Claudio Magris (1939) es uno de los escritores contemporáneos más notables y su libro Danubio, publicado en 1986, una de las lecturas más fascinantes y actuales para quienes exploran géneros híbridos como los libros de viaje y el ensayo polifacético, que se aparentan pese a todo con la novela, convertida a veces en un simple sucedáneo comercial donde poco importa el fondo y más los avatares de tramas repetitivas y banales de estilo hollywoodense. El italiano, ganador de los premios Strega, Médicis, Guadalajara y Príncipe de Asturias, entre otros muchos y que es mencionado con frecuencia en las listas de probables ganadores del Premio Nobel, es un autor de la estirpe de los grandes polígrafos de Europa central y del Este de todos los tiempos, entre quienes figuran Hölderlin, Goethe, Mann, Kafka, Roth, Canetti y una lista interminable de escritores que dejaron huella de su paso por el mundo y fueron fieles al pensamiento, a la reflexión histórica y a la atracción por la naturaleza, ríos, lagos, cañones y cascadas de las montañas alpinas.
Magris nos comunica en su obra la delicia de tener como oficio principal en la vida la lectura, pues a través de ella abrimos ventanas en el tiempo y el espacio y viajamos sin cesar por las ideas, paisajes y misterios de la vida y la historia. En sus libros nos cuenta esa aventura humana llena de episodios luminosos y también de terribles tragedias. Visitante incesante de bibliotecas en abadías, conventos, viejas universidades y librerías de viejo, no se limita a leer solo a los grandes autores consagrados, sino también a los olvidados y excéntricos que sorprenden incluso cuando sus obras son decepcionantes, ingenuas, maniáticas, excesivas o patológicas.
También explora en sus estudios correspondencias rescatadas, archivos municipales y notariales, contabilidades de comerciantes, traficantes, jueces, funcionarios, alguaciles, pícaros, arquitectos, ingenieros, cartógrafos, médicos, militares o eclesiásticos de todas las diferentes confesiones surgidas y desaparecidas a lo largo del tiempo. Rescata a su vez canciones y cuentos infantiles, leyendas de fantasmas y desaparecidos, historias de traiciones amorosas y filiales, costumbres culinarias o vinícolas campesinas, usos agrarios y veterinarios y describe con detalle muebles, cuadros, objetos, viejos bastones, camafeos, álbumes fotográficos familiares, todos ellos hallados en desvanes abandonados o en mercados de pulgas que pululan los domingos o días de fiesta en las plazas de viejas ciudades y pueblos.
Para él todo ser humano, poderoso u humilde, debe ser escuchado con atención para crear el rompecabezas de ese universo danubiano donde mandaron en oleadas sucesivas figuras como Atila o los monarcas del Sacro Imperio romano-germánico o el multiétnico Imperio Austro-Húngaro de los Habsburgo, derrumbado al alba de la Primera Guerra Mundial, y a veces, tras incursiones sangrientas, hasta las huestes del temible Atila o las de Solimán el Magnífico y los otomanos que desde Turquía siempre trataron de conquistar a Europa desembarcando en Grecia y en las zonas de los países del Este. Y eso sin olvidar los episodios totalitarios recientes del nazismo y el estalinismo, cuyas fuerzas militares sembraron el miedo y el terror a su paso, o la mucho más reciente Guerra de los Balcanes que despertó los fantasmas de las conflagraciones étnicas y religiosas ancestrales.
Escenario del éxodo humano, la Mitteleuropa que Magris nos describe en su libro Danubio nos ayuda a entender las tensiones que en este siglo XXI siguen tan vivas y amenazantes como nunca. Hace apenas un año un millón de inmigrantes sirios, iraquíes y afganos y de otras nacionalidades llegaron a Alemania de un solo golpe huyendo de las guerras en Oriente Medio y Asia, eso sin contar la tragedia de los ahogados que por miles mueren en las aguas griegas o en el Mediterráneo central buscando llegar al continente Europeo en barcos precarios.
