlo tras un accidente vascular cerebral y el avance
de su disminución física y mental. Ella se considera su amada, pero los
hijos la consideran solo una empleada.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La
justicia decidió no tener en cuenta las demandas presentadas en contra
de la japonesa por elementos acusatorios insuficientes y archivó el
caso, dejándola a ella y a quienes la apoyan en una posición
confortable, ya que el propio Delon en muchas ocasiones la denominó como
su pareja y hay muchas fotos donde aparecen juntos tomados de la mano. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La
mujer ayudó a Delon a recuperarse lentamente después del inicio de su
enfermedad y sin duda a futuro habrán de reconocerle su estatuto y será
indemnizada por sus años de trabajo y resarcida por haber sido expulsada
con violencia de la finca del actor este año por guardaespaldas de los
dos hijos varones, ambos con pasado judicial y una vida plagada de
escándalos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Delon, que tuvo
una infancia y una adolescencia difíciles, fue también en su momento un
polémico hombre involucrado en relaciones con mafiosos en el famoso
caso Marcovik, que salpicó incluso al presidente Pompidou, y se
caracterizó a lo largo de su vida por ser un mal padre y una persona
agresiva y violenta, un divo arrogante que gozaba con fuerza de su fama
mundial y su inmensa fortuna.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Delon
tuvo en 1962 un hijo con la cantante alemana Nico, estrella de Velvet
Underground y amiga de Andy Warhol, que era su vivo retrato, su doble
perfecto, y que incluso fue criado por la madre de Delon, pero él nunca
quiso reconocerlo. Ari Boulogne fue afectado por ese injusto rechazo
paternal y en su vida experimentó múltiples internamientos psiquiátricos
causados por las adicciones que lo llevaron a la muerte en 2023 a los
60 años y en la miseria, en otro caso trágico que acaparó las portadas
de las revistas y mostró la frialdad de Delon.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los
otros dos hijos varones a su vez fueron maltratados por el padre
autoritario y cruel y ellos a su vez le causaron muchos problemas en la
adolescencia y primera juventud, que llegan ahora a su culmen cuando
ambos acusan a Anouchka, su hija preferida y principal heredera, de ser
cómplice de la japonesa y tener turbios intereses financieros al
intentar trasladarlo a Suiza. Ella demandó a sus hermanos por
difamación. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos los
días diarios y revistas abordan el tema con amplio despliegue, mientras
la justicia asumió el caso y acaba de nombrar a un médico oficial que se
encargará de dictaminar sobre su verdadera situación de salud y sus
necesidades, lo que podría terminar en una declaración oficial en torno a
un futuro bajo tutela y protección judicial. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Delon
quería terminar sus días en calma, lejos de los reflectores e incluso
había pedido que lo dejaran eutanasiarse en Suiza, pero el destino lo ha
atrapado y del mito y la gloria ha caído en las redes de la tragedia de
la vida humana, con sus fluctuaciones y dramas y el fin ineluctable que
es igual para todos, ricos o pobres. El ídolo se apaga y sus
admiradores asisten sentados en sus sofás al espectáculo de su
sacrificio ritual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nos
quedan eso sí los magníficos filmes donde actuó, como A pleno sol (1959)
de René Clement, Rocco y sus hermanos (1960) y El Gatopardo (1963) de
Luchino Visconti, El eclipse (1962) de Michelangelo Antonioni, El
Tulipán negro (1966), El clan de los sicilianos (1969) y Borsalino
(1970), entre otras muchas cintas que vieron cientos de millones de
personas en todo el mundo.</div><div style="text-align: justify;">------</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 14 de enero de 2024. <br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div class="z_Z14vXdP D_F ab_C I_ZkbNhI W_6D6F p_R Z_e69 B_0 cZW7ROP_n O_od" data-test-id="compose-toolbar-styler"><div class="I_ZkbNhI D_FY W_6D6F" data-test-id="message-view-body"><div class="msg-body P_wpofO mq_AS" data-test-id="message-view-body-content"><div class="jb_0 X_6MGW N_6Fd5"><div><div id="yiv0096473832"><div><div class="yiv0096473832ydp58488802yahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"><div id="yiv0096473832ydp58488802yiv1533259688"><div><div class="yiv0096473832ydp58488802yiv1533259688ydp3e1a3f1dyahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"><div id="yiv0096473832ydp58488802yiv1533259688ydp3e1a3f1dyiv2989451129"><div><div class="yiv0096473832ydp58488802yiv1533259688ydp3e1a3f1dyiv2989451129yahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div><ul class="hd_n M_0 X_0" data-test-id="cards"><li class="m_Z12nDQf D_F ek_BB ir_0"><div class="p_R b_2w4lU5 I_ZkbNhI em_N it_689y X_fq7 N_6LEV iu_FJ is_Z2bg7IA iv_0 iv3_dRA cZdTOHS_28Otf4 j_ZUs0f0 message-view" data-iskeynav="true" data-test-expanded="true" data-test-id="message-view" tabindex="40"><div data-test-id="message-body-container"><div class="H_7jIs D_F ab_C Q_69H5 E_36RhU" data-test-id="toolbar-hover-area"><div class="D_F W_6D6F r_BN gl_C" data-test-id="card-toolbar"><div class="D_F ab_C en_0 b_Z14vXdP e_3mS2U I_ZkbNhI P_Z1otBpf"><span class="em_N en_N"></span><hr class="M_0 P_0 cn_0" /></div><span class="em_N en_N"></span></div></div></div></div></li></ul><span class="Y_6VdP"><div data-test-id="compose-toolbar"><div class="z_Z14vXdP D_F ab_C I_ZkbNhI W_6D6F p_R Z_e69 B_0 cZW7ROP_n O_od" data-test-id="compose-toolbar-styler"></div></div></span><span class="Y_6VdP"><div data-test-id="popover-container"><div class="p_R D_F ab_C P_0 o_h r_P" data-test-id="compose.attach-button"></div></div></span><span class="Y_6VdP"><div data-test-id="popover-container"><div class="p_R D_F ab_C P_0 o_h r_P" data-test-id="compose.attach-button"><input accept="" aria-label="Joindre des fichiers" class="p_a T_0 L_0 O_0 r_P o_h W_0 H_0 cZW7ROP_A" multiple="" role="button" title="Joindre des fichiers" type="file" value="" /></div></div><div data-test-id="gif-button"><div data-test-id="popover-container"></div></div></span><span class="Y_6VdP"><div><div><div data-test-id="popover-container"><div></div></div></div></div></span><span class="Y_6VdP"><span><div data-test-id="compose-toolbar.more-btn"></div></span></span><span class="Y_6VdP"><span class="em_N"></span><div class="D_F"></div></span></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-24072049020558085042024-01-06T11:09:00.000-08:002024-01-06T11:09:45.080-08:00LA REVOLUCIÓN ZAPATISTA DE CHIAPAS<p> <br /></p><div dir="ltr"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD0CnmURY02qAI9tIs5xSP6tKEfIyXpfpGvSp6tzWpQ6cUjilScppay1NNWSaEQJdaU-WuLkp3VWrMegEhjtw6kZC7dpFMYW1pc6lmZ7ywQw8pW94K5exsICoC1iaDXmtJ5sUebWz1Sd0M2mFBXmc7IDfYEBUHJBUna4DMdOqV6Z1-my39rMMoJQO-Xv0a/s234/RUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="215" data-original-width="234" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD0CnmURY02qAI9tIs5xSP6tKEfIyXpfpGvSp6tzWpQ6cUjilScppay1NNWSaEQJdaU-WuLkp3VWrMegEhjtw6kZC7dpFMYW1pc6lmZ7ywQw8pW94K5exsICoC1iaDXmtJ5sUebWz1Sd0M2mFBXmc7IDfYEBUHJBUna4DMdOqV6Z1-my39rMMoJQO-Xv0a/s1600/RUntitled.jpg" width="234" /></a></div></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr">Por Eduardo García Aguilar</div><div dir="ltr"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace
30 años, el 1 de enero de 1994, estalló en México la revolución
indígena encabezada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN), liderado entonces por el joven subcomandante Marcos, quien saltó
a la fama por sus discursos y proclamas y por su talento e
inteligencia, destacados inclusive por el propio Premio Nobel Octavio
Paz.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La figura atípica y
original del encapuchado, muy bien diseñada para generar impacto
mediático, contrastaba con la imagen de otros gerrilleros
latinoamericanos del siglo pasado y se acercaba más al estilo
cumbiambero y gozón del colombiano M-19. Marcos realizó estudios
universitarios y viajó una temporada a Europa donde se nutrió de las
ideas sociales y filosóficas de moda. De ahí que sus escritos se
convirtieron en un cóctel sincrético muy original y moderno, irrigado
por la literatura y la poesía.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
movimiento zapatista logró fama mundial y acaparó las primeras planas
de diarios y noticieros televisivos, y generó innumerables estudios y
artículos en revistas acdémicas, pues hasta esa fecha era impensable que
un movimiento así surgiera en México, que durante más de medio siglo
fue controlado por el todopoderoso Partido Revolucionario Institucional
(PRI), cuyo régimen había sido calificado por Mario Vargas Llosa de
"dictadura perfecta". <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
día de la insurrección ocurrida en la Selva lacandona y en los altos
del estado sureño de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, en
territorio ancestral de los mayas, entraba en vigor el Tratado de Libre
Comercio entre Estados Unidos y México, negociado por el gobierno de
Carlos Salinas, joven tecnócrata que solidificó el viraje del hegemónico
PRI hacia las ideas neoliberales de moda en el mundo tras los gobiernos
de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino
Unido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El EZLN estaba
compuesto por indígenas chiapanecos de las etnias tzeltal, tzotzil, chol
y tojolobal, que cargaban pequeños fusiles de palo casi de juguete,
usaban uniformes modestos, lucían en el cuello un paliacate colorido e
iban enmascarados como su líder, quien se autodenominaba subcomandante
pues el mando según él estaba en manos de los nativos y él era solo su
portavoz temporal. Con el tiempo Marcos se esfumó y cambió de nombre por
el de Galeano, pero aun sigue por ahí ya sexagenario entre las brumas
chiapanecas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los
enfrentamientos con el Ejército mexicano, muy violentos al inicio,
duraron poco, y rápidamente empezaron a establecerse complejas
negociaciones con la mediación de la Iglesia, lo que convirtió a la
antigua y colonial San Cristóbal de las Casas en el epicentro de un
movimiento mundial de reivindicación de los pueblos indígenas, hasta
entonces marginados en muchos países latinoamericanos que aplicaban un
virtual Apartheid. En esa bella ciudad colonial fue obispo en el siglo
XVI el legendario Bartolomé de las Casas (1484-1556), autor de la
Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1552).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Decenas
de miles de intelectuales de izquierda, antropólogos, sociólogos,
etnólogos, poetas, periodistas y jóvenes mochileros del mundo acudieron a
San Cristóbal de las Casas, convertida en la sede mundial del
altermundialismo aun vigente y una especie de torre de babel donde se
producían nuevas ideas para enfrentar la ideología ultraconservadora
dominante en Estados Unidos, que incluso predecía con Fukuyama el fin de
la historia. </div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div style="text-align: justify;">La
prensa siguió al detalle a esos pequeños soldaditos indígenas de baja
estatura como Moisés y Ramona y sus figuras se reproducían popularmente
en muñecos artesalanes que se vendían en los mercados como pan caliente y
se volvieron de moda. <span>La prensa mundial irrumpía con frecuencia
en la catedral de San Cristóbal, donde daba conferencias de prensa el
popular arzobispo Samuel Ruiz, respetado mediador del conflicto y lejano
sucesor de Bartolomé de las Casas.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A
mi me tocó cubrir el acontecimiento varias veces, por lo que viví ahí y
alcancé a captar la magia de sus callejuelas, iglesias, ex conventos,
plazoletas, el misterio de otros pueblos y rincones poblados por los
descendientes de los mayas, la agitación de los jóvenes periodistas y
los curiosos del mundo entero. Por eso escribí y publiqué sobre esa
experiencia el libro Delirio de San Cristóbal, traducido y publicado en
inglés con el título de Mexico madness, inspirado en esas atmósferas
históricas del sincretismo latinoamericano que ahora acuden vivas de
nuevo, tres décadas después de los sucesos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi
amigo el poeta y periodista Javier Molina, nacido ahí en San Cristóbal,
me guió por ciertos recovecos y me presentó ancianos amigos de sus
padres que me contaban la historia de la ciudad en patios coloniales
interiores llenos de vegetación y hasta con loro, al calor de un tequila
o un mezcal. Así poco a poco fui adentrándome en ese mundo que en
algunos barrios está igual como hace siglos, con la población indígena
monolingüe que teje y vende sus productos en los atrios de las iglesias,
ataviados con sus prendas tradicionales de antes de la Conquista.</div><div dir="ltr">---</div><div dir="ltr">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 7 de enero de 2023. </div><div dir="ltr">* En la foto la comandante zapatista Ramona.<br /></div><div dir="ltr"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-56334842918013524412023-12-30T06:11:00.000-08:002023-12-30T06:11:49.879-08:00EL ESCÁNDALO DE GÉRARD DEPARDIEU<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHXMecSDMIEK80hiynptnEBtPIRXZMI6MLbFH0rr4vcKHjsGNiOgIXNP5NGhpTwcQLovRi4Xd-yDMzxi4aw_NGLiLqlCD6sOcesK4QzDH6Ydryb7of56qQXnJ2bkgZDYqVhCSoxSprdas2VSpLJh_6A_L22ZvhSgRy0ip7YAWdeximJkYIvoa23dFay_FQ/s285/GPimages.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="285" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHXMecSDMIEK80hiynptnEBtPIRXZMI6MLbFH0rr4vcKHjsGNiOgIXNP5NGhpTwcQLovRi4Xd-yDMzxi4aw_NGLiLqlCD6sOcesK4QzDH6Ydryb7of56qQXnJ2bkgZDYqVhCSoxSprdas2VSpLJh_6A_L22ZvhSgRy0ip7YAWdeximJkYIvoa23dFay_FQ/s1600/GPimages.jpg" width="285" /></a></div><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Por Eduardo García Aguilar</span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">El
gran actor francés Gérard Depardieu (1948) se ha encontrado las últimas
semanas en el centro mediático, inmerso en una violenta polémica
nacional que divide a la opinión, políticos y artistas respecto a su
comportamiento en materia sexual, sus declaraciones a favor de Fidel
Castro, Vladimir Putin y Corea del Norte y su lenguaje soez y vulgar.</span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Después
de la presentación en la televisión del documental Complemento de
Investigación donde aparecen fragmentos de una película que filmaba el
también polémico escritor Yan Moix en Corea del Norte con el famoso
actor, múltiples sectores de la opinión pidieron que se le retiren a
Depardieu los honores y condecoraciones como la Legión de Honor e
incluso se dejen de ver sus películas, debido a unas declaraciones que a
su parecer son machistas, libertinas, groseras y desconsideradas con
las mujeres, pero que, según el director del filme, eran ficción.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">El
escándalo llegó hasta la misma presidencia de la República, ya que el
joven mandatario francés Emmanuel Macron habló por televisión muy airado
ante todo el país defendiendo a la estrella cinematográfica que
"enorgullece a Francia", reivindicó su presunción de inocencia y abogó
por evitar su cancelación, pues dijo que "detesta la caza de brujas".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Macron
habló después de que la ministra de Cultura hubiera iniciado un proceso
para contemplar la posibilidad de quitarle la Legión de honor recibida
hace tiempo, lo que significó una humillante desautorización pública a
la frágil ministra. Después unas 50 figuras famosas de todos los
sectores publicaron una carta donde hablan de los méritos del actor, sin
duda uno de los más grandes del último siglo al lado de Jean Gabin,
Yves Montand, Alain Delon, Jean Paul Belmondo, entre otros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Su
expareja la actriz Carole Bouquet, quien vivió diez años con él, dijo
que jamás fue violento o abusivo con ella y alertó sobre la fragilidad
del artista, atacado desde todos los frentes como si fuera un
"monstruo", cuando, según ella, es un hombre, que aunque vulgar,
malhablado y polémico es una persona generosa, buen amigo, amante de la
vida, el arte y la buena mesa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">También
salieron en su defensa las míticas Brigitte Bardot, Fanny Ardant y
Catherine Deneuve, quienes elogiaron su cualidad como persona y actor.
