domingo, 26 de junio de 2022

CONSAGRACIÓN DE GUSTAVO PETRO

Por Eduardo Garcia Aguilar

Un gran alivio se sintió en Colombia con la elección de Gustavo Petro como presidente después de décadas de encarnizada lucha por llegar al poder. Los grandes adversarios del nuevo mandatario no tardaron en reconocer su victoria y están ahora dispuestos a reunirse con él para dialogar o incluso a colaborar en la implementación del proyecto social que tiene planeado.

Al día siguiente fue saludado por el Secretario de Estado estadounidense Anthony Blinken y horas después recibió una calurosa llamada del presidente demócrata Joe Biden, quien conoce la trayectoria de Petro y sabe que grandes sectores de su partido reconocen su talante de gran estadista y coinciden con muchos de los puntos de su ideario, inscrito en la social-democracia, el empuje keynesiano y el activismo ecológico, que es una de las banderas del gobierno estadounidense bajo la férula del ex secretario de Estado John Kerry y de centenares de países preocupados por el destino del planeta.

Salvo algunos recalcitrantes muy sectarios, envidiosos o fanáticos, los líderes políticos del viejo establecimiento descansaron con el desenlace de estas elecciones históricas, que culminan con más de medio siglo de enfrentamientos animados por el objetivo ultramontano de impedir a toda costa que la izquierda, incluso moderada, llegara al poder y que nuevas generaciones pudieran asumir las riendas del país después de realizar por mérito propio estudios universitarios o ejercer por mandato electoral altas dignidades parlamentarias y ejecutivas.

Durante décadas los viejos dirigentes del establecimiento colombiano hicieron todo lo posible por impedir el ascenso de Gustavo Petro. Pero ahora reconocen que él les ganó la partida como otros grandes políticos de la humanidad que tras décadas de lucha, cárcel, calumnias y hostigamientos de todo tipo acceden en franca lid al poder aupados por una fenomenal oleada de rebelión democrática popular. Pienso en Nelson Mandela, François Mitterrand, Luis Inacio Lula da Silva, Dilma Roussef, Pepe Mujica y Andrés Manuel López Obrador, entre otros que sortearon con éxito las siete vidas del gato.

Los adversarios más encarnizados que hasta hace unos días lo consideraban un demonio, reconocen que Gustavo Petro pasa a la historia e inicia ahora un camino no solo como líder nacional sino como figura de gran rango en el panorama de los estadistas latinoamericanos. Petro luchó de joven como tantos otros colombianos por la justicia social y vio morir a miles de valores de su generación exterminados por las fuerzas oscuras. Después emprendió estudios de Economía en la Universidad Externado de Colombia y viajó por el mundo, conectándose con las nuevas corrientes del pensamiento. Además es gran lector de literatura y ensayos y escribe muy bien.

Dotado de gran inteligencia, elocuencia notable y gran capacidad oratoria, Petro nunca desfalleció ante los ataques y llevó la flama de su ideario hasta lo alto, mostrando en el último tramo de su lucha una gran serenidad ante los sucios ataques de los poderosos medios venales capitalinos. Ahora Colombia sube de rango internacional con esta figura que toda la prensa mundial saluda en las primeras planas. Su consagración es más que merecida y es el fruto de una lucha honrada e idealista de más de cuatro décadas. Esa experiencia le dará fuerza y sabiduría para enfrentar los muchos obstáculos y reveses que sin duda tendrá su mandato.

Pues bien, Colombia tendrá al mando ahora a un estadista que hablará de tu a tu con Estados Unidos y Europa mirando al futuro y ejercerá liderazgo en la región latinoamericana que vive ahora una nueva era. Ya no seremos el hazmerreír que fuimos en el último cuarto de siglo y especialmente en los últimos años. Petro abre fronteras rotas y va al grano al propiciar con urgencia la creación de instituciones educativas para miles de jóvenes marginados que sueñan con crear un nuevo país más justo y moderno.
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Publicado en La Patria. Manizales, Colombia. Domingo 26 de junio de 2022.