Asesinatos, magnicidios y guerras infernales han ocurrido ahí en esa Europa Central desde todos los tiempos y aun hoy, en medio de la crisis mundial y las nuevas guerras religiosas, sabemos con Magris que los fantasmas del miedo y el terror pueden volver a desencadenarse con actores nuevos y distintos a los de otras épocas llenas de anarquistas, nacionalistas, racistas, fascistas, nacional-socialistas o bolcheviques. El Holocausto nazi parece estar sepultado, pero los odios y las pulsiones del mal siguen ahí porque el ser humano, ya lo sabemos, siempre ha sido un lobo para el hombre y busca chivos expiatorios.
Nacido en Trieste en una zona europea donde las fronteras han cambiado sin cesar en medio de guerras fratricidas entre imperios y países, etnias o iglesias, Magris ha dedicado su vida a rastrear la historia de los hombres de esa Mitteleuropa, que va desde las fuentes iniciáticas del Danubio en el Bosque Negro, al suroeste de Alemania, y el Mar Negro, donde desemboca después de cruzar raudo por lo que hoy es Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, Serbia y Rumania, entre otros países que se han despedazado en mil guerras y han cambiado de amos, reyes y emperadores como de camisas.
El autor ha ejercido como profesor en la universidad y dedicado su vida a la lectura incesante de las obras literarias generadas en esa zona y de los documentos diversos con los cuales se construye la microhistoria de cada uno de los pueblos, villorrios y ciudades surgidas en las riberas de este rico río navegable por donde han transitado desde hace decenas de miles de años los inefables homo sapiens sapiens, y antes de ellos, los Neandertales. En una de las cumbres fue hallado congelado hace unas décadas un hombre que murió hace 5.000 años y cuyos restos nos muestran el modo de vida de los anónimos viajeros arcaicos de mucho antes de que hubieran surgido las grandes civilizaciones griega y romana y los grandes ejércitos. Nada le es ajeno a Magris en este maravillo fresco de la región donde nació y donde sus ancestros vivieron y murieron a lo largo de los siglos. Acompañado de amigos, viejos colegas, amores o compañeros de escuela, entrevistándose con expertos o sobrevivientes de guerras y tragedias familiares, parándose en hostales, tabernas o restaurantes, el autor logra en este libro ensayístico de viajes reconciliarnos con la literatura, porque la literatura es antes que todo vida y pasión.
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Magris nos comunica en su obra la delicia de tener como oficio principal en la vida la lectura, pues a través de ella abrimos ventanas en el tiempo y el espacio y viajamos sin cesar por las ideas, paisajes y misterios de la vida y la historia. En sus libros nos cuenta esa aventura humana llena de episodios luminosos y también de terribles tragedias. Visitante incesante de bibliotecas en abadías, conventos, viejas universidades y librerías de viejo, no se limita a leer solo a los grandes autores consagrados, sino también a los olvidados y excéntricos que sorprenden incluso cuando sus obras son decepcionantes, ingenuas, maniáticas, excesivas o patológicas.
También explora en sus estudios correspondencias rescatadas, archivos municipales y notariales, contabilidades de comerciantes, traficantes, jueces, funcionarios, alguaciles, pícaros, arquitectos, ingenieros, cartógrafos, médicos, militares o eclesiásticos de todas las diferentes confesiones surgidas y desaparecidas a lo largo del tiempo. Rescata a su vez canciones y cuentos infantiles, leyendas de fantasmas y desaparecidos, historias de traiciones amorosas y filiales, costumbres culinarias o vinícolas campesinas, usos agrarios y veterinarios y describe con detalle muebles, cuadros, objetos, viejos bastones, camafeos, álbumes fotográficos familiares, todos ellos hallados en desvanes abandonados o en mercados de pulgas que pululan los domingos o días de fiesta en las plazas de viejas ciudades y pueblos.