Pero las asociaciones de feministas insistieron en que estaban en curso
dos demandas por acoso sexual y violación presentadas por jóvenes
actrices o colaboradoras. Y las actividades públicas, presentaciones y
conciertos del actor han sido cancelados por temor a manifestaciones en
su contra. <br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">La
gran actriz Sophie Marceau señaló que Depardieu nunca hostigaba a las
grandes estrellas sino a las pequeñas colaboradoras y asistentes durante
las filmaciones. Otros recordaron que ya en una ocasión había sido
borrado de la lista de posibles candidatos al Oscar de Hollywood por
versiones en torno a su comportamiento sexual, muy usual en los tiempos
de su juventud en los años 60 y 70, cuando se vivían los tiempos del
Peace and Love y la liberación sexual generalizada, representados en la
famosa película erótica Les valseuses (1974), de Bertrand Blier, que él
protagonizó.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Esos
comportamientos de liberación sexual desbordada, usuales y tolerados en
aquellos tiempos de sexo, droga y rock and roll perdieron auge y
recibieron la estocada final con la caída espectacular del director del
FMI Dominique Strauss Kahn en 2011, el auge del movimiento Metoo, el
encarcelamiento del superproductor de cine Harry Weinstein y la vindicta
pública de notables libertinos como el fotógrafo de adolescentes David
Hamilton, quien se suicidó por acusaciones de abusos, el ostracismo del
director de cine Roman Polanski, cuyas películas ya ni se estrenan, y
decenas de figuras de cine, literatura, televisión, política, finanzas y
farándula, entre otros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">El
siglo XXI ha significado un cambio radical en la percepción de ciertas
costumbres de orden sexual y moral practicadas en Occidente, a lo que se
agrega el auge de la crítica al patriarcado milenario, el
empoderamiento de las mujeres contra del dominio implacable del hombre
sobre ellas a través de la historia, consideradas solo como botín de
guerra o moneda de cambio tribal o social, comportamientos por desgracia
aun vigentes en la mitad del globo dominado por religiones
cavernarias. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Este
siglo también ha significado el empoderamiento y la visibilidad
progresivos de los sectores LGTBQ, humillados y perseguidos desde
siempre, e incluso lapidados y ejecutados en la actualidad en muchos
países africanos, árabes y asiáticos que persiguen la homosexualidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><br clear="none" /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;">Aunque
la justicia aun no se pronuncia sobre las denuncias en contra de
Depardieu y habrá que esperarr a su veredicto, como lo pide el
presidente Macron, lo cierto es que este escándalo hace parte de una ola
imparable en la que los varones ya no podrán comportarse ni actuar como
ocurría antes de este siglo XXI, e incluso la Iglesia católica ha
reconocido y pedido perdón por abusos sexuales cometidos por algunos
miembros de su clerecía en el pasado en muchos países del mundo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: bookman old style, new york, times, serif;"><div class="qtd-body"><div class="yiv0577177402yqt1654816263" id="yiv0577177402yqtfd51254">---</div><div class="yiv0577177402yqt1654816263" id="yiv0577177402yqtfd51254">Publicado el domingo 31 de dieciembre de 2023. La Patria. Manizales. Colombia.<br /><br clear="none" /></div></div></span></div><div class="yiv0577177402ydp47f35c90yiv0853288054yqt7459362129" id="yiv0577177402ydp47f35c90yiv0853288054yqtfd65901" style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><br clear="none" /></div><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-4657396934508113742023-12-27T06:09:00.000-08:002023-12-29T10:48:58.708-08:00LA RETIRADA DE MARIO VARGAS LLOSA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFdXjMzIVarFN0ffGd_YZiM4uuSjf-evLEZOi9vtItjt6cIMWpxg1wcjUMrHZXXjWmaXcCdGH3r3KGm5fttzg55bHkzOUbL7xLBMYLZe8R5On2EeSB9ngpp9OwUfN0wuabk9CsJnciv1NpiblaWfW8dRlQJWj5Muqq2hRoiWCDSs-1Q_DDr2115GlUDyyp/s275/MVimages.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFdXjMzIVarFN0ffGd_YZiM4uuSjf-evLEZOi9vtItjt6cIMWpxg1wcjUMrHZXXjWmaXcCdGH3r3KGm5fttzg55bHkzOUbL7xLBMYLZe8R5On2EeSB9ngpp9OwUfN0wuabk9CsJnciv1NpiblaWfW8dRlQJWj5Muqq2hRoiWCDSs-1Q_DDr2115GlUDyyp/s1600/MVimages.jpg" width="275" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;"><div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item"><p>Mario
Vargas Llosa (1936) anunció su retiro de la vida literaria a los 87
años, al cesar la publicación de su columna quincenal en el diario
español El País, publicar su última novela de temas peruanos y revelar
que ajusta los detalles finales de un libro sobre el escritor francés
Jean Paul Sartre, que lo influyó mucho durante su juventud en Perú y sus
primeros tiempos parisinos.</p>
<p>El peruano ha sido protagonista de la vida literaria hispanoamericana
desde muy joven y gracias a una capacidad de trabajo impresionante y
una disciplina a toda prueba, ha creado una vasta obra con múltiples
novelas consagradas, libros de ensayos, reportajes y artículos en los
que ha abordado a través de las décadas la actualidad mundial.</p>
<p>Además se dio el lujo de aspirar a ser presidente de su país y vivió
la experiencia de una intensa campaña electoral en la que fue derrotado
por Alberto Fujimori. Después de obtener todos los premios y honores
posibles, decenas de doctorados honoris causa y condecoraciones, logró
al fin la presea máxima, el Premio Nobel de Literatura, que le había
sido esquivo hasta entonces y que pensó nunca lograr a causa de sus
radicales posiciones derechistas. Caído el Muro de Berlín en 1989, ese
obstáculo se derrumbó al fin y desde entonces ese galardón, que antes
premiaba a autores hispanoamericanos de izquierda como Neruda y García
Márquez, empezó a otorgarse después a autores de derecha como Camilo
José Cela, Octavio Paz y Vargas Llosa.</p>
<p>Para lectores y autores de varias generaciones Mario Vargas Llosa
siempre ha estado presente desde hace más de seis décadas, infatigable,
omnisciente y omnipotente en el escenario cultural y para bien o para
mal ha influido en nuestra práctica literaria, irrigando con su fuerza
nuestra pasión por las letras.</p>
<p>En mi caso se remonta a los tiempos del bachillerato, cuando cayeron
en mis manos sus primeros libros clásicos Los cachorros, La ciudad y los
perros, Conversación en la Catedral y Pantaleón y las visitadoras,
donde el peruano abordaba con talento la vida real de su país, el
ambiente escolar, la bohemia periodística y la pobreza y la violencia
ancestrales peruanas. En ese entonces Vargas Llosa era de izquierdas y
durante varios años apoyó a la Revolución cubana hasta alejarse poco
después de esa ideología y adoptar el pensamiento liberal.</p>
<p>Después de leerlo uno quedaba impregnado de su prosa y guardo unos
cuadernos viejos en los que en cuarto y quinto de bachillerato traté de
escribir una novela donde sin duda imitaba su estilo. Por esos años el
joven y apuesto Vargas Llosa, cuyo rostro parecía el de un galán de
telenovelas, vino a Manizales al Festival Internacional de Teatro
latinoamericano y protagonizó allí una reyerta con muchachos de
izquierda que le reclamaban por sus nuevas ideas reaccionarias.</p>
<p>O sea que a todos los escritores latinoamericanos de las generaciones
posteriores, el narrador peruano en las capitales y en las ciudades de
provincia nos ha inspirado y dado fuerza para escribir, pues sus libros
siempre circularon en todo el ámbito de la lengua y fueron traducidos a
todas las lenguas posibles. Su actividad infatigable, su ardua lucha
para escribir magníficas novelas, algunas de gran calado, y su
sinceridad al decir y defender lo que piensa contra viento y marea son
un ejemplo para todos. </p>
<p>El peruano se ha dado el lujo además de enamorarse como un
adolescente a los 80 años de edad de la diva filipina Isabel Preysler y
vivió con ella un largo romance que terminó mal como muchas historias de
amor de telenovela, llenando de chismes y sobresaltos revistas del
corazón como Hola y páginas de entretenimiento de los diarios.</p>
<p>O sea que el maestro, después de ese último episodio romántico del
que salió chamuscado, ha comprendido que el fin se acerca y con
sabiduría prefiere replegarse a sus aposentos privados a pensar en una
larga vida de éxitos, fracasos y emociones sin fin. Vargas Llosa es sin
duda un pilar fundamental de la literatura en castellano y una figura
admirable de rango mundial, excepcional por su precocidad, vitalidad y
longevidad pocas veces vistas.</p></div>
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<div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item">
</div>
</div>
</div>
</section>---</div></div></div><div dir="ltr">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 24 de diciembre de 2023. <br /></div><div class="qtd-body"><div class="yiv3250066588yqt1936002579" id="yiv3250066588yqtfd93848"><div dir="ltr">.</div><div dir="ltr"> </div><br /><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr"> </div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr"><br clear="none" /><br /></div></div></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-76965334605659133072023-12-15T07:55:00.000-08:002023-12-15T10:52:05.104-08:00CIEN AÑOS DE LA VORÁGINE<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinzSSZvObeKTzts_3VsY-0JaebLgQCNhLkYunPb9jAmzkUlW65bPodQJvjghMeppfdu6I2hxa0erVTcNH-W8NNiSl3A_gHyQvVY3ofdWnbhpWTogv9g6d1MgfI45CNvAn77vVvMGmgFN5DReg_qVLTpDIVVfvXWILL_yml56k-9TdwyWlD2jNuvIy5e09w/s500/51jE3q0SRkL.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="324" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinzSSZvObeKTzts_3VsY-0JaebLgQCNhLkYunPb9jAmzkUlW65bPodQJvjghMeppfdu6I2hxa0erVTcNH-W8NNiSl3A_gHyQvVY3ofdWnbhpWTogv9g6d1MgfI45CNvAn77vVvMGmgFN5DReg_qVLTpDIVVfvXWILL_yml56k-9TdwyWlD2jNuvIy5e09w/s320/51jE3q0SRkL.jpg" width="207" /></a></div><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Por Eduardo García Aguilar</span><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br />El
próximo año se celebrarán los cien años de la primera edición de La
Vorágine en noviembre de 1924, clásico de la novela colombiana y
latinoamericana que cuenta cada vez con más admiradores, escrito por el
joven abogado y diplomático José Eustasio Rivera <span><span style="background-color: inherit; font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">(1888-1928)</span></span>,
quien murió en Nueva York cuando estaba lleno de planes para escribir
nuevas obras, una de ellas sobre el oro negro, y llevar al cine sus
historias.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Como
tantos otros novelistas del mundo, Rivera escribió su obra maestra
antes de los 40 años, década en que se tiene un gran vigor, las neuronas
de la imaginación están en plena efervescencia y se está a punto de
llegar a una madurez alcanzada por la experiencia de la dura vida y la
acumulación apasionada de lecturas. Por lo regular, salvo excepciones
como la de Cervantes y su Quijote, las grandes obras maestras que
consagran para siempre a los autores fueron escritas entre los 35 y los
40 años de edad y muchos fueron los que pasaron a la historia dejando
solo uno o dos libros antes de morir jóvenes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">En
otros casos, como el de Juan Rulfo, sus dos obras maestras El llamo en
llamas y Pedro Páramo fueron escritas en ese lapso de juventud cuando
despuntaba a la literatura recién llegado a la capital desde su
provincia natal en los años 50 del siglo pasado, pero a diferencia de
otros que desaparecieron proyectando el mito que genera la ausencia, el
mexicano sobrevivió a su propia obra y se silenció para siempre como si
hubiese quedado mudo por la inesperada gloria.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Debe
ser terrible escribir joyas literarias en esa etapa y sobrevivir a
ellas hasta la vejez, cargando el éxito como un pesado monolito. Quienes
tuvimos la fortuna de coincidir con Rulfo en la Ciudad de México antes
de su muerte en 1986 y alcanzamos a verlo por casualidad como un
fantasma en la calle, presentaciones, homenajes, cocteles, librerías y
cafeterías, lo percibíamos desamparado con sus gruesas gafas oscuras de
carey que ocultaban las fuertes resacas que le provocaba su conocido
alcoholismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Cuando
se le preguntó alguna vez a Rulfo lo que le aconsejaba a los jóvenes
para escribir novelas, afirmó con toda sencillez campesina que lo más
importante era comer mucha carne, pues se necesitaban proteínas para
carburar con energía un mundo imaginario lleno de paisajes, personajes y
acciones, o sea crear un mundo dentro del mundo, forjar un estilo y
armar el andamiaje de los argumentos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Supongo
que Rivera comió mucha carne en sus años juveniles en su calurosa
tierra natal del Huila, al sur de Colombia, y cuando recorría el país y
las fronteras con Perú, Venezuela y Brasil para delimitarlas en medio de
las vicisitudes de la selva, los peligros de los caudalosos ríos y las
amenazas de los forajidos que reinaban en ese enorme territorio sin ley
de los llanos y las selvas orientales que van hacia el Amazonas, llenas
de bichos indomables o mosquitos e insectos que tal vez le inocularon el
mal que le provocaba cíclicas convulsiones y delirios maláricos y se lo
llevó tan temprano. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Pero
de todas esas aventuras supo hacer un condensado tan vital, que al
releer La Vorágine uno vuelve a vivirla con toda su fuerza y velocidad,
porque está llena de verdad humana y sus personajes, codiciosos hombres y
mujeres solitarios y aventureros en desbandada y la ilegalidad, son
absolutamente verosímiles. También hay un tejido de palabras, una
música, una fuerza de prosística extraordinaria que puede calificarse de
febricitante.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Y
no solo se dio el lujo de escribir La Vorágine, sino también esa bella
colección de poemas que lleva por título Tierra de promisión, otra
pequeña joya clásica de la poesía hispanoamericana que se codea con los
grandes poetas continentales modernistas como Rubén Darío, Salvador Díaz
Mirón, Julio Herrera y Reissig, Amado Nervo y Leopoldo Lugones, el
español Federico García Lorca, y contemporáneos suyos como Vicente
Huidobro o un poco menores que él como Pablo Neruda y Jorge Luis Borges
que sí cargaron con el monolito de la gloria hasta la vejez.<br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">José
Eustasio Rivera, como José Asunción Silva y Alfonsina Storni, y tantos
otros escritores y escritoras latinoamericanos que partieron del mundo
muy temprano dejando una leyenda, a veces por voluntad propia, sigue
