sábado, 8 de febrero de 2025

LA ALEGRÍA DE NO GOBERNAR

Por Eduardo García Aguilar


En este siglo XXI el ejercicio de gobernar se ha vuelto una actividad espantosa que regresa a los tiempos de Nerón, Calígula y Atila, pues con el desarrollo de las redes sociales y la inmediatez informativa que llega a los miles de millones de celulares en el mundo, gobernantes y opositores se radicalizan y viven en el odio y la pugnacidad permanentes, ante la resignación o el estupor del rebaño de gobernados.

Algo está claro a medida que avanza el siglo XXI y es que la democracia se desvirtuó del ideario inicial de sus utópicos padres fundadores, pues se ha convertido en un espectáculo y  negocio sucio en el que son elegidos, salvo excepciones milagrosas, aquellos que más han invertido en ello y utilizado la desinformación y las redes para manipular emociones. El gran payaso Donald Trump es ahora el gran líder de los cómicos y peligrosos políticos del mundo.

Hasta el más idealista y utópico tendrá que corromperse para acceder al poder y se verá obligado a utilizar las armas más infames para descalificar al adversario, escrutando sin piedad su vida privada, pasado, relaciones personales, recursos y al acceder al trono sufrirá durante su mandato una andanada igual de ataques, calumnias, intrigas, que ningún ser humano por fuerte que sea puede resistir, salvo si se convierte en un cínico y un monstruo inmune a tales asedios.

Su vida personal y la de su familia es atacada sin piedad por los opositores hasta el punto de que en la actualidad los mandatarios o los altos funcionarios deben enviar al extranjero a sus allegados para protegerlos de la infamia y el odio de los adversarios, que se vengan de los ataques y oprobios que el victorioso también aplicó sin piedad contra ellos en el camino a la victoria.

El principio inicial de la democracia era que la contienda se daba entre partidos históricos que ganaban o perdían con un elocuente programa de gobierno y luego se esperaba la lealtad y generosidad del derrotado y la grandeza y humildad del ganador para velar durante el gobierno por todos los cidadanos sin distingos y por el bien del país. Los adversarios, según esa utopía, aguardaban con serenidad el momento de la alternancia.

La verdad es que hoy gobernantes y opositores en todo el mundo están comandados en su mayoría por rufianes que han vendido el alma al diablo para acceder a las más altas magistraturas y deben pagar tarde o temprano a quienes los financiaron y eso sin tener en cuenta que los países del mundo están carcomidos por mafias y bandas delincuenciales multinacionales que cooptan los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, y por supuesto a las fuerzas militares y policiales.

Los útópicos padres fundadores de la democracia desde los tiempos clásicos griegos y romanos hasta nuestros días, pasando por la Revolución francesa y su consigna de Igualdad, Fraternidad y Libertad, todos los que ofrecieron sus vidas por la justicia a lo largo de los siglos, se retuercen ahora en sus tumbas, pues las elecciones y el ejercicio del poder en esta era digital y plutocrática se convirtieron en todas partes en una farsa repugnante y tramposa, empezando por Estados Unidos.

Afortunados los que nunca aspiran al poder ni a ningún mando nacional o local y viven sus vidas en modestia dedicados a sus actividades lejos de la fama de las redes y los honores. Alegres aquellos que lejos del mundanal ruido transcurren sus existencias lejos de esas ambiciones políticas y viven la vida, difícil como siempre ha sido, es y será, como una experiencia milagrosa ante el cosmos, un misterio inescrutable que debe celebrarse día a día. Mientras más lejos esté el ser humano de la codicia del poder, más posilbilidad tendrá de ser y estar en el mundo, lejos de la podredumbre y la infamia.   
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Publicado en La patria. Manizales. Colombia. Domingo 9 de febrero de 2024        




sábado, 1 de febrero de 2025

DISCURSO HISTÓRICO DEL PRESIDENTE PETRO


Por Eduardo García Aguilar

Escuché con atención el histórico discurso del presidente de Colombia Gustavo Petro en la posesión de la nueva canciller Laura Sarabia, pronunciado en una coyuntura muy especial, agitada, peligrosa, en medio de terribles agresiones mediáticas y políticas en contra de su persona y por lo cual tiene aun más importancia.

