sábado, 14 de mayo de 2022

CARTAS A UNA MADRE URUGUAYA

Por Eduardo García Aguilar

Silvia Baron Supervielle nació en Buenos Aires (1934) de madre uruguaya y padre montevideano naturalizado argentino y en 1961 se trasladó a París, donde ha escrito su vasta obra en la lengua francesa que era muy habitual en esos tiempos a ambos lados del río de la Plata, de donde se dice originaria esencial. En el libro Cartas a fotografías aborda el tema de la madre, uno de los más difíciles para cualquier escritor y a lo largo de 160 misivas escritas desde el corazón y en una lengua depurada, tersa y profunda, cargada de poesía, se introduce en la historia familiar.

Este pequeño libro de 133 páginas, publicado por Gallimard en 2013, es una de esas joyas que todo lector quisiera encontrar, pues se acerca a la tragedia que es la esencia de toda vida desde que existe la humanidad. Baron Supervielle habla a una madre que murió muy joven a consecuencia de un parto, dejando a tres hijas huérfanas que poco recuerdan de ella debido a su edad. Solo tiene como rastros de su existencia algunas fotos en blanco y negro que la han acompañado en su largo exilio voluntario, lejos de la tierra donde nació.

Alguna vez dijo que todo escritor debía "meterse con el padre" y aunque rinde tributo a su honestidad y su poca codicia pese a ser heredero del banco Supervielle, que administró con talento, registra el extraño silencio que siempre reinó en la familia argentina donde se crió en torno a la madre uruguaya, con quien él se casó y de la que enviudó pocos años después, antes de casarse de nuevo, tener otros hijos y seguir un rumbo que la autora considera ya separado de las hijas de su primer matrimonio, de facto excluidas por la nueva situación.

Hay vagos recuerdos de esos cortos años antes de que ocurriera la tragedia de la desaparición de la madre, por lo que al irse del río de La Plata hacia París en aviones de hélice que hacían múltiples escalas, como solía ocurrir en aquellos años, tal vez trataba de huir de ese vacío, de ese silencio, de esa cicatriz profunda e inefable. Todo el libro es un diálogo con esa madre que vive en fotografías donde su mirada de extraña tristeza expresa tal vez la intuición de su próxima muerte.

En ese viaje en busca de la madre uruguaya aprovecha también para contar a través de los ancestros la aventura social y política de esos países bañados por el río de La Plata, a donde llegaban centenares de miles de inmigrantes que huían generación tras generación de la pobreza o las guerras del viejo mundo y llegaban a aquellos puertos y pampas en busca de una vida mejor. Ya instalados, todos ellos cargaban silencios y vivían en un fuego fatuo que consumía raíces lejanas y anunciaba futuros como abismos.

Es el silencio de quienes dejaron para siempre sus orígenes gallegos, vascos, hispanos, portugueses, italianos, eslavos, balcánicos, ingleses, irlandeses, franceses, cuando por la distancia el viaje era sin retorno. Los nacidos allí crecían muchas veces ignorando lo que dejaron atrás los ancestros o nutriéndose de relatos fantásticos que falseaban la verdadera realidad. Un mundo transterrados donde hay silencios y reelaboraciones, tristezas sumidas en lo que nunca se dijo o no emergió a través de la palabra.

De ahí el misterio de este libro explorador del silencio, porque son cartas de la hija niña crecida ya y que desde la ventana de su habitación ve transcurrir las aguas de otro río, el Sena parisino que tantos inmigrantes franceses llevaron en su corazón hacia el exilio sudamericano. De allí la presencia de autores que como Isidore Ducasse, llamado el Conde de Lautréamont o Jules Supervielle, hicieron el mismo periplo del exilio de un lado para otro a través del Atlántico. Dos grandes poetas uruguayos de Francia sugeridos en las páginas de estas cartas.

Silvia Baron Supervielle es una de las grandes escritoras en lengua francesa actual con decenas de libros de ficción, poesía, ensayos y múltiples traducciones de autores de lengua española al francés, entre los que figuran Jorge Luis Borges, Macedonio Fernández, Roberto Juarroz, Silvina Ocampo, Alejandra Pizarnik y Julio Cortázar, y también del francés al español, como varias obras de Marguerite Yourcenar.

Este libro tan personal va mucho más allá de la historia contada, pues es una reflexión sobre la muerte y la vida, el olvido y el silencio, un viaje por la naturaleza y un diálogo en varias direcciones con muchos autores leídos como Gérard de Nerval, Rimbaud, Victoria Ocampo, Yves Bonnefoy, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Roland Barthes, Roberto Juarroz, entre otros. También es una recapitulación de naciones en formación en el lejano siglo XIX en territorios lejanos más allá del Atlántico. Silvia Baron Supervielle nos susurra al oído todas esas historias desde un espacio imaginario poblado de ausencias, para reconciliarnos una vez más con la literatura.  
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Pu
blicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 8 de mayo de 2022