haciéndonos viajar por lo más profundo y trepidante de nuestros orígenes
tropicales. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Rivera
por fortuna no sobrevivió a su gloria y no tuvo que envejecer cargando
la mole como sí les ocurrió a José Vasconcelos, Rómulo Gallegos o el
propio Gabriel García Márquez, que en su última década de existencia,
aquejado de demencia y olvido, no sabía que era Premio Nobel. En cada
escritor hay el augurio de la tragedia, pues la vida, como la naturaleza
misma y el universo, es una sucesión cíclica y cataclísmica de
catástrofes y sinsabores que no atenúan ni las medallas ni los honores
de la gloria o los aplausos de la posteridad. El fin prematuro de Rivera
entre fiebres y convulsiones fue injusto y cruel, pero ahora está más
vivo que nunca. </span></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">---------</span></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 17 de diciembre de 2023. <br /></span></div><div dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /></span></div><div dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"> <br /></span></div><div dir="ltr"><span style="font-family: "bookman old style", "new york", times, serif;"><br /><br /></span></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-51142635047311505122023-12-10T10:10:00.000-08:002023-12-10T10:11:33.172-08:00LA CATEDRAL RENACE DE SUS RUINAS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhXcSnvEVbp0w5nmwov5ilgy54dj5ETrkeCHw1zX9XjM2l1rDgL6BVXFbHi-bmFjLFymu2N1VFfoHZO6xK-Vm_8nIb9QqA__9qHYcp-224zFwS8BVV9YbY4Czjck_WMYQXWig-p30AeNhcnbf1CxEZyUEgkWfW-WShR24uzR9riZUQTIy6deaWhL7OPFSz/s263/ND9images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="263" data-original-width="192" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhXcSnvEVbp0w5nmwov5ilgy54dj5ETrkeCHw1zX9XjM2l1rDgL6BVXFbHi-bmFjLFymu2N1VFfoHZO6xK-Vm_8nIb9QqA__9qHYcp-224zFwS8BVV9YbY4Czjck_WMYQXWig-p30AeNhcnbf1CxEZyUEgkWfW-WShR24uzR9riZUQTIy6deaWhL7OPFSz/s1600/ND9images.jpg" width="192" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div dir="ltr"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después
de cuatro años de intensos trabajos la catedral Notre Dame de París se
acerca poco a poco a la restauración completa, que será concluida e
inaugurada el 8 de diecimbre de 2024. Desde hace poco ya se puede ver
el andamiaje que cubre la aguja central que ardió y se derrumbó con la
antigua cúpula medieval de madera construida por artesanos de su tiempo
ante el estupor de los parisinos y del mundo aquel fatídico 15 de abril
de 2019.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La nueva aguja que
acaba de ser izada es idéntica a la diseñada por el arquitecto Eugène
Viollet-Leduc, quien restauró la catedral a mediados del siglo XIX y
cuenta en su cima con una corona, una cruz y un gallo final que culminan
en la punta, a una altura de 96 metros. Los curiosos acuden en estos
tiempos de fiestas navideñas a ver el andamiaje desde los barrios y
calles aledañas y el presidente francés Emmanuel Macron visitó este
viernes las obras para corroborar que todo se cumplirá en la fecha
programada. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La iglesia
devastada tuvo que ser limpiada primero de sus escombros e incluso
varios robots trabajaron para retirar objetos cuando aun los
trabajadores no podían ingresar a los amplios espacios internos aun
frágiles y con riesgo de que desde las alturas se desprendieran muros,
piedras, metales u objetos. Un ejército de arqueólogos, arquitectos,
expertos, historiadores, ebanistas, artesanos, artistas conformaron un
equipo que a lo largo de estos años ha cumplido una tarea científica que
ha traído sorpresas y descubrimientos y develado nuevas técnicas en
materia restaurativa. Además del nuevo entramado de madera de la cúpula y
la flecha, se reemplazarán seis enormes vitrales del siglo XIX que
serán realizados por los artistas contemporáneos que ganen la
convocatoria para dejar una huella de esta época hacia los siglos. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La
catedral fue construida entre los siglos XII y XIV y a lo largo de casi
un milenio ha sido centro simbólico de la ciudad, lugar de bautizos,
bodas, coronaciones y ceremonias que han marcado la historia del país e
inspirado múltiples obras, entre ellas la novela de Victor Hugo Nuestra
Señora de París, verdadero emblema literario nacional. En Gargantúa y
Pantagruel de Rabelais, el obeso gigante se sube a sus torres para
escandalizar a los parisinos. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay
otras catedrales góticas notables en toda Europa como las de Colonia o
Estrasburgo, joyas increíbles que encarnan la fuerza estética de una
época enfrentada a la eternidad, ya que la construcción minuciosa de
estas moles de piedra tardaba siglos e involucraba a varias
generaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando se
vieron las llamas devorar Notre Dame la conmoción fue total, ya que
nadie podía imaginar que una catástrofe de esta índole pudiera afectarla
y durante unas horas, mientras los bomberos luchaban contra el fuego,
había incertidumbre sobre la posibilidad de un derrumbe total si una de
las torres laterales cedía, arrastrando en su caída todo el monumento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los
bomberos enviaron a un equipo suicida a esa torre, con la consigna de
salvarla, pero a sabiendas que en su tarea heroica podían perecer. Solo
después de medianoche se conoció el éxito de la misión y el público
agolpado que observaba la tragedia desde cerca, junto a los puentes o
en las riberas del río Sena, pudo al fin suspirar aliviada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me
enteré de la noticia al instante al observar en la tarde las imágenes
transmitidas en directo por la televisión en un bistrot popular donde la
gente especulaba sobre si se trataba de un atentado islamista o un
incendio accidental. Entonces no dudé en tomar el metro y acercarme al
lugar para ver desde la otra orilla del río, debajo de un puente desde
donde había una excelente vista, la evolución de la situación a lo largo
de las horas, hasta el desenlace final, cuando las autoridades
anunciaron que tenían controlado el fuego aunque la destrucción parcial
era un hecho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debajo de los
puentes o en las calles aledañas se veía a los citadinos de todas las
edades y orígenes paralizados y en silencio ante las llamas que
devoraban el templo y las altas escaleras de bomberos desde donde se
lanzaban poderosos chorros de agua. Sin duda el momento era histórico e
incluso en algunas esquinas o plazas los fieles católicos cantaban,
oraban o interpretaban música clásica para tratar de conjurar la
pesadilla. Podía uno imaginarse entonces escenas similares ocurridas a
lo largo de los siglos en otras ciudades o pueblos europeos que vieron
arder sus templos centrales o pulverizarse barrios enteros construidos
siglos antes por sus ancestros medievales con motivo de guerras o
asonadas. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando
supimos que no se derrumbaría, muchos acudimos a celebrar a alguno de
los bares o restaurantes que permanecían abiertos para atender a la
muchedumbre de curiosos que invadieron las inmediaciones, especialmente
en el lado izquierdo de la ciudad por el Boulevard Saint Michel. Ahí
brindamos con vino por la tarea de los bomberos que acudieron prestos a
salvar la catedral, un poema encarnado de piedra que en un año volverá a
recibir a millones de visitantes de todo el mundo.</div><div dir="ltr">----</div><div dir="ltr">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 10 de diciembre de 2023.<br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"> <br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"> <br /></div><div dir="ltr"> <br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div><div dir="ltr"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-78870334085511162672023-12-02T10:03:00.000-08:002023-12-02T10:04:32.894-08:00MITO Y SOMBRA DE HENRY KISSINGER<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB1Ora3kZ4kdCFeiqmHAOzZ3HKAa7G6DMAf3qeYyU_5xb9RA8p2Yi8pFfOPSrBZ-mRfrKB2yoK8YLVdiyDh9Jpxy3nC3M3mk0hkbhYrTkQZJn66TCnxW4ZoN90D-SX1Su9nAY753TuipxZYYVL4_wkGfDjkOyNt93tzL6hqgBQgMcQ2v0pXjPYY51p_FZB/s249/HKUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="249" data-original-width="202" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB1Ora3kZ4kdCFeiqmHAOzZ3HKAa7G6DMAf3qeYyU_5xb9RA8p2Yi8pFfOPSrBZ-mRfrKB2yoK8YLVdiyDh9Jpxy3nC3M3mk0hkbhYrTkQZJn66TCnxW4ZoN90D-SX1Su9nAY753TuipxZYYVL4_wkGfDjkOyNt93tzL6hqgBQgMcQ2v0pXjPYY51p_FZB/s1600/HKUntitled.jpg" width="202" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">Varias
generaciones aun sobrevivientes de analistas, académicos, periodistas y
políticos del mundo entero estuvieron al tanto de las acciones y la
fama creciente del recién fallecido Henry Kissinger (1923-2023), el
Metternich estadounidense practicante de la realpolitik y figura clave
para su país de adopción durante el largo periodo de la Guerra Fría y
aun después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todas las
potencias mundiales en la historia de la humanidad han conservado este
tipo de eminencias grises al lado del monarca y en los pasillos del
poder, que como Maquiavelo, Mazarino, Richelieu, Colbert, Talleyrand,
Fouché, Rasputín y tantos otros actuaban en las sombras aconsejando a
reyes y gobernantes en el arte de evitar o iniciar guerras y de conjurar
las amenazas de los enemigos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos
ellos encendían y apagaban conflagraciones buscando el interés mayor de
las potencias para las que trabajaban fueran China, Japón, Inglaterra,
Francia, Rusia, el Imperio Austrohúngaro, España, Estados Unidos o la
Unión Soviética. Muchas veces, como el propio Kissinger en Vietnam y
Camboya, a sabiendas de que sabían la guerra perdida, la prolongaban
para sacar algún beneficio adicional de la catástrofe, causando la
muerte de miles de soldados enviados al frente y cientos de miles
civiles, entre ellos niños y mujeres en los territorios ocupados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las eminencias grises actúan fríamente <span>a nombre de la realpolitik </span>como
Kissinger, guiados por los intereses que sirven y ven el mundo como un
tablero de ajedrez donde los sentimientos están prohibidos. Hace poco,
antes de cumplir sus cien años, Kissinger fue recibido por el líder
comunista chino Yi Xiping en un nuevo encuentro histórico que recordaba
que fue él quien propició la cumbre entre el presidente Richard Nixon y
Mao Tse Tung, abriendo así una nueva e inédita etapa de entendimiento
entre las dos grandes potencias enemigas. También propició momentos de
distensión con la Unión Soviética en tiempos de Brezhnev, por lo que se
le considera un gran protagonista de la guerra fría, personaje que ha
pasado a la historia al lado de otros cancilleres famosos de la
humanidad. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Además de
la devastadora guerra de Vietnam y la matanza en Camboya, Kissinger fue
también el artífice del sangriento golpe de Estado contra el presidente
Salvador Allende en Chile y el ascenso del tenebroso dictador Augusto
Pinochet, ya que él consideraba que su llegada al poder por elecciones
democráticas era aun más peligrosa para Occidente y beneficiaba a la
larga a la Unión Soviética y sus intereses mundiales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nacido
de Bavaria en 1923, el inmigrante que llegó niño a Estados Unidos poco
después de la la tenebrosa Noche de los cristales rotos propiciada por
los nazis en Alemania, que anunciaba los horrores futuros del
hitlerismo, se destacó desde muy temprano como brillante analista
geopolítico y a los 27 años creó la revista Confluencia en la que
colaboraron grandes figuras liberales alemanas como Hanna Arendt y
Arthur Shlessinger, entre otros, que vieron de niños el fin de la
República de Weimar y el ascenso nazi gracias al voto democrático de su
pueblo. Nunca abandonó su marcado e inconfundible acento germano, pero
quienes lo conocieron dicen que era el más estadounidense de los
estadounidenses. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Brillante
estudiante de la Universidad de Harvard y autor desde muy temprano de
libros reconocidos sobre Metternich, Spengler y Toynbee y sobre temas de
poder y estrategia nuclear, Kissinger fue habitual de los gabinetes
secretos en Washington, primero de candidatos fallidos a la presidencia,
hasta el triunfo de Nixon, quien lo aupó a la Secretaría de Estado
(1973-1977) y llegó a la fama mundial e incluso a obtener el Premio
Nobel de la Paz en 1973.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este
año Kissinger seguía dando entrevistas y conferencias y viajando por el
mundo, dotado de total lucidez hasta el punto de disertar sobre los
conflictos crecientes de estos últimos años, con los que se están
definiendo los rumbos del planeta para las próximas décadas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin
duda como experto en conflictos comprendía muy bien lo delicado de la
situación actual del planeta. Una de sus consignas es que las guerras
pueden ser menos devastadoras si son conducidas por adversarios
realistas pragmáticos y no por bandos fanáticos de idealistas o
utópicos. Como liberal a ultranza, consideraba que la sociedad
capitalista, para él libre, era mucho más revolucionaria que una
sociedad socialista inspirada en los ideales del siglo XIX. Odiado y
admirado, Kissinger ha muerto centenario este miércoles y sin duda será
estudiado en el futuro en las aulas de las facultades de ciencias
políticas y gobierno del mundo. </div><div style="text-align: justify;">------</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 3 de diciembre de 2023.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div dir="ltr"><br /></div> Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-75329220324497677722023-11-28T10:12:00.000-08:002023-11-28T10:12:53.483-08:00ACTUALIDAD DEL ORIENTALISMO<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrIGMnDpM3SZI3uBg6kuqXMDWqoT6HQFMxJ2lQ7t7eVqvMeiBKd4JmZyj_5xzG3fpAjOGF6FE6FRNcxJjDXHb1y0vTQctqnQpTmdu7_2cKK8FPScxDGa_4r8iBNF8394jwOKY5n4CwLw0qN4MW2C2E7kjGTFeaPVB15VDIumaS6SXDBJPZ3xv1WGcNN021/s275/ABU%20DAUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrIGMnDpM3SZI3uBg6kuqXMDWqoT6HQFMxJ2lQ7t7eVqvMeiBKd4JmZyj_5xzG3fpAjOGF6FE6FRNcxJjDXHb1y0vTQctqnQpTmdu7_2cKK8FPScxDGa_4r8iBNF8394jwOKY5n4CwLw0qN4MW2C2E7kjGTFeaPVB15VDIumaS6SXDBJPZ3xv1WGcNN021/s1600/ABU%20DAUntitled.jpg" width="275" /></a></div> Por Eduardo García Aguilar<p></p><p style="text-align: justify;">Nunca
había venido a la tierra tunecina, pero estar aquí al frente del mar
Mediterráneo, cerca de donde estaba la mítica ciudad de Cartago, cantada
por Gustave Flaubert en su novela Salambó, es una delicia inolvidable.