La prensa mundial, encabezada por diarios franceses, alemanes, nórdicos, hispanos, asiáticos, africanos, y mediorientales, televisiones, redes y radios, destacaron en primera plana el valiente gesto del presidente colombiano, el primero en el mundo en alertar sobre los graves acontecimientos que suceden en Estados Unidos, antes faro y símbolo de futuro con la Estatua de Libertad, país que recibía en Manhatan a milllones y millones de inmigrantes en los pasados siglos, provenientes de una Europa pobre y víctima de sucesivas guerras, entre ellos el bisabuelo del actual presidente Donald Trump o su esposa misma Melania, recién inmigrada desde el este de Europa. Esa era la gran América cantada por Walt Whitman en Hojas de Hierba.

A horas de la madrugada Gustavo Petro tuvo el valor de devolver vuelos militares donde venían encadenados como esclavos colombianos y colombianas de bien ante la mirada aterrada de sus hijos menores y después aviones colombianos recuperaron con dignidad a sus ciudadanos, algo celebrado por la prensa mundial en el Primer y Tercer Mundo.

El mundo saluda el gesto de ese presidente mestizo colombiano que se atrevía a convertirse en un David contra un arrogante Goliat blanco, supremacista, racista, vulgar, condenado por la justicia de su país, quien fue aupado a la presidencia por su virtual vicepresidente, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, nutrido en los idearios del Apartheid de su natal Sudáfrica y las ideas nazis de Adolfo Hitler que defiende ahora en Alemania.

En un discurso brillante, que fue también una cátedra de geopolítica, el presidente Petro ha mostrado con claridad los riesgos de que la famosa nube, cloud en inglés, que contiene todos los saberes e informaciones del mundo quede privatizada por una oligarquía cerrada que impone los más nefastos planes totalitarios nunca imaginados ni por los más pesismistas futuristas del siglo XX como Aldous Huxley y George Orwell, enre otros muchos.

Petro recordó en ese brillante discurso lo sucedido en Alemania, cuando accedió al poder por votación el austriaco Adolfo Hitler, autor de Mi Lucha, libro del que todos hablan y pocos han leído, donde se desplegaban sus ideas y odios racistas y eugenistas y se auguraba con toda claridad la expulsión y la persecución de  judíos, extranjeros; gitanos, comunistas y socialistas de todos los colores.

Lo que ocurre en Estados Unidos con los colombianos, latinoamericanos y ciudadanos de todo el mundo que son perseguidos en redadas en todas las ciudades y luego  enviados encadenados y humillados como esclavos, es algo que puede parangonarse con aquella nefasta época que condujo  a la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler y sus aliados y cómplices en Europa embarcaban en trenes desde todos los países a ciudadanos que eran luego exterminados en los campos de concentración, uno de los cuales, Auschwitz, fue conmemorado esta semana por una blanda burocracia europea pusilánime en el 80 aniversario de la liberación.

Petro, que es un lector infatigable y un intelectual de alto nivel, aunque Felipe López Caballero, exdirector de Semana, lo califique de "seudointelectual", explicó en ese discurso la coyuntura que significa el poder desatado de esta nueva oligarquía mundial que controla en la red los conocimientos de la humanidad, dispuesta a aplicar con violencia las ideas supremacistas que dominaron en la primera mitad del siglo pasado.

Hay que remontarse a más de un siglo atrás para encontrar a un presidente colombiano capaz de entender las coyunturas cruciales del momento, como fue el caso de Rafael Núñez, gran articulista y ensayista que vivió en Inglaterra en el siglo XIX y desde ahí supo de los retos y problemas que los cambios de entonces planteaban para la humanidad y que fueron base de sus controvertidos programas de modernización del país. Y por supuesto remontarse al gran escritor y pensador que fue el Libertador, cuya obra completa es una delicia de leer desde La Carta de Jamaica hasta Delirio del Chimborazo, pasando por sus cartas.

Petro ha sido citado por la prensa mundial en otros continentes que se enfrentan al mismo reto que Colombia y el mundo en la era de Trump y Musk. Pues la amenaza no solo concierne a América Latina sino a Europa, Africa, Asia y la humanidad entera. Petro, como David contra Goliat, ha marcado la pauta para la lucha que la humanidad debe afrontar ante el tenebroso peligro del gobierno de Donald Trump. El discurso de Petro en la posesión de la joven canciller Sarabia debe ser escuchado con atención por quienes deseen entender los retos geopolíticos del momento en el mundo.
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Publicado en La Patria. Manizales. Colombia. Domingo 2 de febrero de 2024.



 

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