domingo, 1 de mayo de 2022

LAS SIETE VIDAS DE MÉLENCHON


Por Eduardo García Aguilar


A los 70 años de edad, el líder popular francés Jean-Luc Mélenchon (1951) resultó victorioso aunque no logró pasar a la segunda vuelta en las pasadas elecciones presidenciales de abril por solo 400.000 votos. Al obtener el 22% de los sufragios se ha convertido en una fuerza clave ante las elecciones legislativas que se llevarán a cabo en junio y definirán en cierta forma el destino del país, tras varios lustros de incertidumbre por el desplome de los dos partidos tradicionales que se repartían el poder desde hace cuatro décadas y resultaron pulverizados.

Cuando existían periodos presidenciales de siete años y no de cinco como ahora, las elecciones legislativas eran anteriores a las presidenciales y en el marco de la Quinta República hubo momentos en que el todopoderoso presidente monárquico tuvo que vivir en "cohabitación" con un Primer ministro opositor encargado de orientar los asuntos de gobierno, salvo la política exterior y la defensa. Tal fue el caso del socialista François Mitterrand, quien tuvo que gobernar en cohabitación con Jacques Chirac y Edouard Balladur, surgidos de la derecha moderada triunfante en las legislativas. Y a su vez Chirac tuvo que aguantarse una cohabitación con el Primer ministro socialista Lionel Jospin, quien ascendió a ese cargo tras la fallida disolución del parlamento por parte de ese presidente.

Para facilitar la tarea del monarca republicano se cambiaron las fechas y se disminuyó a cinco años el periodo presidencial, esperando  que el mandatario elegido solidificaría fácilmente su llegada al poder con una mayoría automática en posteriores elecciones parlamentarias que serían solo un trámite de ratificación de su triunfo. Así el derechista Nicolás Sarkozy gobernó con dóciles mayorías en el Congreso, antes de ser derrotado en su intento de reelección por los socialistas.

Luego la fórmula empezó a fallar durante el quinquenio del socialista François Hollande, atacado por una fronda parlamentaria de su partido y quien que al final desistió a presentarse para su reelección, al ser imposibilitado por la traición de su jovencísimo protegido de 39 años, el asesor y luego ministro de Economía Emmanuel Macron, quien lo sucedió espectacularmente en 2017, arrasando en las elecciones en la segunda vuelta frente al candidata de la extrema derecha Marine Le Pen.

El centrista Macron, ahora de 44 años, devoró a los socialistas y a la derecha moderada, pero su quinquenio ha sido más que accidentado. Fue salvado de la catástrofe por la pandemia que paralizó durante dos años la vida política del país, agitada hasta el primer confinamiento en 2019 por la violenta revolución popular de los Chalecos amarillos, quienes durante año y medio realizaron en pueblos, campos y ciudades agresivas manifestaciones y estuvieron a punto de tomarse el Palacio del Elíseo, desde donde Macron tuvo que huir un día aciago en helicóptero.

Macron mató con astucia el tradicional bipartidismo reinante en 2017, pero ahora en 2022 es víctima de su invento y de la nueva realidad política tripartita surgida de la elección presidencial, donde él resultó elegido no porque lo quisieran sino para evitar la llegada al poder de la extrema derecha, que hubiera desencandenado una impredecible apertura de la Caja de pandora del neo-fascismo, el racismo, la xenofobia y hasta la guerra civil, con secuelas graves a nivel europeo.

Mélenchon, brillante y culto tribuno que renunció al Partido Socialista hace dos décadas al considerarlo blando y de derecha, lucha desde entonces por crear un polo mayoritario popular más radical que se enfrente a las fracasadas medidas económicas del neoliberalismo que están de capa caída en Europa y en todo el mundo porque han generado excesiva concentración de la riqueza, pobreza, marginación y tensiones sociales insostenibles y generalizadas.

Como los gatos, Mélenchon fue dado por muerto siete veces y se le auguraba en estas elecciones un resultado marginal, pero logró una votación espectacular que le da dinámica para reunir a las fuerzas del descontento y generar un impulso para lograr mayorías legislativas en el Congreso frente al joven tecnócrata y ex banquero Macron. Ahora, al mando de una amplia coalición de ecologistas, socialistas, comunistas y otros progresistas, pide que le den la mayoría en el Congreso para obligar a Macron a una "cohabitación" y él convertirse en Primer ministro.

Aunque no obtenga su objetivo y luego se retire, él ha logrado un cambio importante en el panorama político y lo que antes parecía como una elección legislativa subsidiaria de la presidencial, será ahora una tercera vuelta inédita que renueva el aburrido panorama de la vieja Quinta Republica creada por le general Charles de Gaulle hace 65 años.

Ahora, rodeado por la juventud que lo adora y le ayuda, los ecologistas y las nuevas fuerzas dinamicas del país, Mélenchon es cortejado por todos en la sede de su movimiento la Francia Insumisa, pues su aval será necesario para ganar en centenares de circunscripciones. 
 
Es el premio a años de luchas y derrotas solitarias a nombre de la justicia social. Predicó durante años en el desierto, recibió golpes, se burlaron de él, pero al final los electores reconocen que este incorruptible no cambió nunca sus ideales por un plato de lentejas, un ministerio o una embajada.       
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Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. 1 de mayo de 2022.