En el siglo XIX los viajeros europeos y de otras regiones amantes de los
orientalismos solían viajar al Magreb en busca de ruinas fenicias y
romanas o de los rastros del imperio otomano que inspiró al novelista
Pierre Loti.</p><div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item">
<p style="text-align: justify;">El orientalismo siempre tuvo una connotación erótica para los blancos
europeos de las potencias que dominaron en los siglos XIX y XX aquellas
regiones inundadas por un sol permanente frente a las aguas mansas del
mar Mediterráneo, en cuyo seno durante los milenios comerciaron y
viajaron los habitantes de medio mundo llevando de un lado a otro sus
mercaderías, jarras repletas de aceite de oliva, vino, cereales o
especias, perfumes, joyas y cerámicas.</p>
<p style="text-align: justify;">Puede decirse que en el Mediterráneo, especialmente en la vasta parte
del norte de África, se inspiraron grandes obras literarias griegas y
latinas que aún hoy hacen vibrar a los lectores, bibliomaniacos y
bibliópatas del mundo. Desde antes de los tiempos de Alejandro Magno
grandes viajeros, reyes, aventureros, iluminados, profetas como Pablo de
Tarso y San Agustín y guerreros viajaron sobre esas aguas en ágiles
naves visitando los grandes puertos como Cartago y Alejandría y muchos
más, donde se construyeron algunas de las maravillas del mundo.</p>
<p style="text-align: justify;">Se hablaba del Faro y la Biblioteca de Alejandría y de las maravillas
de Cartago y muchas otras ciudades construidas por griegos y romanos en
estas tierras, escenario de obras tan increíbles como La Odisea de
Homero o La Eneida de Virgilio o El asno de oro entre muchas otras, sin
contar las páginas del gran Herodoto que hizo un reportaje minucioso
sobre los misterios y sorpresas de todas las civilizaciones presentes.
Después, bajo dominio otomano, se pusieron de moda los sultanes y el
mítico harem que inspiraba a los nostálgicos del orientalismo.</p>
<p style="text-align: justify;">Mar rico en alimentos, proveedor de energía y sol, espacio interno
donde se mezclaban todas las razas y culturas, el Mediterráneo sigue aún
vivo y activo en estos tiempos del siglo XXI donde también se dan las
guerras inspiradas en otras conflagraciones milenarias, como si el
tiempo fuera cíclico y circular. Los pueblos que viven hoy en estos
territorios fértiles y desérticos son los descendientes de soldados
griegos, fenicios, romanos y árabes que después de viajes interminables
decidían quedarse para siempre a este lado del mar, proveedor de los
deliciosos dátiles y el generoso aceite de oliva. A veces bajo el reino
de la paz y otras bajo el dominio del éxodo y la guerra.</p>
<p style="text-align: justify;">Desde el alto fuerte de Orán, construido por los hispanos, uno
observa el puerto y la apacible superficie marítima. Igual desde Argel,
una bahía larga que se extiende junto a colinas pobladas de
habitaciones, medinas, cashbas, faros y miradores espectaculares o de la
urbe construida por los colonizadores franceses, intacta aún a pesar de
la independencia. Y en la capital tunecina, desde las alturas de Sidi
Abou Said, se observa igual la superficie marítima de un azul peculiar y
las atmósferas vividas en su tiempo por griegos, etruscos, romanos,
fenicios, y más tarde por todo tipo de viajeros literarios que llegaban a
aquí para irrigarse de belleza y erotismo oriental.</p>
<p style="text-align: justify;">En el mejor y más bello restaurante llamado En los bellos viejos
tiempos, situado en las alturas de Sidi Abou Said, observo la sucesión
de casas blancas de ventanas azules parecidas a los pueblos de todas las
islas griegas visitadas desde tiempos inmemoriales por filósofos,
guerreros, poetas y monarcas fastuosos. Me he enterado que en este
paraíso tunecino de arquitectura arabigoandaluza vivió y escribió Michel
Foucault la Arquelogía del saber, cuando era un joven profesor
inquieto, y que como aquí están cerca el palacio presidencial y las
antiguas mansiones de los poderosos sultanes del siglo XIX han venido al
lugar figuras como la tunecina Claudia Cardinale, Chateubriand, Paul
Klee, Alphonse de Lamartine, André Gide, y grandes personalidades de la
diplomacia, como el egipcio Butros Butros Gahli y la estadounidense
Madeleine Albraight.</p>
<p style="text-align: justify;">Por estas bahías del Maghreb corre la poesía y el erotismo oriental
que inspiró a tantos poetas como el greco-alejandrino Constantis
Cavafis, el novelista Lawrence Durrel, autor del Cuarteto de Alejandría,
o el sabio poeta italiano Guseppe Ungaretti. Homero, Virgilio y
Flaubert usaron estos ámbitos para sus ficciones y aún el territorio
sigue intacto a pesar de conflictos, revoluciones y guerras, inspirando
la utopía de los iluminados, la pasión de los poetas y la locura de los
santos.</p><p style="text-align: justify;">------<br /></p><p>Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 26 de noviembre de 2023. <br /></p><p> <br /></p></div>
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Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-20684542827564632102023-11-28T05:18:00.000-08:002023-12-08T06:57:09.188-08:00HABLAR DE LITERATURA EN ARGELIA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj6djcOaUMTqexpxy_wjaijzoSVESM7EIlrxFawQ_6TcLhf-NRiDbeZyrx-pT_1rZbHXxBdUjzLAhHhnKU1k3hGD7ALFiKotN2iYAA3fpKXzhOLLed110B3UmyOsGZj6wpHNqVC2qiOG4QXquG6akFz9uBoKdxCeB0UpKmvChH0u6WnzgIkXkbfUKHeL8F/s275/ORANUntitled.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj6djcOaUMTqexpxy_wjaijzoSVESM7EIlrxFawQ_6TcLhf-NRiDbeZyrx-pT_1rZbHXxBdUjzLAhHhnKU1k3hGD7ALFiKotN2iYAA3fpKXzhOLLed110B3UmyOsGZj6wpHNqVC2qiOG4QXquG6akFz9uBoKdxCeB0UpKmvChH0u6WnzgIkXkbfUKHeL8F/s1600/ORANUntitled.jpg" width="275" /></a></div><span style="color: #000099;">Por Eduardo Garc<span><span face="tahoma, lucida, helvetica, sans-serif" style="color: #000099; font-size: 16px;">í</span></span>a Aguilar</span><p></p><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;">Argelia
era un secreto que guardaba desde la adolescencia, cuando al leer El
Quijote de la Mancha descubrí que se trataba de un manuscrito hallado
redactado por el argelino Cidi Hamete Benengalí y que Miguel de
Cervantes, su inventor, vivió cuatro años cautivo en la capital Argel y
pasó una temporada en el puerto de Orán, segunda localidad del país,
situada frente a la hispana Alicante.</div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;"> </div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;">Cervantes empezó en estas tierras a
fraguar la idea de escribir su obra maestra. Argel y Orán están
situadas en las costas mediterráneas muy cerca de España y a lo largo de
los siglos las poblaciones de uno y otro lado estuvieron en
comunicación o experimentaron cíclicos movimientos migratorios. Desde
tiempos lejanos fenicios, griegos, romanos y otros pueblos habitaron las
localidades de este enorme espacio cuyo centro son las aguas del mar
interior cantado y contado por Homero y Herodoto. Aceite de oliva, vino,
cerámicas, ánforas, telas, especias, joyas y miles de productos eran
transportados en esas ágiles naves de aquel tiempo como relataba Homero
en la Odisea. Virgilio contó en La Eneida un viaje similar. En estas
costas se encuentran ruinas romanas muy bien conservadas, ciudades con
sus calles, plazas, ágoras, tiendas, viviendas, templos y sitios
portuarios, muchos de ellos preservados por las arenas del tiempo. Sin
olvidar que por estas tierras estuvo presente Alejandro Magno y después
nacería aquí el gran San Agustín, autor de las Confesiones, una de las
grandes figuras del cristianismo y precursor de la literatura moderna
autobiográfica.</div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;"> </div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;">Orán es un puerto que ha sido habitado por hispanohablantes, pues estuvo
bajo dominio hispano durante siglos. Durante el imperio de los Omeyas y
el Al Andalus, la mayor parte de la península ibérica estuvo dominada
por los musulmanes, que convivieron con judíos y cristianos antes de ser
expulsados por Fernando e Isabel en tiempos del descubrimiento de
América. En Orán el gran escritor argelino Albert Camus vivió parte de
la infancia y ahí sitúa su novela La Peste. Camus nos hizo descubrir a
los latinoamericanos a Argelia con El extranjero y ensayos donde se
refería al proceso de independencia de Francia o a sus estudios de
bachillerato en Argel, donde ejerció como dramaturgo y periodista, antes
de viajar a Francia a toparse con la gloria. Por lo tanto Orán es una
ciudad familiar, pues en la actualidad la juventud es consciente de sus
ancestros hispanos y estudia la lengua de Cervantes en el Instituto del
mismo nombre y en la Universidad de Orán II, donde reciben clases de
hispanistas como Zouaoui Choucha, y el fundador del departamento,
Negaoui Salah, quien conoció a Gabriel García Márquez en Cuba en 1961.
