viernes, 26 de octubre de 2018

RELATOS DE LA VIDA EN EL ABISMO

@Hidiro
Por Eduardo García Aguilar
En todas partes hay escritores que surgen de sus propias ruinas y se izan a veces tardíamente hacia la literatura inspirados en autores de otros tiempos que se debatieron entre la vida y la muerte, la depresión, la droga, la deriva, el deseo de terminar de una vez por todas con la vida. Cuando pasan el precipicio y sobreviven a la autodestrucción, suelen inspirarse en sus propias historias para contar lo vivido sin necesidad de recurrir a la ficción.
Hace poco cayó en mis manos el libro Eva, de Simon Liberati, quien como tantos de su generación, devoró sus primeros años de juventud en los 70, 80 y 90 del siglo pasado en la rumba y el desenfreno de quienes agotaban la noche en las espléndidas discotescas parisinas de otros tiempos como el mítico Palace, sobre el cual ya se han escrito libros y se han inspirado novelas.
Así como en Nueva York la generación de Andy Warhol y la farándula rockera de esos tiempos se diviertía en el Estudio 54 y dormía en el Hotel Chelsea no lejos de Patti Smith, el Palace fue el epicentro de la diversión de una juventud dorada que no tenía límites. Allí en esos antros podían cruzarse con Yves Saint Laurent, modelos, estrellas de rock estadounidenses o londinenses de paso, mafiosos, play boys, millonarios, traficantes y vividores y mitómanos de toda laya.
Muchos de los protagonistas de esas noches interminables fueron atacados por todos los males, el principal de los cuales el sida, y se desgranaron hacia la muerte prematura aniquilados por el abuso de los estupefacientes, el insomnio como oficio, la depresión y los excesos sexuales. Larga es la lista de las novelas o testimonios escritos por muchos de los sobrevivientes, entre los cuales se destaca Virginie Despentes, autora de la saga Vernon Subutex y King Kong Theorie, entre otros libros de éxito generacional.
La gran moda hoy en la literatura francesa es contar su propia vida y mientras más trágica mejor. Esa moda surge desde que Catherine Millet escribió y logró hace lustros un éxito fenomenal con Catherine M, donde relataba miles de experiencias sexuales vividas en esos tiempos de desenfreno. Contar su propia vida, basarse en tragedias familiares, dramas y sufrimientos sexuales experimentados es la nueva y sólida tendencia literaria. Antes de que esta ola apareciera se solía escribir con seudónimo como en los tiempos de la Marquesa de O.
Así toda una serie de autores homosexuales dejaron el testimonio de su lucha contra el sida y la desaparición de sus seres amados, mientras otros como Christine Angot basa su obra en el trauma vivido del incesto, tema que la llevó al éxito desde 1999 y que aun sigue presente en sus libros. Angot y otros autores hombres y mujeres relatan en cada uno de sus libros su vida cotidiana, las peripecias de sus matrimonios o la sucesión de los amantes.
El mundo editorial comercial ha encontrado ahí una cantera excelente para lograr ganancias y esa tendencia se impone en las principales lenguas. En castellano, italiano, inglés, portugués, islandés, danés, alemán, sueco, proliferan las autoficciones que tanto gustan al lector voyerista. Unos cuentan el asesinato de su padre, otros el suicidio de un hijo, la enfermedad de un cónyuge, aquellos el secuestro, la cárcel, los maltratos sufridos en la familia, o los abusos en la infancia a manos de adultos. 
Virginie Despentes, quien ahora es jurado del premio Goncourt y tal vez algun día llegue a la Academia Francesa, fue violada y se prostituyó de joven, lo que contó en su primer libro de éxito. Edourd Louis, de 24 años de edad, logró hace poco un gran éxito y ha sido traducido a muchas lenguas con el libro donde cuenta una violación y su vida atormentada, convirtiéndose en otro ícono de la literatura LGTB.  
Simon Liberati logró el Premio Femina con una novela inspirada en la diva estadounidense Jane Mansfyeld, pero su libro más reconocido es Eva, inspirado en una historia de amor verdadera que en cierta forma salvó a los dos protagonistas. Hace unos años, en 2013, Simon se cruzó con la cineasta Eva Ionesco, que es una leyenda porque de niña fue usada por su madre para hacer fotografías eróticas góticas que tuvieron mucho éxito en los años 70 en todo el mundo, cuando hacer eso era aun posible y no se consideraba delito.
La fotógrafa, de la misma generación que el recién suicidado fotógrafo de adolescentes Hamilton, no solo hizo mucho dinero con los desnudos de su hija, sino que la prostituyó. La vida de la joven desde entonces dio muchas vueltas en el abismo y está marcada por varios intentos de suicidio. 
Simon trabajó durante mucho tiempo en revistas de farándula o haciendo guiones para ganarse la vida, pero en el fondo su deseo era escribir novelas y obtener un lugar en la literatura, aunque fuera menor. Cuando se encuentra con Eva en una cena, se considera un fracasado y también piensa en el suicidio.
El flechazo amoroso de estos dos condenados es una tabla de salvación y ambos, escépticos, descreidos, derrotados, deteriorados, deciden vivir a fondo la pasión amorosa ante las dudas de los amigos, lo que hasta ahora los salva. Liberati logra que Eva baje 15 kilos y vuelva a ser la bella de antes y él logra, al escribir la historia de su amor, uno de sus mejores éxitos. Y con el anticipo que le pagó el editor, le financió a Eva una operación estética del rostro.
Pero a diferencia de otros autores autobiográficos actuales, Liberati es un apasionado de la literatura, en especial de los autores preciosistas y decadentes de fin de siglo XIX y por eso su libro seduce por la calidad de su prosa y su pasión literaria. En su prosa hay estilo, recursos inusitados, fuerza. Es un canto contemporáneo de amor inusual y a la vez el relato de la tragedia de Eva Ionesco, quien demandó judicialmente a su malvada madre por abuso y no le perdona lo que hizo. 
Esta historia que nos lleva al mundo de los devorados por la vida y el tiempo, es por ahora un relato con final feliz, aunque el propio autor cuenta las tormentas terribles, las manías y neurosis que agitan a esta pareja que ahora aparece en las revistas de farándula recuperada y glamurosa, ella por las operaciones estéticas y la baja de peso y él por el éxito literario logrado al filo de la navaja. 
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* Foto de @Hidiro, tomada del sitio Lefoooding.com
* Eva, Simon Liberati (Stock – France. 2015. 278 páginas)

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