Para él todo ser humano, poderoso u humilde, debe ser escuchado con atención para crear el rompecabezas de ese universo danubiano donde mandaron en oleadas sucesivas figuras como Atila o los monarcas del Sacro Imperio romano-germánico o el multiétnico Imperio Austro-Húngaro de los Habsburgo, derrumbado al alba de la Primera Guerra Mundial, y a veces, tras incursiones sangrientas, hasta las huestes del temible Atila o las de Solimán el Magnífico y los otomanos que desde Turquía siempre trataron de conquistar a Europa desembarcando en Grecia y en las zonas de los países del Este. Y eso sin olvidar los episodios totalitarios recientes del nazismo y el estalinismo, cuyas fuerzas militares sembraron el miedo y el terror a su paso, o la mucho más reciente Guerra de los Balcanes que despertó los fantasmas de las conflagraciones étnicas y religiosas ancestrales.
Escenario del éxodo humano, la Mitteleuropa que Magris nos describe en su libro Danubio nos ayuda a entender las tensiones que en este siglo XXI siguen tan vivas y amenazantes como nunca. Hace apenas un año un millón de inmigrantes sirios, iraquíes y afganos y de otras nacionalidades llegaron a Alemania de un solo golpe huyendo de las guerras en Oriente Medio y Asia, eso sin contar la tragedia de los ahogados que por miles mueren en las aguas griegas o en el Mediterráneo central buscando llegar al continente Europeo en barcos precarios.
Asesinatos, magnicidios y guerras infernales han ocurrido ahí en esa Europa Central desde todos los tiempos y aun hoy, en medio de la crisis mundial y las nuevas guerras religiosas, sabemos con Magris que los fantasmas del miedo y el terror pueden volver a desencadenarse con actores nuevos y distintos a los de otras épocas llenas de anarquistas, nacionalistas, racistas, fascistas, nacional-socialistas o bolcheviques. El Holocausto nazi parece estar sepultado, pero los odios y las pulsiones del mal siguen ahí porque el ser humano, ya lo sabemos, siempre ha sido un lobo para el hombre y busca chivos expiatorios.
Nacido en Trieste en una zona europea donde las fronteras han cambiado sin cesar en medio de guerras fratricidas entre imperios y países, etnias o iglesias, Magris ha dedicado su vida a rastrear la historia de los hombres de esa Mitteleuropa, que va desde las fuentes iniciáticas del Danubio en el Bosque Negro, al suroeste de Alemania, y el Mar Negro, donde desemboca después de cruzar raudo por lo que hoy es Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, Serbia y Rumania, entre otros países que se han despedazado en mil guerras y han cambiado de amos, reyes y emperadores como de camisas.
El autor ha ejercido como profesor en la universidad y dedicado su vida a la lectura incesante de las obras literarias generadas en esa zona y de los documentos diversos con los cuales se construye la microhistoria de cada uno de los pueblos, villorrios y ciudades surgidas en las riberas de este rico río navegable por donde han transitado desde hace decenas de miles de años los inefables homo sapiens sapiens, y antes de ellos, los Neandertales. En una de las cumbres fue hallado congelado hace unas décadas un hombre que murió hace 5.000 años y cuyos restos nos muestran el modo de vida de los anónimos viajeros arcaicos de mucho antes de que hubieran surgido las grandes civilizaciones griega y romana y los grandes ejércitos. Nada le es ajeno a Magris en este maravillo fresco de la región donde nació y donde sus ancestros vivieron y murieron a lo largo de los siglos. Acompañado de amigos, viejos colegas, amores o compañeros de escuela, entrevistándose con expertos o sobrevivientes de guerras y tragedias familiares, parándose en hostales, tabernas o restaurantes, el autor logra en este libro ensayístico de viajes reconciliarnos con la literatura, porque la literatura es antes que todo vida y pasión.
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* Publicado en Expresiones de Excélsior. México. Domingo 6 de agosto de 2017.