Salah es conocedor profundo de la literatura colombiana e
hispanoamericana y lector de La María y La Vorágine. </div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;"> </div><div dir="ltr" style="color: #555544; font-family: tahoma, lucida, helvetica, sans-serif;">El sueño de conocer Argelia se dio porque fui invitado a hablar sobre
literatura en Orán y Argel en el marco de las actividades culturales del
ministerio de Relaciones exteriores de Colombia y la embajada de
Colombia en Argel para promover la literatura y la cultura colombianas
en el mundo. El primer encuentro fue en el gran Teatro de Orán, joya Art
Nouveau construida a inicios del siglo XX y dirigido por Mourad
Senouci, ante un nutrido público entusiasta de amantes de la lengua
castellana. Al día siguiente el encuentro fue en el Instituto Cervantes
de Orán, ante un auditorio variado, entusiasta y curioso. Y en la bella
ciudad de Argel, situada entre colinas frente al mar y plena de espacios
arbolados, hablamos en un gran auditorio de la Universidad de Argel II,
donde centenares de estudiantes, muchas de ellas mujeres, estuvieron
atentos a la charla sobre literatura colombiana. Ahí evocamos las altas
cordilleras y los caudalosos ríos Magdalena y Cauca y las selvas y
regiones que inspiran a nuestros autores, desde Simón Bolívar hasta el
gran José Eusatasio Rivera, cuya obra cumbre La Vorágine cumple en 1924
un siglo de su publicación. El profesor Oucher Abdenour, que comanda al
alumnado, ha viajado por América Latina y conoce muy bien la literatura y
la culinaria regionales.<div class="clearfix text-formatted field field--name-body field--type-text-with-summary field--label-hidden field__item"><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe0c0LnpqPYx5tkOWcQYWIspyaa3wRKgpTbm8_3InssdPhUmZnNX7y0pJtK7bkZeamN3N5q8K3G6d1L2VFpuM-gOjzvQadDHbnPV79ftZBZH_jTSuG80TJ97ykyeYfNCEwwOzpAnfZrcX5Z_W8tHkT7wXeG-IGEi7fl7jADRXkEJlCNUmYjRjZzDa-lE_N/s275/ARGELKimages.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe0c0LnpqPYx5tkOWcQYWIspyaa3wRKgpTbm8_3InssdPhUmZnNX7y0pJtK7bkZeamN3N5q8K3G6d1L2VFpuM-gOjzvQadDHbnPV79ftZBZH_jTSuG80TJ97ykyeYfNCEwwOzpAnfZrcX5Z_W8tHkT7wXeG-IGEi7fl7jADRXkEJlCNUmYjRjZzDa-lE_N/s1600/ARGELKimages.jpg" width="275" /></a> </p><p>La capital de Argelia, que fue colonia francesa a lo largo del siglo XIX
y hasta mediados del siglo XX, cuando se dio la independencia, guarda
el esplendor de la arquitectura colonial y en sus callejuelas
accidentadas se siente la fuerza de la antigua y la nueva pujanza, lo
que se refuerza al recorrer las vías del litoral frente a enormes y
bellos edificios Art Nouveau y Art Deco pintados de blanco. Ahí en ese
centro, en un enorme y bello ex convento, se encuentra el Instituto
Cervantes de Argel. El jueves hablé en ese lugar de autores que descubrí
en mi adolescencia en mi ciudad natal Manizales, la capital del eje
cafetero y tema central de cuatro de mis novelas, en el marco del
programa bibliotecario por un Día dedicado a un autor presente. Y en la
noche, para cerrar con broche de oro, hablamos ante escritores,
diplomáticos, estudiantes, académicos, entre quienes se encontraban la
mítica ex embajadora y heroína de la independencia y miembro del Consejo
de la Nación Hafida Bencheida, quien conoció a nuestro Nobel en
Barcelona cuando escribía allí El otoño del patriarca.<br />
Esta semana de estadía en este gran país ha sido una sorpresa, pues los
argelinos aman a Colombia y lo consideran un país hermano con el que se
han tejido lazos y vasos comunicantes invisibles e imaginarios a lo
largo de los siglos, cuando las naos de España viajaban hacia el otro
lado del Atlántico cargadas de viajeros mediterráneos.</p></div>
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</div></div><div class="qtd-body"><div class="yiv6817819967yqt1302066130" id="yiv6817819967yqtfd53380">-----</div><div class="yiv6817819967yqt1302066130" id="yiv6817819967yqtfd53380">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 19 de noviembre de 2023.</div><div class="yiv6817819967yqt1302066130" id="yiv6817819967yqtfd53380">* Primera foto, Orán desde el fuerte y la segunda foto, la Argel de antes de la Independencia en las colinas frente al mar. Ambas frente al mar Mediterráneo. <br /><br /></div></div><p></p><div dir="ltr"><span style="color: #000099;"><br clear="none" /></span></div><p></p><p></p><div dir="ltr"><span style="color: #000099;"><br /></span></div><p></p>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-40494481012943349062023-10-25T07:44:00.002-07:002023-10-25T07:45:18.921-07:00LA LEYENDA DE GREGORY RABASSA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBwOY9LgRzynfj_eTAwpJmZj5FWjNB4AW-tYMKp-VKbA4Qn7Ip-L83i5DvZzYplbUKTM5tnN4MAKl8w-pWSbunIhytJzJ6kVwQqotoaO6UV6CEE9VZR5fgJ8bj_SDI4RfFB9h8sMfSrQCQm9ioDrxwsMEexPMAPgJnWCg5sOswm9wIl25d7LSyxa91AAvi/s260/GR2Sans%20titre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="193" data-original-width="260" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBwOY9LgRzynfj_eTAwpJmZj5FWjNB4AW-tYMKp-VKbA4Qn7Ip-L83i5DvZzYplbUKTM5tnN4MAKl8w-pWSbunIhytJzJ6kVwQqotoaO6UV6CEE9VZR5fgJ8bj_SDI4RfFB9h8sMfSrQCQm9ioDrxwsMEexPMAPgJnWCg5sOswm9wIl25d7LSyxa91AAvi/s1600/GR2Sans%20titre.jpg" width="260" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">La
vida le depara a uno privilegios inolvidables como el conocer y ver
varias veces al gran traductor, escritor y académico estadounidense
Gregory Rabassa (1922-2016), quien tuvo una lúcida y longeva vida y
falleció a los 94 años en Bradford, Connecticut.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rabassa
es una leyenda para los latinoamericanos e ibéricos, tanto hispánicos
como portugueses, un mito casi, pues tradujo en una larga carrera de más
de medio siglo a los más grandes escritores de esos ámbitos
lingüísticos, como Machado de Assis, Jorge Amado, Darcy Ribeyro y
Antonio Lobo Antunes o libros como Rayuela de Julio Cortázar y Cien años
de Soledad y El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez, obras
cumbres que vibran aun entre nosotros como si hubiesen sido escritas
ayer. Un día le pidieron traducir Rayuela y ahí todo comenzó, aunque no
era su plan de vida.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rabassa
nació en Nueva York de un padre cubano de origen catalán y una madre
neoyorquina, y tras doctorarse en la Universidad de Columbia, se
desempeñó como profesor de literatura allí durante dos décadas, antes de
trabajar en la City Univesity of New York, donde siguió su labor como
profesor emérito hasta ya cerca de cumplir su novena década de
existencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era pues un
neoyorquino esencial que frecuentó en su juventud los bares y los sitios
de jazz de Greenwich Village y Lower east side, estuvo como casi todos
los de su generación destacado durante la Segunda guerra mundial entre
1942 y 1945, en su caso en Italia, alcanzando el grado de sargento, y
vivió la mayor parte de su vida en Upper east side, en apartamentos
situados en una zona privilegiada entre las calles 72 y 76. Y tuvo
también dos dachas en zonas bucólicas donde congregó sus libros y su
colección de vinilos de jazz, que compartía con su cercano amigo y
cómplice, el joven eterno Julio Cortázar, cuando venía a visitarlo.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue
Julio Cortázar quien le recomendó a García Márquez a Rabassa para la
traduccción de su obra cumbre Cien años de Soledad y el colombiano quedó
tan contento que declaró varias veces, incluso en Estocolmo, que la
versión en inglés de ese libro era mejor que el original, lo que
divertía al simpático neoyorquino, quien tenía un excelente sentido del
humor.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi amigo y
discípulo suyo Jay Miskowiec, animador de Aliform Publishing, que
publicó algunas traducciones suyas, me conectó con él y tuve la fortuna
de verlo por primer a vez en 1989. Me citó en el bar del lujoso Hotel
Plaza en Central Park en un día de otoño. No hay palabras para describir
lo que puede sentir un joven escritor latinoamericano cuando camina por
las arterias de New York, lentamente, vadeando las humaredas que brotan
del vientre de la urbe bajo la bruma otoñal, rumbo a un encuentro con
el mítico Rabassa. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
profesor, de baja estatura, que solía usar a veces corbatín, apareció
risueño y afable y en su rostro amigable se percibía sin lugar a dudas
su origen catalán, o sea de la estirpe del sabio Ramon Vinyes, el sabio
que residió en Barranquilla y regentó una librería en la que se
nutrieron los jóvenes del Grupo del mismo nombre. Luego caminamos hasta
cerca de su apartamento en Lexington Avenue y nos despe<br />dimos hablando de
su querido discípulo y amigo Jay Miskowiec, quien propició ese primer
encuentro. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cinco años
después, cuando presentamos en 1994 en Americas Society la traducción de
Bulevar de los héroes, estuvo presente Rabassa, rodeado por todos los
muchachos amantes de la literatura que estábamos allí y bebíamos y
disfrutábamos, sin poder creerlo, de su generosidad y amabilidad, entre
ellos los colombianos Tomás González y Eduardo Márceles Daconte, quienes
residían entonces en Nueva York, antes de que los dispersara y los
regresara a Colombia la caída de las Torres Gemelas en 2001, derribadas
por los yihadistas de Osama bin Laden. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La
última vez que lo vi fue cuando en 2009 presentamos El viaje triunfal
en la misma institución en otro acto parecido en una tarde de otoño.
Rabassa contaba chistes y hacía juegos de palabras y sonreía con el aire
juvenil que siempre lo caracterizó. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Disertó
sobre la filosofía de los cínicos griegos Antístenes y Diógenes de
Sinope del siglo IV antes de nuestra era, entre otros temas de su
predilección. Nos explicaba esa noche que la palabra venía del griego
perro y se divertía con sus diatribas e ironías y su vida libertaria,
despegada de los honores y las riquezas terrenales. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No
es para menos que para todos nosotros Rabassa sea un mito: entre sus
traducciones se destacan además Bomarzo, de Manuel Mujica Láinez,
Paradiso de José Lezama Lima, La Casa Verde y Conversación en la
catedral de Mario Vargas Llosa, y obras de Juan Goytisolo, José Donoso,
Clarice Lispector y Dalton Trevisan, entre muchas otras. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También
escribió un libro sobre el oficio de traducir y una autobriografía
donde cuenta en una límpida prosa aspectos de su larga vida, que incluye
su infancia, adolescencia, juventud, aspectos familiares, amores, sus
adoradas hijas y anécdotas de su vida académica y profesional. Su vida
también hace parte del realismo mágico, que para él comenzó con Miguel
de Cervantes Saavedra y su Quijote de la Mancha. </div><div style="text-align: justify;">------- <br /></div><div style="text-align: justify;">Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 22 de octubre de 2023. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div dir="ltr"> </div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-22932513821669254972023-10-14T05:14:00.003-07:002023-10-14T05:14:29.924-07:00DESASTRE EN TIERRA SANTA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOKVMrVU_VENxxQ1iQ21UAHcI_P_JQmxUdNg37iJup1Xyw3AxaK8lxWzt-BYVbDB3tYQgVnDdu4vVJswcCtcdCtCqHdb7raIcSowMupkF8kKagraCdHhKRS270V9bMVTBZprAagC2Xiy9J3_yo7uTHWbiqnC1Siozp1UrsnNqE57g6IFoM3wrpze9qt0fN/s275/Untitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOKVMrVU_VENxxQ1iQ21UAHcI_P_JQmxUdNg37iJup1Xyw3AxaK8lxWzt-BYVbDB3tYQgVnDdu4vVJswcCtcdCtCqHdb7raIcSowMupkF8kKagraCdHhKRS270V9bMVTBZprAagC2Xiy9J3_yo7uTHWbiqnC1Siozp1UrsnNqE57g6IFoM3wrpze9qt0fN/s1600/Untitled.jpg" width="275" /></a></div>Por Eduardo García Aguilar<p></p><div style="text-align: justify;">Muchos
analistas y expertos en el conflicto israelo-palestino coinciden en que
los históricos acontecimientos recientes que cambiarán sin duda los
equilibrios regionales en Oriente Medio, significan un desastre inédito
para el gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu, quien ha sido el
hombre fuerte del país en los últimos lustros y se ha empecinado a toda
costa en conservar el poder aliándose con extremistas y a quien
responsabilizan por la "inadmisible" falla de seguridad, al no prever el
ataque de Hamás y dejar sin protección del ejército amplios territorios
cercanos a la Franja de Gaza, donde más de mil civiles fueron
masacrados por los islamistas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos
esos académicos, diplomáticos, historiadores, ensayistas, periodistas y
ex militares se muestran absortos por los acontecido, ya que era
impensable si se tiene en cuenta que el ejército y los servicios de
inteligencia israelíes son considerados como de los mejores del mundo,
casi invencibles e infalibles, además de temibles. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
que miles de militantes islamistas de Hamás hubiesen ingresado por
aire, mar y tierra sin obstáculo alguno a territorio israelí, donde
actuaron a su guisa ese sábado 7 de octubre y al día siguiente, es una
humillación sin nombre para el gobierno israelí, algo nunca ocurrido
desde la fundación del país en 1948. Gaza además es una franja de 362 km
cuadrados rodeada por una barrera metálica e inteligente dotada de los
más avanzados recursos técnicos, que se hunde metros en tierra y se iza
sobre la superficie con antenas y sensibles dispositivos inexpugnables
de alta tecnología dignos de las películas hollywoodenses Blade Runner y
RoboCop. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Coinciden
todos ellos en afirmar que esta humillación histórica es peor a la
ocurrida en la guerra árabe-israelí de Jom Kippour de octubre de 1973,
cuando fuerzas sirias y egipcias atacaron por sorpresa al país, lo que
se tradujo en críticas a la primera ministra Golda Meir y a su ejército y
sus servicios de inteligencia, que tampoco vieron venir la ofensiva
árabe y no dieron crédito a algunos informes y evidencias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
historiador y ensayista Elie Barnavi, ex embajador de Israel en
Francia, afirmó en Le Monde que el ataque de Hamás fue "sorprendente
por el momento elegido, la amplitud y la audacia inéditas de la
operación y la devastación que provocó", además por "la total incuria de
la inteligencia militar y civil y la desesperación inicial de las
fuerza de defensa". Y calificó de inexplicable que "el ejército más
poderoso de la región, uno de los primeros del mundo, según nos dicen",
así como los servicios de inteligencia, "fueran incapaces de verlo venir
y después prevenirlo". Lo ocurrido es el resultado "de una conjunción
de dos factores: una organización islamista fanática cuyo objetivo
declarado es la destrucción de Israel; y una política israelí imbécil a
la que se aferraron gobiernos sucesivos, el último de los cuales la
llevó a la incandescencia", añadió muy airado Barnavi. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El
profesor de ciencias políticas Ilan Greilsammer dice en el mismo diario
que para calificar lo sucedido "la palabra desastre en sin duda muy
débil. Es un giro para la historia de Israel. Cincuenta años después
casi día por día, tras haber sido tomado por sorpresa por egipcios y
sirios en la guerra de Kipur, el ejército no vio venir absolutamente el
mortífero ataque orquestrado por Hamás", y por eso "el gobierno de
Netanyahu seguramente no podrá escapar a su terrible responsabilidad en
este desastre" y pronto será solo un "mal recuerdo" para que, después de
elecciones, accedan al gobierno "personas sensatas y responsables". <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras
los líderes de la industria armamentística mundial destapan la chapaña
por las futuras ganancias, los académicos especulan sobre la naturaleza
de la retaliación israelí y auguran meses de sufrimiento tanto para
israelíes como palestinos, pues una incursión en la densa Gaza, donde
viven hacinados más de dos millones de palestinos, como ocurre en toda
guerra o guerrilla urbana, puede tardar tiempo y llevar a combates
callejuela por callejuela, edificio por edificio, túnel por túnel, hasta
la destrucción definitiva de ciudades y pueblos como en Irak, Siria,
los balcanes y Ucrania. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero
Estados Unidos y Europa, así como sus poderosos rivales China y Rusia,
presionan con insistencia a Israel para que actúe con cautela en el
