Por Eduardo García Aguilar
En medio de las oleadas de violencia islamista en los países musulmanes, que ponen al rojo vivo la actualidad mundial, una noticia de farándula cubrió las portadas de muchos diarios y medios del mundo: las fotos con los senos al aire de la duqesa Kate, esposa del Príncipe William de Inglaterra, publicadas por la revista francesa Closer.
En medio de las oleadas de violencia islamista en los países musulmanes, que ponen al rojo vivo la actualidad mundial, una noticia de farándula cubrió las portadas de muchos diarios y medios del mundo: las fotos con los senos al aire de la duqesa Kate, esposa del Príncipe William de Inglaterra, publicadas por la revista francesa Closer.
Paparazzis franceses lograron descubrir que la pareja se encontraba en una mansión de un familiar en la paradisíaca región de Luberon, al sur del país y cerca del Mediterráneo, donde muchas estrellas y millonarios suelen tener casas de sueño, y apostados con teleobjetivos lograron captar a la futura reina con los bellos y turgentes senos visibles, mientras hacía atenciones a su marido en una terraza bajo la canícula.
Semanas antes se habían filtrado las fotos del príncipe Harry desnudo durante una orgía realizada en Las Vegas, por lo que poco después fue enviado a la guerra en Afganistán para tratar de pulir su imagen, pero el scoop de la revista francesa Closer tuvo gran repercusión, pues muestra por primera el cuerpo perfecto de la bella Kate, una plebeya rica, muy sensual, que el príncipe William conoció en la universidad y con quien lleva ya muchos años de amor y vida común, legitimados por la complicidad y alegría entusiasta de la Reina Isabel II.
Closer es una revista del grupo Mondadori, propiedad de Silvio Berlusconi, especializada en este tipo de sorpresas y posicionada como la principal del género por su modernidad y atrevimiento, lo que le ha valido innumerables juicios de famosos molestos por la violación de su intimidad. Ningún famoso está a salvo de la intromisión de sus paparazzis y todas las casas reales, las estrellas de Hollywood, los políticos, y hasta los mandatarios han caído en la trampa de ser captados en posiciones incómodas que circulan de inmediato por toda la red. La Corona británica reaccionó de inmediato y ha demandado a la publicación francesa en un proceso que se iniciará este mismo lunes.
Kate y Pipa su hermana son plebeyas que tienen el aura erótica y sensual que las ha hecho famosas en el mundo entero y recuerdan a Lady Di, que de ser una tímida aristócrata virgen pasó a convertirse en una gran libertina con amantes, bella y osada, capaz de posar para la prensa durante sus vacaciones en el Mediterráneo con un novio árabe, lo que puso a temblar la corona antes de que muriese en un accidente de tránsito en París cuando ella y Dodi al Fayyed huían a toda velocidad por las avenidas parisinas de los paparazzi.
Pero no es el caso de Kate, quien hace muy bien el trabajo y ha logrado hacer olvidar a la horrenda mujer de su suegro el Principe Carlos, supuesta culpable del infortunio y amargura de la bella Lady Di. Kate no sólo lleva el anillo de bodas de su difunta suegra, sino que tiene una sonrisa y un caminado matadores que ya hacían las delicias de sus compañeros de clase en esa alta universidad donde sus arribistas padres la pusieron a estudiar con la esperanza de que pescara un buen partido, como en efecto lo hizo, al ganar el amor del principal, el apuesto y simpático heredero de la corona británica.
Una vez, en una velada estudiantil, Kate fue filmada en ropa interior y tales imágenes mostraban los obvios atributos de su belleza. Pero ahora los erotómanos del mundo han podido por fin ver sus senos al aire y su cuerpo deportivo en posiciones ágiles muy bien captadas por el paparazzi, que sin duda ganó cientos de miles de dólares con estas imágenes logradas con esfuerzo.
El juicio volverá a poner la noticia en las primeras planas, mientras el mundo árabe arde y crece la ola de protestas antioccidentales y cuando la crisis afecta a los países europeos, envueltos en un sismo económico que todavía no termina. La prensa comercial mundial logra así atenuar las malas noticias con la nueva historia frívola y da a los desempleados, los arruinados, los endeudados, los agobiados por las hipotecas un motivo de paliar su situación atroz.
La corona busca con el juicio a Closer disuadir a otras revistas del mundo de que publiquen las fotos, pero ya una revista filial italiana del grupo Mondadori, llamada Chi, anunció que publicará este mismo lunes 26 páginas con la futura reina desnuda. Solo la prensa inglesa se ha reprimido de difundirlas como lo hizo en el caso del príncipe Harry en cueros y rodeado de jóvenes fiesteras dispuestas a todo en una suite de Las Vegas. En su triste exilio afgano, los talibanes han utilizado un sangriento ataque el viernes a las tropas occidentales para suegrir que el objetivo de los hijos de Alá era el propio príncipe rumbero y castigado.
Los asesores de imagen de la corona británica no han tardado en reaccionar con rapidez y mostraron el mismo viernes a una virginal Kate en Kuala Lampur, capital de Malasia, ataviada con un bello y largo vestido blanco y amplio manto musulmán, en el marco de la gira principesca por el sudeste asiático. Todo el día las imágenes de la esposa del príncipe la mostraron en la forma más opuesta posible a la de su natural nudismo veraniego y en medio de las manifestaciones y quemas de embajadas estadounidenses lograron imponer la idea de que la bella puede ser también una adorable hurí prometida a Alá y al profeta Mahoma.
Y para rematar el frívolo folletín, Kate y William, han acudido este sábado a la jungla malaya para pasearse como en la película Indiana Jones en medio de fieras y orangutanes, lianas y ríos desbordados, por lo que una historia mata otra historia en este mundo donde la narrativase ha convertido en punto esencial y clave del poder.
La humanidad entera está presa de la narración y las ficciones impuestas por los asesores en comunicación de los poderosos sirven para que estos intereses se perpetúen para siempre en el mando de un orbe gobernado por el propio Big Brother de George Orwell y donde todos somos infantes manipulados por la máquina trituradora de noticias.