marco del derecho internacional con el fin de evitar pérdidas civiles y
el sufrimiento de la población de Gaza, bloqueda y sin salida, encerrada
en un gueto, sin agua, electricidad y comida, rehén de Hamás. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En
los países de Oriente Medio, África y Asia se incrementan las
manifestaciones de solidaridad con la población palestina, la mayoría de
la cual no está con Hamás, y crece la tensión en países europeos que
albergan poblaciones de ambos orígenes y creencias religiosas, por lo
que se aplican ya medidas de alerta y prevención ante posibles
contagios, atentados o ataques aislados, como en Francia, donde un joven
islamista de origen checheno mató este viernes a cuchillo a un maestro e
hirió a otras personas al grito de Alá Akbar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Basta
abrir y leer los libros sagrados de los diversos monoteísmos y
politeísmos, para constatar que esta y otras guerras duran desde hace
milenios y que con toda probabilidad prevalecerán en el futuro lejano,
si la humanidad o el planeta aun existen.</div><div style="text-align: justify;">-----</div><div style="text-align: justify;">Publicado en La atria. Manizales. Colombia. <br />Domingo 15 de octubre de 2023. <br /><br /></div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div dir="ltr"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-31718848360994582342023-10-01T03:42:00.003-07:002023-10-01T03:43:31.257-07:00BRIGITTE BARDOT: SÍMBOLO SEXUAL ETERNO (2006)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifXqlGlP5dICQA1IfWckx5Vw21J-l7ImsRwNl4J9kb768Mrp4CL7EF6tzffoW-EkMx8SchwOkSRv7xE7hSbwXivI7Tk1jM-WKeFS4Su43OD3frnWB7iuhW-LOltlJiuDpq1ztq_yfDsCu3G-kTAgAcWMwrz4a8FTq_9S85Yp3HqMRmLz-FCg7NfhD-Hdtz/s275/BB2images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifXqlGlP5dICQA1IfWckx5Vw21J-l7ImsRwNl4J9kb768Mrp4CL7EF6tzffoW-EkMx8SchwOkSRv7xE7hSbwXivI7Tk1jM-WKeFS4Su43OD3frnWB7iuhW-LOltlJiuDpq1ztq_yfDsCu3G-kTAgAcWMwrz4a8FTq_9S85Yp3HqMRmLz-FCg7NfhD-Hdtz/s1600/BB2images.jpg" width="275" /></a></div> <span style="color: #3333ff;">Por Eduardo García Aguilar<br /></span><p></p><div align="justify"><span style="color: #3333ff;"></span> </div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"><em> </em></span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"><em>Ella
tiene sin embargo un mérito en su atroz vejez: ama a los animales por
sobre todas cosas y es una luchadora denodada por sus derechos.</em></span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"><em> </em></span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"><em> </em></span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"><em></em></span> </div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Aunque
ahora es una anciana descuidada y de extrema derecha, y su
marido actual es un líder local del neofascista Frente Nacional en la
Costa Azul francesa, frente al mar Mediterráneo, Brigitte Bardot fue el
símbolo sexual moderno del siglo XX, ante quien palidecen todas las
divas contemporáneas del cine y el modelaje. Uno puede admirar a Kate
Mosss y Claudia Shiffer, sentirse maravillado por Ornella Mutti, Sharon
Stone, Sophie Marceau, Emmanuelle Béart o la brasileña Sonia Braga o
celebrar el surgimiento de las nuevas Scarlett Johanson, Isild le Besco,
Julia Roberts, Nicole Kidman o Ludivine Seigner, pero nada destrona a
esta mujer que creó los más grandes tumultos en los años 60 y 70 del
siglo pasado.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Más
de medio siglo después de su consagración en el filme “Y dios creó a la
mujer”, la Bardot es una leyenda tal vez sólo comparable a la italiana
Sofía Loren, quien a diferencia suya ha sabido envejecer en la grandeza y
la discreción de las grandes leyendas como Greta Garbo y Marlene
Dietrich.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">¿Qué
tenía esa mujer? Un cuerpo y una gestualidad únicas para romper con las
tradiciones en boga en los años 50, cuando emergió en las pantallas del
mundo. Poseía un rostro inolvidable y perverso, una sonrisa tierna y
pulposa como ninguna otra y una gracia de gestualidades que la hacía
brillar aunque fuera pésima actriz y cantante. Todos los hombres y las
lesbianas del mundo soñaron con ella, pues era sexo y deseo puros, ángel
total independiente y rebelde de cuyos labios y ojos emanaba la
fertilidad hormonal nunca soñada por el Marqués de Sade, Georges
Bataille, Alain Robe-Grillet y Charles Bukowski juntos. Tenía los labios
más carnosos de la historia, ventosas del mal y el bien y su rostro
realzado por el rímel, el maquillaje y el lápiz labial era tentación y
ejemplo para las Lolitas de su tiempo. Ninguna, ni Marylin Monroe, a
quien admiraba, o Catherine Deneuve, que pretendió emularla
infructuosamente, lograron superarla en la leyenda del ser oscuro objeto
del deseo mundial de mujeres y hombres.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Nació
en 1934 en el seno de una familia burguesa tradicional parisina y desde
muy niña dio muestras de una belleza excepcional, como lo muestra la
foto en que aparece vestida de organdí blanco en su primera comunión en
1945 y sus iniciales fotos de bailarina, donde se destacaban sus
inmejorables y deseables piernas. Su primer esposo y descubridor fue
Roger Vadim, una de esas típicas leyendas del donjuanismo francés, que
más tarde corroboró sus méritos al llevar a la cama y al altar, entre
sólo algunas de sus conquistas, a Catherine Deneuve y Jane Fonda.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">En
1956, Bardot, al interpretar la danza de mambo en <i>Y dios creó a la
mujer</i> dio el paso hacia la fama mundial bajo la mirada de Jean-Luis
Trintignan, quien la robaría a Vadim, e iniciaría la vasta lista de sus
múltiples amantes, entre quienes figuraron el apuesto cantante Sacha
Distel, Jacques Charrier, Sami Frey, el playboy alemán Gunter Sachs, el
cantante Serge Gainsbourg y otros con nombres triviales como Patrick y
Christian y decenas y decenas de hombres que la convirtieron en una de
las más deliciosas libertinas de su época. Pero al llegar a la madurez
rechazó operaciones y maquillajes inútiles y dejó que la fealdad
aflorara poco a poco de las tersuras de su rostro, hasta convertirla en
la odiada bruja derechista que hoy es, con sus declaraciones xenófobas y
sus discursos más reaccionarios.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Brigitte
Bardot tiene sin embargo un mérito en su atroz vejez: ama a los
animales por sobre todas cosas y es una luchadora denodada por sus
derechos. Perros, caballos, martas, gatos, conejos, gatos, manatíes,
ballenas, caballos, monos, gorilas, chimpancés, leones, tigres,
panteras, jaguares, aves, reptiles, quelonios: todos ellos tienen en
ella a una defensora irreductible frente a la depredación de la
humanidad. Aunque odie a los hombres de supuestas razas inferiores, a
los extranjeros árabes, negros o asiáticos que según ella le quitan el
pan a los franceses, tiene ternura por todas las bestias y criaturas que
sufren torturas en laboratorios o son objeto de abandono, maltrato,
caza y pesca exageradas.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;"> </span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Como
depredadora sexual que fue amó y devoró gozosa y sin límites y como
pocas a su vecino animal el hombre, que a su vez la gozó, la poseyó y la
deseó en todas las pantallas del orbe. Brigitte Bardot fue la diosa del
siglo XX, y su cabellera y su cuerpo perfumados pasarán a la historia
como en su tiempo las más bellas esculturas griegas o las Venus de
Boticelli u otros maestros italianos. Por eso triunfó con un filme
llamado <i>Y dios creó a la mujer</i>. Cada día en el mito los dioses la
crean y Francia con ella alcanza las alturas sublimes de Juana de Arco,
incendiada en la hoguera de la intolerancia. Su horror crepuscular es
nada frente a su lúbrica leyenda.</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">-----</span></div><div align="justify"><span style="color: #3333ff; font-size: 130%;">Texto escrito en 2006, incluido en el libro <i>París exprés, Crónicas parisinas del siglo XXI</i>. Publicado en Madrid, en 2016, por la Editorial VErbum. <br /></span></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-20047203106026161812023-09-30T06:13:00.002-07:002023-10-02T12:40:45.034-07:00APROXIMACIÓN A RODRIGO ACEVEDO GONZÁLEZ<p>Por Eduardo García Aguilar</p><div dir="ltr"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHR3g8gYQ3r54tpGHzi4kAkY4xQdyRZF8q-ka8hzvNKPy2bqD0WfbxS8jek90kf7PNM0xytn2IfQgvHggUYWZc2sjdg8SieqP0qVEazt-Id58StWOUh85NQnckeBxJd4jZ96wRYst17KdDx41jNK3n5j0L2iMV4Z9sNOrQqXT96BxyGfxVak0zC7LGbHR4/s266/RAGUntitled.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="190" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHR3g8gYQ3r54tpGHzi4kAkY4xQdyRZF8q-ka8hzvNKPy2bqD0WfbxS8jek90kf7PNM0xytn2IfQgvHggUYWZc2sjdg8SieqP0qVEazt-Id58StWOUh85NQnckeBxJd4jZ96wRYst17KdDx41jNK3n5j0L2iMV4Z9sNOrQqXT96BxyGfxVak0zC7LGbHR4/s1600/RAGUntitled.jpg" width="190" /></a></div><br />En estos d<span>í</span>as digitalizaba un libro de poemas de mi amigo Rodrigo Acevedo Gonz<span>á</span>lez (1955-1996), a quien conoc<span>í</span> cuando éramos adolescentes y ya est<span>á</span>bamos inmersos a fondo en las lides de la poes<span>í</span>a y la literatura. Al repasar su obra no hay duda de que es un autor de primer nivel que deber<span>í</span>a aparecer en las antolog<span>í</span>as de poes<span>í</span>a colombiana y latinoamericana.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Su precocidad lo puso en contacto muy temprano con la literatura universal y la curiosidad intelectual lo llev<span>ó</span> a leer libros de cr<span>í</span>tica, ensayo, filosof<span>í</span>a y otras disciplinas que le dieron un amplio espectro a su pensamiento y una visi<span>ó</span>n muy clara de su situaci<span>ó</span>n como escritor y poeta en el mundo que le toc<span><span>ó</span></span> vivir en la segunda mitad del siglo XX.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Sus
poemas son modernos, urbanos, abordan las diversas grietas del mal con
gran lucidez y se comunican con la vida cotidiana de un hijo de su siglo
en el mundo, que no teme revelar las cicatrices, las heridas, la
podredumbre de la sociedad donde deambula a veces como un iluminado
solitario por las calles de la ciudad donde naci<span>ó</span> y vivi<span><span>ó</span></span> siempre, una urbe mediana de los Andes, Manizales, que también ten<span>í</span>a
una agitada vida cultural y a donde llegaban todas las tendencias de la
cultura y los libros circulaban a toda velocidad provenientes de los
centros del mundo hispanoamericano.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">En su obra est<span><span>á</span></span> presente el cine de los a<span><span>ñ</span></span>os 60 y 70 con las extraordinarias pel<span>í</span>culas
que en su momento agenciaba Hollywood, antes de que se convirtiera en
solo un espacio productor de blockbusters y superproducciones carentes
de cualquier profundidad que no sea la velocidad, la violencia y el esc<span><span>á</span></span>ndalo.
El poeta deambula solitario por la ciudad, a veces con su perro, pero
se interna en los abundantes cinemas donde se proyectan grandes pel<span>í</span>culas del cine italiano, alem<span><span>á</span></span>n, sueco, francés, inglés, <span>latinoamericano, asi<span><span>á</span></span>tico</span> y estadounidense de aquellas décadas excepcionales.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">La visi<span><span>ó</span></span>n cinematografica est<span><span>á</span></span> presente en su evocaci<span><span>ó</span></span>n de los <span><span>á</span></span>mbitos citadinos que recorre en las noches, como esos antros donde suena la m<span>ú</span>sica
en las rockolas con las canciones populares provenientes de México, el
Caribe o Argentina, tangos, milongas, rancheras mexicanas, o los éxitos
de Sandro de América que se escuchan en los bares. Su poes<span>í</span>a
se conecta con grandes poetas europeos modernos como el griego
Constantin Cavafis y los italianos Cesare Pavese, Giuseppe Ungaretti o
Pier Paolo Pasolini. <br clear="none" /></div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Acevedo Gonz<span><span>á</span></span>lez, autor de <i>Poemas del tiempo recobrado</i> y <i>El territorio y la m<span><span>á</span></span>scara</i>, entre otros, era un vitalista desenfrenado y vivi<span><span>ó</span></span> la vida a fondo con sus amores, el deseo, la libaci<span><span>ó</span></span>n y el silencio. Su mirada capta los cuerpos, la belleza de la juventud y la decrepitud de la vejez, as<span><span>í</span></span>
como la violencia latente en cada cuadra o barrio de la ciudad, o la
desesperanza y el escepticismo de quien en el fondo es un rom<span><span>á</span></span>ntico esencial que choca contra el descreimiento y la mezquindad reinantes.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Pero toda su obra est<span><span><span>á</span></span></span> marcada por la conciencia y la lucidez escalofriante de no pertenecer a ese mundo, de estar al margen de esa sociedad de m<span><span><span>á</span></span></span>scaras y apariencias que describe con elocuencia y acierto en cada uno de sus textos y en los escasos libros que alcanz<span><span>ó</span></span> a publicar en vida. Pero su marginalidad es la del pr<span>í</span>ncipe de las letras que flota tocando y revelando las llagas y la podedumbre de su entorno.<br clear="none" /></div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Su obra, como la del caleno Andrés Caicedo y otros autores mayores de esa amplia generaci<span><span>ó</span></span>n que sobrevivieron y envejecieron como Oscar Collazos y Umberto Valverde y el loco Ra<span>ú</span>l Gomez Jattin o la suicida Maria Mercedes Carranza entre los poetas, es un fruto emblem<span><span><span>á</span></span></span>tico de esos desbocados a<span><span>ñ</span></span>os 60 y 70 del siglo pasado irrepetibles, marcados por la irrupci<span><span>ó</span></span>n del rock y la liberaci<span><span>ó</span></span>n
de los cuerpos y de las conciencias después de las revoluciones
juveniles que sepultaron para siempre el siglo XIX y clausuraron el
siglo XX antes de tiempo.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Conservo unas 30 cartas que me escribi<span><span>ó</span></span> Rodrigo Acevedo Gonz<span><span><span>á</span></span></span>lez antes de cumplir 19 a<span><span>ñ</span></span>os desde Manizales a Bogot<span><span><span>á</span></span></span>, cuando yo hab<span>í</span>a ingresado a estudiar en la Universidad Nacional y el segu<span>í</span>a su actividad desbordada en la ciudad con sus amigos y hermanos de generaci<span><span>ó</span></span>n. En esa cartas est<span><span><span>á</span></span></span>n
presentes su angustias y temores, el miedo al futuro, sus terrores, sus
deseos, sus ansias de vivir, pero también el testimonio de su
impresionante precocidad literaria.</div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><div dir="ltr">Cuando él iba a Bogot<span><span><span>á</span></span></span> compart<span>í</span>amos libros y visitabamos las librer<span>í</span>as
de viejo y bibliotecas universitarias y nada le era ajeno de las
tendencias literarias del mundo de entonces, como la nueva novela
francesa o la obra de Michel Buttor, ide<span><span>ó</span></span>logo de ese movimiento al lado de Alain Robbe-Grillet. En largas veladas entre amigos convers<span><span><span>á</span></span></span>bamos de todas esas cosas con la pasi<span><span>ó</span></span>n de quienes deseaban devorarse la literatura del mundo.<br clear="none" /></div><div dir="ltr"><br clear="none" /></div><p>Por eso su obra es excepcional, moderna, original y ser<span>í</span>a bueno que algun d<span>í</span>a se editara completa para disfrutar la voz de un poeta nuestro que se anticipaba y hab<span>í</span>a roto cualquier atadura con las ret<span><span>ó</span></span>ricas anteriores. Asi como ocurri<span><span>ó</span></span> con los precoces poetas Rimbaud y Lautréamont, su obra es la voz de un joven eterno que atisba con precisi<span><span>ó</span></span>n los horrores y oscuridades de su tiempo, pero también la vida desbordada del deseo y la pasi<span><span>ó</span></span>n que salvan en medio del desastre en los antros nocturnos donde los solitarios escuchan hasta el amanecer las m<span>ú</span>sicas de su tiempo y ven el transcurrir desbocado de los noct<span><span><span>á</span></span></span>mbulos.
Su voz es la del joven insomne que no concilia el sueño y espera el
amanecer silencioso ante las ventanas del mundo, viendo pasar los p<span><span><span>á</span></span></span>jaros errantes.</p><p>---</p><p>Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 1 de octubre de 2023. <br /></p>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-6545601706156233942023-09-25T08:14:00.003-07:002023-09-25T08:15:16.978-07:00ENCUENTRO EN MÉXICO CON EDGAR NEGRET<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4a-I-wo3cCLvqAk-5OgVZCaLfE2yJjnvF7ur4VelNTV6AgaiOWhWhsK4P8uvsPneodZgquRQp-6YNdBe3yccmd_DckF6N5kiBRx-62mV2XZzK66J5ScdXpKrnHoIUyuBm_urR6EGZhtJlaj8ekMVflSPYe6EXQp6qb6apho4DlEFepOlLmGtYdPBF59e5/s224/ENUntitled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="224" data-original-width="224" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4a-I-wo3cCLvqAk-5OgVZCaLfE2yJjnvF7ur4VelNTV6AgaiOWhWhsK4P8uvsPneodZgquRQp-6YNdBe3yccmd_DckF6N5kiBRx-62mV2XZzK66J5ScdXpKrnHoIUyuBm_urR6EGZhtJlaj8ekMVflSPYe6EXQp6qb6apho4DlEFepOlLmGtYdPBF59e5/s1600/ENUntitled.jpg" width="224" /></a></div><br /><p><span style="color: red;">Por Eduardo García Aguilar</span></p>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Cuando lo vi por primera y última vez en
México, Edgar Negret tenía cerca de 72 años, pero parecía mucho más
joven. Delgado, piel morena, tal vez reminiscencia genealógica de su
origen incaico y movimientos ágiles, Negret (1920-2012) fue fiel a la
tradición de los artistas plásticos que desafían el tiempo con una
escalofriante juventud eterna: Picasso, Miró, Rufino Tamayo, Monet,
Chagall, para solo mencionar a unos cuantos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">"Necesitaría cien años para hacer todo lo que
veo", me dijo en 1993 el creador de los aparatos mágicos y coloridas
piezas metálicas influidas por su reencuentro con los incas, Quipus,
eclipses, homenajes a Machu Pichu, el sol y a Huayna Capac, que exponía
entonces en el Museo Tamayo de México, situado en el bosque de
Chapultepec.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Vestía con un saco color verde y por el
resfrío se cubría con suéter y bufanda color tierra. Como desde hacía
décadas, su cabeza rapada y bronceada lo hacía semejar a uno de los
extraterrestres que estuvieron en la fundación del imperio matemático de
los incas, que tanto admiraba, y podría haber sido uno de los
arquitectos misteriosos de las Líneas de Nazca, reencarnado en pleno
siglo XX.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Colombiano, de la ciudad colonial sureña de
Popayán, era considerado desde los años cincuenta una gloria nacional y
muchos críticos lo incluían entre los más originales y revolucionarios
escultores de latinoamericanos y del mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Negret me contó su agradecimiento con la
ciudad de Popayán, donde el arte era bien visto, y con su padre, militar
viajero que lo apoyó en su carrera como artista. E incluso me relató
intimidades, pues me dijo que conoció al poeta Guillermo Valencia e
incluso fue novio de una hija suya, Luz, con quien tuvo una gran amistad
a lo largo de la vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Guillermo Valencia, que "era como un dios para todos", le decía, "¡mi querido Edgar, sé que sigues los pasos de Fidias!".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Obras como Kachina, Eclipse, Puente,
Escalera, Acoplamiento, Gran metamorfosis, Gran templo de Sol, Sol,
Machu Pichu, Eclipse, Terrazas, Quipu, Cóndor, Reloj andino, Tejido,
Eclipse sobre el Cuzco, Cascada, Deidad, Laguna mística, fueron algunos
de los poemas de metal y color, que llegaron a las salas ultramodernas
del Museo Tamayo en Chapultepec y que el día de inauguración apreciamos
al calor de los vinos cientos de asistentes invitados por la agregada
cultural Linda Berg.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">De Negret, la novelista y crítica argentina
Marta Traba dijo en 1973 que la suya es una "obra enteramente solitaria,
que ha ido haciendo de sí misma su propio referente, que ha convertido
sus contradicciones internas en dinámica. Su obra no se puede tocar ni
penetrar, ni movilizar, ni trasladar, no es móvil ni múltiple. Está ahí,
perfecta y entera, recordándonos que la función olvidada del arte es
reemplazar lo real por la estructura imaginaria capaz de reconducirnos
al sentido profundo y a la medida de las fórmulas".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Dijo que siempre cayó "en los mejores grupos
de artistas donde estuve" y que en Nueva York compartió con Ellswoth
Kelly, Robert Indiana, Luoise Nevelson, Agnes Martine y Jacques
Joungerman, quien estaba casado con la actriz Delphine Seyring. "Eramos
un grupo extraordinario que nos encontrábamos todos los días y el fin de
semana hacíamos reuniones en los estudios de cada uno de nosotros".
Allí en Manhattan, donde dominaba el abstraccionismo de De Kooning y
otros, él y sus amigos fueron mirados con "malos ojos" al principio y
considerados traidores porque venían del "abstraccionismo europeo".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">"En Madrid viví en casa de Juan Oteyza y su
señora y conocí a los Saura, Carlos, que era fotógrafo, y terminábamos
con él y su hermano Antonio en fiestas en el sótano de la librería
Buchholz. En París estuve con los latinoamericanos Soto, Otero, Cruz
Díez, del grupo venezolano, y con los colombianos Ramírez Villamizar y
Alejandro Obregón". </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Los orígenes de su obra, que se desplegaría
luego en Nueva York, se remontan a su estadía en Mallorca, donde trabajó
con hierro al lado de artesanos locales. Luego se trasladó a las
afueras de París, en Saint Germain en Laye, donde a falta de espacio y
material hizo bocetos con cartón que pintaba, pero de los cuales, me
dijo, no quedó rastro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">"Cuando llegué a Nueva York tuve un estudio
en Park Avenue South y allí quise montar un taller. Pero el departamento
de incendios exigía unas cosas que no podía comprar. Había que forrar
con materiales anti inflamables todas las paredes. Empecé entonces a
trabajar con láminas delgadas de aluminio. Ponía los remaches y vi que
no podía ocultarlos totalmente y usé el tornillo. Y gustó muchísimo",
relató con emoción por el fortuito hallazgo neoyorquino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">"Al principio los tornillos iban en sitios
necesarios, pero poco a poco se convirtieron en parte total de la obra,
en algo especial y estético. Me interesó mucho que se quedara un poco a
la vista el proceso de la obra. Se podía desarmar. Se podía quitar las
tuercas y volver al estado primigenio. Allí hubo una definición total
por los colores y formas que utilizaría después", agregó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue;">Desde los años cincuenta Negret hacía piezas
verticales, horizontales, geométricas, coloridas, imágenes de poesía
cósmica. Mucho antes de que estuviesen de moda Derrida y el
desconstruccionismo, ya se había anticipado, al abandonar los remaches y
dejar a la vista las tuercas y los tornillos de sus esculturas, para
revelar el proceso creativo como tal en un importante gesto precursor de
modernidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: blue;"> -----</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: blue;"> París, 14 de octubre 2012 <br /></span></div>
Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-80695822043584334222023-09-20T13:02:00.002-07:002023-10-01T04:09:43.062-07:00LA FICCIÓN: UN AMBIGUO DEMIURGO (1988)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyoXdkxWd59RUqGLCa6qunlXNUIGfqeVcFvN1pom2OdQISs3hjztJzKF1Muw69fFWQWpUX_smKLAMVfRyuVdTWKX2OTPtlpCO4gPTxElb4wPd_ZJzaVsU2rNsrJxopfD5f_90gps1khykUKHfNV-D9TKT567ZX0spsbL1jK9FikBa1DQmMALC08HoqrDqx/s373/JBimages.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="135" data-original-width="373" height="116" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyoXdkxWd59RUqGLCa6qunlXNUIGfqeVcFvN1pom2OdQISs3hjztJzKF1Muw69fFWQWpUX_smKLAMVfRyuVdTWKX2OTPtlpCO4gPTxElb4wPd_ZJzaVsU2rNsrJxopfD5f_90gps1khykUKHfNV-D9TKT567ZX0spsbL1jK9FikBa1DQmMALC08HoqrDqx/s320/JBimages.jpg" width="320" /></a></div><br />Por Eduardo García Aguilar<p></p><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">En <i>Este mar narrativo</i>,
el escritor venezolano José Balza (1939) reúne ensayos relacionados con el
ejercicio novelísico, partiendo, por supuesto, de un original estudio
sobre <i>El Quijote</i>. Algunos de los textos abordan otros temas, como
la técnica novelística en general, las proposiciones de la nueva novela
francesa, o las obras de Proust, Kafka, Durrell, Onetti, Cortázar,
Rulfo y otros autores de este siglo. Todos estos estudios, escritos
algunos en la década de los 60, se caracterizan por centrarse
exclusivamente en los asuntos del género, evitando digresiones
sociológicas o políticas, o en su defecto, largas disquisiciones de
orden semiológico. Parten de la pasión del autor por la lectura, lo que
lo incita a buscar zonas inéditas en las obras estudiadas sin otro ánimo
que dar luz, abrir puertas, dsmontar edificios o buscar los secretos
designios de un material tan vasto y complejo. A diferencia de la
mayoría de los críticos en boga en los últimos 20 años, Balza nos
introduce a su mundo por las vías únicas del goce. El texto crítico aquí
propuesto no busca encontrar justificación a los procesos
socioeconómicos, ni mucho menos trata de hallar, a través de la
creación, claves para discernir épocas o años específicos. El tema es
uno y exclusivo: el arte de novelar, sus secretos y misterios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como era de esperarse, Balza inicia el libro con un extenso y delicioso ensayo sobre <i>El Quijote </i>de
Miguel de Cervantes Saavedra, elaborado a la luz de la actualidad. Lo
novedoso de este tipo de abordaje es que pone a dialogar la obra magna
del género con autores contemporáneos e incluso con teorías actuales,
mostrándola como precursora de los más variados usos y técnicas de hoy.
Hubiera sido inútil insistir en los trillados estudios cervantistas,
cuya cantidad y desmesura enloquecería al más aplicado de los eruditos.
En unas 70 páginas, el venezolano aborda desde su óptica las escenas o
capítulos a su parecer más importantes, reflexiona en torno a los
personajes centrales y la vasta gama de los secundarios, haciéndonos
volver al mundo inagotable de Cervantes. Asimismo, discurre sobre las
proezas técnicas del autor y sobre ese tejido de máscaras con las que se
oculta el narrador para darnos la trampa de su genio. Concluye en la
cueva de Montesinos, zona de la obra donde al parecer triunfa no solo el
autor sino el género como tal. Dice Balza: "La cueva de Montesinos
-indescifrable siempre: por su magia anecdótica, por su conciso diseño
narrativo, por ser texto que no deriva de autor conocido- unifica dentro
de la novela un extraño momento: el de lo alto y lo bajo, el de lo
visible y lo contado, el de las confluencias temporales. En ella parece
habitar la síntesis de una forma literaria que, siendo novelesca, siendo
novela, celebra a la novela misma y a cuanto el corazón de la ficción
pueda contener. En la aventura de la cueva hay una manera suprema
-dentro de El Quijote- de inhalar y testificar al mundo; allí triunfa la
novela (o una superación de la novela)".</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Carlos Fuentes dice que cada año dedica la Semana santa a leer <i>El Quijote</i>.
Todo novelista que se respete debe hacer este "ejercicio espiritual",
luego del cual está preparado para un nuevo año de sorpresas y
creaciones. No habrá jamás una relectura de esa obra que no suscite
nuevas emociones o revele aristas inéditas. Además del goce argumental,
de la sabiduría que entraña, <i>El Quijote</i> sorprende porque esa masa
de palabras posee una energía que estremece a cualquiera. En el
castellano monstruosamente vivo que nos habla y nos inunda de olores y
lágrimas. Volver a él es descubrir el poder de las palabras, cuyo
imperio trasciende los siglos, incluso menos golpeadas por el tiempo que
ciertas pirámides o templos milenarios. <br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">En
otros ensayos como Notas sobre la novela. Desviaciones e Instrumental,
Balza nos habla de las tendencias contemporáneas del género. En el
primer texto, escrito entre 1964 y 1968, es decir, en pleno auge del <i>Nouveau roman</i>,
el autor no cae en la fe ciega que suscitó el experimento entre
estudiosos y escritores de entonces. Veinte años han transcurrido, y lo
que dice respecto a los cambios de perspectiva del género y sus
consecuencias nos parece muy actual y muy lúcido. Más adelante, hablando
de los novelistas más impactantes del siglo, como Proust, Joyce, Kafka,
Musil, y otros nuevos, como Huxley, Faulkner o Dos Passos, Balza
refrenda lo dicho muchos años antes respecto al tiempo y el espacio,
entre los que transcurre la aventura narrativa y expone los rumbos
futuros que ahora se vislumbran. A través de su estilo ensayístico, los
lectores llegamos a la certeza de que, como se dice en <i>El Quijote</i>, "todo es ficción, fábula y mentira, y sueños contados por hombres medio despiertos, o, mejor, medio dormidos".</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"> </div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Allí
-agrega Balza - "estaría el punto deslizante: todo se debe a la
existencia de un centro omniscio que constiyue y origina la ficción;
todo se debe a la acumulación de una energía colectiva (lo imaginario)
que emerge desde los hombres, se independiza de ellos, y, como un dios,
vuelve a su destino para poseerlos; a un dinámico núcleo que irrespeta
lo siglos, las mentes, los lugares; a algo que está en ellos sin
importar cual sea su separación espacial o temporal, su misterio o su
condición indecible; a un sol imaginario cuyas ruedas hipnotizan, mueven
el sueño y la vigilia, y abandonan en nuestro mundo a algunos hombres
que le pertenecen: los narradores y lectores".</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Desentrañar, pues, el artilugio de la ficción es el objetivo de <i>Este mar narrativo</i>.
Para el autor, los novelistass "son los hombres de la oscuridad" y su
función consiste en alumbrar lo oculto, descubrir las "esencias que
adquieren en forma pura, irreal, sin proponer clasificaciones
universales". Anécdota, lenguaje, cuerpo, son otros de los conceptos que
utiliza para mostrar las etapas de la creación novelística: la primera
como algo general, no necesariamente individual; el segundo cargado ya
de elementos propios, de respiraciones y ritmos particulares; y el
tercero, consistente en el orden y los puntos de vista, definiría ya el
reino del autor, su peculiar forma de ver y ordenar el material
ficticio.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Para
los aficionados a escribir novelas o a leerlas, el libro del autor
venezolano contribuye a desempolvar ciertas ideas que el violento
quehacer narrativo latinoamericano reciente había condenado al reino de
los anaqueles. Lejos de los juicios titánicos en torno a qué es bueno o
qué es malo, o sobre la cantidad de "compromiso" o "latinoamericaneidad"
de una novela, Balza nos invita a gozar un género que algunos
consideran agonizante y hasta sospechoso.</div><div data-setdir="false" style="text-align: left;"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr">-----</div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr">José Balza. <i>Este mar narrativo</i>. Fondo de Cultura Económica. México. 1987. 190 pp.</div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr">* Publicado el jueves 11 de febrero de 1988. Unomásuno. México. </div><div data-setdir="false" dir="ltr">* Una versión editada y actualizada de este texto con motivo del reciente Premio Pedro Henríquez Ureña recibido por Balza fue publicada el domingo 23 de septiembre de 2023 en el diario La Patria. Manizales. Colombia: https://www.lapatria.com/opinion/columnistas/eduardo-garcia/el-venezolano-balza-y-el-universo-cervantino <br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr">*
El pasado 31 de agosto de 2023 José Balza recibió el VIII Premio Pedro
Henríquez Ureña de ensayo que le había sido otorgado por la Academia
Mexicana de la Lengua en 2021.<br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /></div><div data-setdir="false" dir="ltr"><br /><br /></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1418868896299648497.post-24959247100199252862023-09-18T13:16:00.014-07:002023-09-18T14:50:57.958-07:00LAS ANTIPARRAS PRODIGIOSAS DEL MALVADO EMIR (1985)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilUqy0xHMdg0sy3x4zavInpbKZDBgYUcWc0lfM2Q4CVn-ziweXN291GXTmKHUAXu9Ai2MVMf9L6gE2tQ0ZQ4G906lmsy5nwmLgroiC8TfuhAsmVzwZaEeEBTn7pl2-GhOkIoDhz33cw8nxFYLlgKsRpKi6Khyz5lsZcjbtgOuG36EpC60VKyJVVnOyHxCB/s275/ERMimages.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilUqy0xHMdg0sy3x4zavInpbKZDBgYUcWc0lfM2Q4CVn-ziweXN291GXTmKHUAXu9Ai2MVMf9L6gE2tQ0ZQ4G906lmsy5nwmLgroiC8TfuhAsmVzwZaEeEBTn7pl2-GhOkIoDhz33cw8nxFYLlgKsRpKi6Khyz5lsZcjbtgOuG36EpC60VKyJVVnOyHxCB/s1600/ERMimages.jpg" width="275" /></a></div> <p></p><p>Por Eduardo García Aguilar *<br /></p><div class="ydpdce20345yahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"><div id="ydpdce20345yiv1356882854"><div><div class="ydpdce20345yiv1356882854ydp109b84ecyahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"><div id="ydpdce20345yiv1356882854ydp109b84ecyiv7389184528"><div><div class="ydpdce20345yiv1356882854ydp109b84ecyiv7389184528yahoo-style-wrap" style="font-family: arial; font-size: 16px;"><div style="text-align: justify;"><div>En 1970, escarbando entre los libros de mi padre, encontré entre un volumen del <i>Elogio de la locura</i> y otro de <i>Pepita Jiménez</i>,
tres números de la revista Mundo Nuevo, que Emir Rodríguez Monegal
(1921-1985) publicaba en París. Aunque no me acuerdo de su contenido exacto, guardo
la grata impresión que me provocó esa lectura, en una época dominada por
el primer auge del <i>boom</i>. <br /></div><div><br /></div><div>En contraste con
las mortecinas revistas del Instituto Caro y Cuervo y de la Biblioteca
Luis Ángel Arango del Banco de la República, de Bogotá, que llegaban a
una ciudad andina situada a veinte kilómetros del volcán nevado del
Ruiz, aquellas revistas, una de las cuales tenía color rosado,
provocaron en un grupo de adolescentes interesados en la literatura, un
efecto volcánico. Poco después, en la redacción de un diario de
Manizales, alguien me dijo que esa revista era financiada por la CIA. En
secreto, como si cometiera un pecado, leía esas revistas sin comprender
por qué la agencia de inteligencia norteamericana mostraba tanto
interés en la nueva literatura latinoamericana. </div><div><br /></div><div>Bajo
el dominio absoluto de Casa de las Américas, en meses aciagos para
Colombia, bombardeados por literatura marxista de todos los pelambres,
la acusación de ese periodista se quedó así. Ahora, muchos años después,
cuando la mayoría de los intelectuales sectarios de aquel tiempo
maquillan piadosamente su ideas para ponerlas acordes con la época,
todos sabemos que Mundo Nuevo fue una de las revistas decisivas para la
difusión de la nueva literatura latinaomericana, que apenas explotaba
con todo su esplendor. El inspirador de ese proyecto, financiado por la
Ford Foundation, mas no por la CIA, era Emir Rodríguez Monegal, uruguayo
trotamundos, cuyo ejercicio de la crítica era absolutamente peculiar.
Además de haber sido el primero en mirar con escepticismo la retórica
marxista-leninista y de haber tenido el valor de exponer sus dudas, aun a
costa de ser acusado de agente secreto de los servicios de inteligencia
norteamericanos, Rodríguez Monegal practicó la crítica sin caer en los
beatos estudios académicos, podridos por la manteca estructuralista o
marxista. Salpicando de humor cada texto, haciendo ameno el análisis,
buceando por todos los túneles submarinos, haciendo de la entrevista un
arte y de la conferencia o la charla una orgía perpetua, el crítico más
lúcido de la nueva narrativa latinoamericana dejó su investigación en el
punto donde los nuevos deben continuar. </div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En
una entrevista con Carlos Fuentes dijo algo que sigue teniendo gran
actualidad: "Yo creo que encerrarnos en un gueto cultural más o menos
imaginario, como nos proponen desde tantos extremos, es lo que nos ha
hecho mucho daño siempre y nos sigue haciendo daño ahora. Hemos cambiado
el monopolio de una metrópoli por otras, pero nunca nos hemos atrevido a
circular libremente por el mundo entero. O nos hemos encerrado con todo
resentimiento en nuestros ídolos, nuestros héroes, nuestras
tradiciones, nuestras inquisiciones, como solteronas maniáticas y
abrumadas por álbumes de estampas y sus carpetas de crochet. Hemos sido
demasiado tiempo unas vestales aterrorizadas por la proximidad de los
bárbaros. Sin darnos cuenta de que los bárbaros ya están adentro". Basado
en estas palabras, Rodríguez Monegal analizó la literatura del
continente desde todos los puntos de vista, y vio en ella el fruto no
solo de una tradición narrativa, sino también poética, por el lado de
las vanguardias y de la obra iluminadora de Neruda, el de la <i>Residencia en la tierra</i>. En un pequeño, pero esclarecedor ensayo, <i>El boom de la literatura latinoamericana</i>,
hace un fresco dinámico de la literatura continental, buscando sus
múltiples orígenes, desde los primeros escritores "americanos", el
modernismo de Darío y de Rodó, hasta el efecto producido por Huidobro y
Neruda. A su vez incluye en el estudio la compleja y valiosa literatura
brasileña, que es excluida a veces cuando se habla de literatura
latinoamericana, pero que en muchos aspectos ha sido más viva y
revolucionaria que la del lado hispánico de América. En su violenta
arqueología de la novela de estas latitudes, rescata del olvido a
autores tan adelantados como Macedonio Fernández y Machado de Assis,
para luego dar la moneda del César a Jorge Luis Borges, de quien fue no
solo amigo, sino también estudioso pertinaz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Preocupado por los nuevos autores, tratando de descubrir las nuevas tendencias, concluye que <i>Cien años de Soledad </i>es
más el fin de un largo ciclo que una apertura, y cree -lo que puede
también ser discutible- que los nuevos rumbos están planteados en la
prosa de Lezama, en la auto-reflexión de los textos borgeanos, en el
delirio "barroco" que hace del lenguaje el centro de la trama
novelística. Durante décadas leyó manuscritos en ciernes, conversó con
autores entonces tan jóvenes como Severo Sarduy y Homero Aridjis,
siempre guiado por la antiparra libre de presiones ideológicas y
políticas. Muchas de sus tesis pueden ser discutibles -de eso se trata-,
pero ningún estudio sobre los rumbos de nuestra novela podrá prescindir
de su lúcida y corrosiva crítica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">No en vano, cada una de sus conferencias era como un <i>hapenning </i>que
escandalizaba a los piadosos de la crítica con sus atroces monóculos y
su cejijuntez. Implacable con los españoles, con esa academia mortecina
propugnadora de la profilaxis linguística, Rodríguez Monegal valoró las
diversas expresiones literarias del continente, sin recurrir la las
funestas "aduanas" del marxismo, el estructuralismo o la ortegassetez.
Por decir lo que pensaba, con furibundos sarcasmos, estuvo a punto de
ser linchado en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México,
durante el homenaje a Octavio Paz, celebrado a fines de agosto de 1984, con motivo de sus 70 años. Junto a
él, entre otras personas, estaban el beato Félix Grande y santa Rosa
Chacel. Rodríguez Monegal, con el porte y el rostro que lo hacían
parecer al Dr. Samuel Johmson o a un jefe Sioux, enfiló sus adargas
contra don Tomas Navarro Tomás (T.N.T) y Ortega y Gasset, provocando la
iracundia de los dos hispanos. Luego el asunto degeneró en la furibunda
reacción del público. El asunto tuvo que concluir antes de que se
armara un genocidio. Más tarde, a la salida, en una noche de fines de agosto, lo vi por última vez
salir muy pálido y serio, con su alta estatura, el saco azul, la maleta
de académico y las antiparras corrosivas, rumbo a la ciudad. Mientras
tanto, una joven ayudaba a caminar a Rosa Chacel, que moribunda y
temerosa, había tenido alientos para salir del desgano y atacar a "ese
hombre", como dijo después en una entrevista.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Esta
anécdota es algo más que pintoresca. Es la prueba de que pese al éxito
del boom en España, a la revolución modernista de Darío, a las brigadas
de asalto de Huidobro y Neruda, en Europa no se soporta la soberbia o
la irreverencia de ultramar. La obra y la actitud del viejo maestro
uruguayo es un ejemplo para quienes hoy deseen destruir las "aduanas"
del progresismo y la ñoñez.</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;"><br /></div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">------------</div><div data-setdir="false" style="text-align: justify;">Emir Rodríguez Monegal. <i>El boom de la novela latinoamericana</i>. Editorial Tiempo Nuevo. Caracas. 1972. 119 pp. <i>El arte de narrar</i>. Monte Avila Editores. Caracas. 1968, 311 pp. <i>Narradores de América</i> (tomos I y II), Editorial Alfa. Argentina. Buenos Aires. 1974. <i>Borges, hacia una interpretación</i>. Ediciones Guadarrama. Madrid. 1976. 125 pp. <i>Borges por él mismo</i>. Monte Avila editores. Caracas. 1980. 247 pp. <i>Borges. Una biografía literaria</i>.
Coleccion Tierra Firme. Fondo de Cultura Económica. México. 1987. 475 pp. E
innumerables y desperdigados artículos, publicados en revistas de este y
otro mundo.</div><div data-setdir="false" style="text-align: left;"><br /></div><div dir="ltr">* Artículo publicado en 1985 en Sábado. Unomásuno, Ciudad de México, tras la muerte de Emir Rodríguez Monegal, acaecida el 14 de noviembre de 1985 en New Haven (Estados Unidos).<br /></div><div dir="ltr"><br /><br /></div></div></div></div></div></div></div></div>Eduardo García Aguilarhttp://www.blogger.com/profile/12780328109999751538noreply@blogger.com0